Testimonio I
-
Aquí se maltrata al trabajador, lo acosan. Muchas veces te asignan tareas
muy pesadas para después decirte:
"tú no vales para este trabajo,
mejor coges tus pendejadas y lárgate". Pero esto no debe ser
así. Sabiendo que el trabajador no puede cumplir con un trabajo que es
para dos personas, ¿por qué exigen que lo haga una? Bueno, será para que
uno diga que no puede hacerlo y luego marginarlo.
-
Las compañeras se quejan que son acosadas sexualmente.
-
¡Sí, por los jefes! Ellos les dicen, si no te aflojas, te despido.
Testimonio II
-
Nosotros seguimos aquí, en huelga, esperando a ver lo qué dice el Sr.
Álvaro Noboa. Sabemos que
estamos
luchando por algo justo, por el aumento del salario.
-
¿Lo que ganan no les da para vivir?
-
¡Que va! Solamente para medio comer. Cobras el viernes y ya el martes no
tienes plata.
La
verdad no alcanza, y además nos tratan como les da la gana.
-
¿Y las condiciones de trabajo?
-
Muy duras, a veces uno tiene que trabajar hasta los domingos y si no lo
trabaja, le ponen una
multa. Es así, en esta finca lo tratan peor que a un animal.
Testimonio
III
-
Yo vivía en la plantación y me botaron. Ahora estoy aquí con los
compañeros, luchando. Soy padre y madre de mis hijos.
-
¿Cuántos hijos tienes?
-
Tengo siete niños.
-
¿Cuál es tu salario?
-
Treinta y nueve dólares semanales, trabajando de lunes a domingo.
-
¿Tú estabas aquí cuando ingresaron los sicarios?
-
Sí. Ellos tumbaron la puerta, que si no corro, me cae arriba. Unas 200
personas armadas ingresaron a la finca, no solo dispararon contra la gente
y la maltrataron, también les robaron televisores, plata, equipos de
sonido. La policía en vez de cuidarnos, respaldaba a los asesinos.
Testimonio IV
Bernabé Menéndes
-
¿Cómo te hirieron?
-
Yo estaba parado en la garita cuando salió un disparo de por allá, de la
bananera, y los perdigones impactaron en mi estómago. El médico dijo que
tengo un perdigón en el hígado.
-
¿La empresa se puso en contacto contigo?
-
No
-
¿Cuántos hijos tienes?
-
Seis
-
¿Cuál es tu salario en la finca?
-
Treinta y dos, treinta y tres dólares, trabajando de lunes a sábado.
Testimonio V
-
Eran las dos y media de la mañana, mientras los compañeros estaban
durmiendo en los campamentos, los sacaron en ropa interior y así los
subían a un furgón cerrado y los dejaban en la carretera. Imagínese, 60 /
70 trabajadores unos arriba de otros como papas, la pobre gente llegó casi
asfixiada. Yo iba en el medio del furgón y me faltaba el aire, ¿imagínese
como iban los que estaban al fondo? Aquí le pegaron hasta las mujeres y
fue muy triste sentir como los niñitos lloraban.
-
¿Cuánto ganas?
-
Veinticinco dólares, de lunes a domingo, toda la semana trabajando.
-
¿La comida que da la empresa es buena?
-
¡Horrible, mi hermano! Y un plato de comida vale US$ 1,90. Una de las
cosas que reclamamos es una mejor comida.
-
¿Hay sanitarios?
- ¡Que
va! Y tampoco hay médicos. Si uno cae enfermo acá dentro y tiene que ir al
médico, le descuentan el día.
Súmate al boicot a la Banana
BONITA
|
Autor:
Gerardo
Iglesias
© Rel-UITA