Resumen de la ponencia
realizada por
Patricia Acosta
Departamento de
Agroecología, Rel-UITA
Inseguridad alimentaria
Hoy la disponibilidad de
alimentos por persona en el mundo es 24% mayor que en 1961 y los
precios son 40% menores (1). La producción per cápita de alimentos
en el tercer mundo aumentó un 20% en el período 1980 - 1990, sin
embargo una serie de países sufren creciente dependencia
alimentaria externa, (gran parte de los alimentos consumidos
proceden del exterior). (2) El hambre y
la inseguridad alimentaria
a escala mundial mantienen su tendencia creciente.
-
En
el mundo 826 millones de personas no obtienen suficientes
alimentos (una de cada siete). 792 millones –el 96% de
ellos- viven en países en desarrollo. (3)
-
En América Latina se producen
más alimentos que los necesarios para satisfacer a toda su
población, pero cerca de la mitad de los latinoamericanos
tiene una dieta insuficiente debido a que los ingresos no
están equitativamente distribuidos y la pobreza es muy
aguda. (3)
-
En Uruguay, el 19% de los niños
menores de 5 años sufre desnutrición aguda y el 31%
desnutrición crónica. (4)
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Propuestas para superar
la actual Inseguridad Alimentaria
Ante
los problemas de hambre y desnutrición, cada vez más acentuados, hay
dos grandes corrientes para encarar su solución.
I-
El enfoque de la SEGURIDAD ALIMENTARIA que la FAO
define como “la situación en la que toda la población, en todo el
momento, goza de acceso físico, social y económico a
alimentos suficientes, inocuos y nutritivos que satisfacen las
necesidades alimentarias adecuadas para llevar una vida activa y
sana”
. Esta
definición se basa en el concepto que para superar los problemas de
carencias alimentarias hay que producir más a escala mundial y luego
el mercado distribuirá. Se centra en la producción de alimentos,
sin tomar en cuenta ni la distribución ni el consumo.
II-
El enfoque de la SOBERANIA ALIMENTARIA, que se basa
el
derecho de los pueblos a definir sus propias políticas y
estrategias sustentables de producción, distribución y consumo de
alimentos, garantizando el derecho a la alimentación para toda
la población. Se propone actuar enfocando la pequeña y mediana
producción, respetando las culturas de cada pueblo y la diversidad
de los modos campesinos, pesqueros e indígenas de producción, de
comercialización y de gestión de los espacios rurales, en los cuales
la mujer desempeña un papel fundamental. (4)
Este enfoque,
parte de que la problemática alimentaria involucra además de la
producción, la distribución y el consumo de alimentos, y analiza
este tema desde su escala local.
Por eso pone énfasis en las características específicas,
territoriales, ecológicas, culturales de cada pueblo y en la forma
de aprovecharlas de una manera ecológicamente sostenible,
culturalmente respetuosa y económicamente viable. Es por eso que
se refiere a la necesidad de construir e implementar
políticas
y estrategias sustentables de producción, distribución y consumo de
alimentos,
lo que
requiere de un control autónomo de sus territorios, recursos
naturales, sistemas de producción y gestión del espacio rural,
semillas, conocimientos y formas organizativas.
Esta mirada,
desde y hacia lo local, no desconoce los factores externos que
condicionan los sistemas agroalimentarios, básicamente el marco
socioeconómico global claramente pautados por la regulación del
comercio internacional a través de la OMC (Organización Mundial de
Comercio) y los acuerdos de libre comercio.
Sistemas agroalimentarios
“Los
agricultores (tienen) un profundo conocimiento de sus suelos,
sus climas, las plantas nativas, fuentes de fertilizantes,
polinizadores nativos, del ecosistema en que viven y trabajan
y de la comunidad de que forman parte. Si vamos a tener un
mundo donde la tierra ya no la gestionan tales profesionales,
sino unas burocracias empresariales distantes, interesadas
sólo en extraer el máximo beneficio al mínimo costo, ¿qué tipo
de alimentos tendremos, y a qué precios?” (6) |
Los sistemas
agroalimentarios actuales involucran la combinación de: tierra,
trabajo y tecnología. Esta ecuación se define en función de los
intereses de un puñado de transnacionales que controlan las fases:
agrícola, industrial y comercial. En este escenario también inciden
las normas del comercio internacional (OMC) y las políticas
agroalimentarias.
En la posguerra, surge y se
impone desde los Estados Unidos, el modelo de producción agrícola
que luego se expande a todo el mundo. Sus principales
características son:
-
La maximización de la
productividad,
cantidad de producto por unidad de superficie.
-
El uso intensivo y
creciente de maquinaria, insumos químicos, agrotóxicos y
fertilizantes de síntesis.
-
La
reducción de los requerimientos de trabajo directo
y el aumento de la escala de producción. El número de personas
empleadas en la agricultura ha caido en todos los países
industrializados en algunos casos más del 80% .(6)
-
La expansión
del monocultivo, centrando la actividad agrícola en la
producción de mercancías comercializables. En este camino se deja
de lado la producción de alimentos para el autoconsumo y consumo
local, y las prácticas vinculadas a la producción, conservación y
elaboración de alimentos, es decir la cultura local.
-
Aumenta la
erosión. Más del 65% de los suelos agrícolas del mundo sufren
erosión o degradación, la erosión genética producto de la pérdida
de hábitats, 20% de los bosques, humedales 50%, pastizales hasta
90% en algunos lugares. (1)
-
Fuerte incremento de la
producción, la productividad y el comercio
de productos agrícolas que es desarrollado por las mismas
compañías transnacionales vendedoras de insumos e
industrializadoras de los productos agrícolas.
-
El desplazamiento de la
toma de decisiones del agricultor a la industria
fabricante de insumos y productora de semillas, que además de las
citadas mercancías vende el “paquete tecnológico” que incluye
el qué plantar y cómo hacerlo.
-
La unificación de las
compañías vendedoras de insumos agrícolas con las industrias que
procesan la materia prima agropecuaria para la elaboración de
alimentos y con las que comercializan productos agrícolas,
concentrando todas estas actividades en unas pocas empresas
transnacionales que controlan toda la cadena agroalimentaria.
Ya no es posible analizar estas tres actividades por separado.
Como resultado, se
concentran la toma de decisiones y las ganancias en unas pocas
transnacionales y se homogeniza lo que se produce y como se produce.
Consecuencias de la industrialización de la
agricultura
1. Deterioro del ingreso de los agricultores
Evolución del comercio
internacional de granos templados y
del ingreso de los
agricultores (5):
Tomando como base lo que
ocurría en 1973, se aprecia que en 2000 mientras el comercio
internacional se multiplicó por 6, el ingreso de los agricultores se
redujo la mitad.
2. Aumento de los costos de producción
Evolución de los costos de producción y de los ingresos (5):
En 1970 los ingresos netos
equivalían a los costos de producción, en 2000 los costos superan 9
veces los ingresos netos.
3. Vaciamiento
del campo
(Hacia una agricultura
sin agricultores)
Mientras que desde 1970 los
rendimientos de la ganadería se triplicaron y los de la agricultura
se duplicaron, (1) el deterioro en los ingresos y el aumento
creciente de los costos, sumado a la caída de los precios de los
productos han provocado la desaparición de un gran número de
agricultores en todo el mundo.
En los Estados Unidos el
número de agricultores pasó de 6 millones en 1945 a 2 millones en
2000, fenómeno
que se repite en el resto del mundo. Disminuye la cantidad de
trabajo requerido tanto en la producción de alimentos (agricultura)
como en su elaboración (industria alimentaria). El sistema
agroalimentario cada vez genera menos trabajo y más precario.
4. Deterioro de los
ecosistemas
Paralelamente se ha
producido un gran deterioro de los ecosistemas que albergan y
sustentan la producción agropecuaria que hoy alcanzan ¼ de la
superficie terrestre. (1) Alrededor de 2/3 de las tierras agrícolas
sufrieron erosión, salinización o pérdida de fertilidad en los
últimos 50 años.
Conclusiones
Al inicio constatábamos que
los problemas alimentarios, el hambre y la pobreza lejos de haberse
revertido se han profundizado. Todos estos factores explican el
hecho de que estemos ante una
crisis que tiene
tanto una dimensión social y política, como una dimensión económica
y ecológica. Es decir, es una crisis total, que trasciende los
problemas de producción de alimentos abarcando también su
elaboración, comercialización y consumo. Por ellos, se deben pensar
estrategias diferentes que permitan revertir la falta de acceso a
los alimentos por sectores cada vez más amplios de la población.
Producirlos de forma tal que sean aprovechados, de modo adecuado y
cuidadoso, los recursos naturales y los saberes en cada lugar. Esto
es lo que se propone cuando se busca avanzar hacia la soberanía
alimentaria.
Referencias
1-
United Nations
Development Programme-World Resources Institute- World Bank. 2000.
People and Ecosystems
2-
Teubal y Rodríguez. 2001. Agro y Alimentos en la
Globalización.
3-
Escuela de Nutrición. 2000. Informe sobre desnutrición en Uruguay.
4-
Foro
Mundial de Soberanía Alimentaria Setiembre 2001 Habana, Cuba.
5-
Rosset.
2002.III Seminario Internacional Agroecología Porto Alegre.
6-
Brian Halweil. 2000.
¿Dónde han ido a parar los agricultores? World-Watch. |