Ante el Congreso de la República, mujeres indígenas amazónicas
presentaron propuestas de políticas públicas que abarcan educación,
salud, justicia, violencia, economía e infraestructura.
Mujeres Ashaninkas y Nomatsiguengas de la Selva Central, mujeres
Awajun del Alto Marañón representantes de poblaciones históricamente
excluidas del ejercicio de sus derechos individuales y colectivos,
llegaron a Lima para presentar sus demandas y propuestas al Congreso
en una audiencia pública.
Sirel
conversó con Ivonne Macassi, coordinadora del Programa
Derechos Humanos de las Mujeres del
Centro de la Mujer Flora Tristán,
organización que en coordinación con la Comisión de Inclusión Social
y Personas con Discapacidad del Congreso de la República convocó a
esta segunda audiencia en la cual las lideresas amazónicas abordaron
problemas prioritarios referidos al ejercicio de sus derechos a la
salud, educación, justicia, protección contra la violencia y
autonomía económica entre otros.
-¿Por qué son importantes las audiencias públicas?
-Porque es una oportunidad para las mujeres indígenas amazónicas de
comunicarse con las congresistas que las representan. En este caso
ha sido fundamental, pues han podido manifestar sus propuestas
directamente frente al Congreso de la República.
-¿Qué es lo que más preocupa a las mujeres indígenas amazónicas?
-La falta de acceso a la educación.
En la Amazonia la tasa de analfabetismo femenino fluctúa entre el
76,3 por ciento en el caso de la población Nomatsiguenga, 54,2 por
ciento en la Ashaninka, 38,4 por ciento en la Kakinte y el 73,9 por
ciento en el caso de la Awajun.
Por muchos años han esperado que el Convenio 169 de la
OIT se plasme en una ley en el Perú, y es muy importante
porque se debe consultar qué van hacer en sus pueblos y
si los benefician o no. |
A esta situación hay que sumarle las fuertes debilidades del sistema
educativo nacional y la falta de una política intercultural adecuada
para atender las demandas de las poblaciones indígenas.
La
exclusión también se expresa en los sistemas de salud. La mitad
(49,9 por ciento) de comunidades indígenas cuenta con algún tipo de
establecimiento de salud, y sólo el 45,5 por ciento tiene botiquines
adecuados para atender emergencias.
La mitad de las muertes
ocurren antes de los 42 años, 20 años menos de vida en relación al
promedio nacional.
El
flagelo de la violencia es otro problema que ellas enfrentan. Según
el Centro de Emergencia Mujer de Satipo, entre enero y
octubre de 2010 se ha atendido 314 casos de violencia familiar y
sexual, y lo que es aún más grave, los funcionarios no conocen los
idiomas nativos a lo que se suma que los enfoques de atención no
incorporan la diversidad y la cosmovisión de la mujer amazónica
sobre la violencia y la injusticia.
-¿Cuáles son las propuestas de las mujeres indígenas amazónicas para
mejorar sus condiciones de vida?
-Básicamente exigen la implementación de políticas que garanticen el
ejercicio de su derecho a la educación y que ésta sea intercultural
y bilingüe, es decir que se respete su cultura e idioma.
En salud demandan mayores recursos para la creación de postas de
salud en las comunidades más alejadas, también piden capacitación de
las mujeres, jóvenes, niñas y niños sobre el cuidado de su salud.
Otro tema sensible para las mujeres es la violencia y el acceso a la
justicia; demandan la modificación de las sanciones establecidas en
el
Reglamento Interno de las comunidades, dentro del marco del convenio
169 de la OIT y los tratados de Derechos Humanos de las Mujeres.
También exigen la aplicación acertada de la legislación sobre
violencia familiar, violencia sexual, trata de mujeres y
hostigamiento y acoso sexual por parte de operadores estatales.
En el acceso a recursos económicos, las mujeres indígenas demandan a
las autoridades la realización de un estudio de mercado para la
venta de sus artesanías y de sus cultivos: cacao, plátano, maíz,
maní y yuca, pues consideran que así podrán incrementar sus ingresos
económicos y mejorar sus condiciones de vida.
Finalmente, solicitan que los presupuestos públicos, a nivel
nacional, regional y local, contemplen la instalación de servicios
básicos en las comunidades más alejadas, la construcción de caminos,
así como su mantenimiento.
-Esta ha sido la segunda audiencia pública en el Congreso. ¿Qué
otras acciones realizarán?
-Flora
Tristán
viene trabajando desde hace más de doce años con las mujeres
indígenas amazónicas. Nuestra propuesta es seguir apoyándolas,
fortaleciendo sus organizaciones, la Federación de Mujeres del
Alto Marañón (FEMAAM) y la Federación de Mujeres Ashaninkas,
Nomatsiguengas y Kakintes de la Selva Central (FREMANK), ése es
nuestro compromiso y vamos a continuar trabajando con ellas.
-La Ley de Consulta Previa ha sido promulgada recientemente por el
presidente Ollanta Humala. ¿Qué significa para los pueblos indígenas
amazónicos?
-Un avance importantísimo. Las mujeres han celebrado la promulgación
porque ha sido su gran anhelo.
Por muchos años han esperado que el
Convenio 169 de la OIT
se plasme en una ley en el Perú, y es muy importante porque
se debe consultar qué van hacer en sus pueblos y si los benefician o
no. Creemos que la Ley de Consulta Previa en nuestro país es
fundamental para la vida de estas comunidades, y en especial para
las mujeres indígenas.
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