Enfrentar
los efectos de los fundamentalismos de manera creativa y radical es
uno de los retos que asumirá el feminismo, al tiempo que promoverá
espacios para discutir sobre las tensiones dentro del movimiento.
Esta es una de las rutas identificadas durante el XI
Encuentro Feminista de América Latina
y el Caribe, que hoy concluirá con una marcha por las
calles del centro histórico de la capital mexicana, luego de cinco
días en que más de 1.500 mujeres de la región participaron en sus
diversas expresiones y manifestaciones culturales.
En el documento final, que recoge las conclusiones de los
grupos de trabajo en torno a los fundamentalismos, rutas de acción y
temas centrales, retos y debates por actualizar, reconocen que
precisan espacios para un debate al interior el movimiento feminista
que haga posible los “acuerdos y prácticas para superar la
fragmentación y diseñar una estrategia de largo plazo”.
“Las
feministas hemos reflexionado críticamente y hemos encontrado que
dentro del propio movimiento también hay prácticas fundamentalistas,
y estamos decididas a enfrentarlas, de no hacerlo
estaremos fortaleciendo a los
actores fundamentalistas de hoy y de siempre: las cúpulas del poder
financiero, la jerarquía religiosa, la moral de occidente y las
instituciones patriarcales”,
indican en el documento.
Otra de las
conclusiones fue la necesidad de profundizar en el reconocimiento de las especificidades que
enfrentan las indígenas, las afro descendientes, las jóvenes, las
mujeres que construyen una identidad política desde su opción
sexo-afectiva, las mujeres con necesidades especiales, entre otras.
Para debilitar las redes de poder
que giran alrededor de la religión y su discurso dominante y
represivo, las feministas identificaron como una alternativa la
lucha por consolidar la laicidad en los diferentes estados.
En relación con las
expresiones fundamentalistas se han planteado el reto de profundizar
su trabajo en torno a la intersección de las agendas que integren
las demandas de clase, etnia, grupo etario y géneros.
La inclusión de los diversos feminismos reconociendo los
distintos liderazgos en la práctica cotidiana, es uno de los retos
que el movimiento feminista asumirá frente a los fundamentalismos
que amenazan y vulneran los derechos de las mujeres.
Asimismo,
identificaron un conjunto de debates que les urge actualizar, entre
ellos: la relación feminismo e izquierda; las tensiones entre el
denominado feminismo autónomo y el denominado feminismo
institucional; la tensión entre la posturas que proponen integrar o
excluir a los hombres del feminismo.
La lectura de las
conclusiones,
que estuvo a
cargo de
Axela Romero Cárdenas,
directora de Sipam, integrante del Comité Impulsor,
fue seguida
con mucha atención por las feministas, quienes en diferentes
momentos la interrumpieron con aplausos en señal de respaldo.
Finalmente, se
eligió a Colombia como sede del próximo encuentro a
realizarse en 2012.
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