A fin de
septiembre, a través del Sindicato de Trabajadores de
Coraler (SITRACOR), la trabajadora de la empresa citrícola,
Heder Saldamando, había denunciado ante los organismos
competentes haber sido víctima de acoso sexual.
La
Rel-UITA
acompañó esta instancia que ya el pasado viernes 10 concluyó
exitosamente para la trabajadora, sentando un precedente
para que este tipo de agresiones no ocurran más.
Sirel
conversó con Germán González, secretario general de
la Unión de Trabajadores Rurales y Afines del Sur del País (UTRASURPA),
quien siguió el caso y relata cómo se desarrolló el proceso
de negociación.
-¿Cómo se resolvió la situación de acoso sexual que
denunciara Heder Saldamando?
-Luego de realizada la denuncia ante el Ministerio de
Trabajo y de iniciar las instancias legales correspondientes
contra el denunciado, Ramón Suárez, la semana pasada
se llegó a un acuerdo con la empresa. Cabe señalar que esta
no fue una negociación personal de la compañera, sino que
fue colectiva y en ella participaron la UNATRA, la
central PIT-CNT, SITRACOR y la
Rel-UITA.
En el Ministerio, y en forma tripartita, se acordó un
convenio de colaboración recíproca entre la empresa y los
trabajadores, instalando una comisión de prevención para
estos problemas ya que éste no es el primer episodio de
acoso sexual en CORALER.
Además, se convino que una vez que la empresa retome al
personal que envió al seguro de paro por baja producción, la
compañera Heder y su cuadrilla serán las primeras en
reingresar al trabajo.
-¿Qué pasó con el trabajador acusado? ¿Lo sancionaron?
-Sí, hubo una sanción económica disciplinaria: la empresa le
retiró el premio anual que se otorga por buen desempeño y
que varía entre uno y cuatro salarios. Además, la sanción
disciplinaria quedará anotada en el legajo del trabajador.
-¿Qué evaluación haces de este proceso?
-La participación de tantos actores como la Comisión de
Género y del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT, la
UNATRA y la
Rel-UITA,
en la figura de
Enildo Iglesias,
generó una dinámica de respuestas rápidas. La empresa
colaboró en todo momento a que así fuese, sin enviar
abogados para desgastar a los trabajadores como sucede en
otras ocasiones. En la negociación que se llevó a cabo en la
Dirección Nacional del Trabajo (DINATRA) se presentó
el gerente de la empresa, Gabriel
Calabuig,
y en lo único en que no quedamos totalmente conformes fue en
que nosotros entendemos que una actitud de acoso sexual
amerita el despido directo del responsable y los procesos
legales correspondientes. De todas formas, quedó establecido
el compromiso de la empresa de que si el proceso penal en
curso deriva en un dictamen a favor de la organización
sindical o de la trabajadora, despedirán al trabajador.
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