La posible "pandemia" por la gripe aviar ha generado una gran alarma social en todo el mundo. Los gobiernos y la OMS hablan de control, sin embargo millones de dólares se destinan a la compra de Tamiflu, un medicamento de cuestionada eficacia. ¿A quién beneficia esta psicosis global?

Gobiernos y organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) se encuentran inmersos en una escalada de alertas y llamamientos en busca de mecanismos preventivos para controlar la gripe aviar. Cien personas han muerto y millones de aves se han sacrificado en todo el mundo por el virus H5N1 desde que saltaran las alarmas veterinarias en 2002, cuando la cepa de gripe aviar comenzó a extenderse por Asia. Hoy, ya ha llegado a Europa y el continente africano. Se habla de pandemia y se recuerdan momentos como el vivido en 1918 por la gripe española. Sin embargo, hay voces discordantes.

En la revista dsalud se afirma que el virus de la gripe aviar fue descubierto hace ya nueve años en Vietnam y que frente a pandemias reales como el sida con millones de muertos cada año, el H5N1 tan sólo ha matado a 97 personas en todos estos años. ¿Es la gripe aviar un enemigo tan grande?

Expertos científicos hablan de la posibilidad de que el virus mute y se pueda transmitir de persona a persona como la gripe convencional. Pero lo cierto es que todavía no ha ocurrido y tampoco puede preveerse el momento en que esto suceda. Tampoco se sabe si esta mutación será o no grave. No hay que olvidar que las aves son portadoras de muchos virus, entre ellos, los de la gripe común.

A pesar de que los gobiernos occidentales hablan de control, millones de dólares se destinan a la compra del medicamento estrella, el Tamiflu, un antiviral del que aún no se conoce su verdadera eficacia. El Tamiflu, según dsalud, tan sólo alivia algunos síntomas de la gripe común y está cuestionado por gran parte de la comunidad científica.

Roche, empresa dueña de la patente del Tamiflu, ha conseguido más de mil millones de ventas de este caro fármaco en 2005. En 2004, las ventas superaron en poco los 250 millones.

La empresa suiza se hizo con la patente del Tamiflu en 1996, cuando la compró a Gilead Sciences Inc. El presidente de la farmacéutica era un tal Donald Rumsfeld, hoy sigue siendo uno de los mayores accionistas. No pasaría de mera anécdota si no es porque Gilead Sciences intentó hacerse de nuevo con la patente unos meses después de que la gripe aviar empezase a abrir todos los telediarios, según dsalud. La revista, además, afirma que ambas empresas acordaron constituir dos comités conjuntos para coordinar la fabricación y la comercialización de las ventas en los mercados más importantes, sobre todo Estados Unidos. El Secretario de Defensa norteamericano explica que él no ha tenido nada que ver. Sin embargo, denuncia dsalud, que, por ejemplo, la FDA aprobó la comercialización del aspartamo a los tres meses de que Rumsfeld se incorporase a la Administración de Reagan tras diez años de estudios sin llegar a ninguna resolución.

Este “negocio del miedo” está dando más beneficios. Empresas de venta por Internet, como eBay, están ofreciendo a los internautas artículos como máscaras antigas, trajes de protección, líquidos desinfectantes, gafas protectoras, zapatos de seguridad... para prevenirse de la gripe aviar. También en la red se han encontrado páginas donde se venden 20 cápsulas de Tamiflu por cerca de 300 euros, cuando en la farmacia este medicamento no supera los 70 euros.

Hombres de empresa de todo el mundo han visto una oportunidad de negocio en la psicosis aviar: espantapájaros digitales, trajes contra armas atómicas y bacteriológicas... pero también camisetas y mecheros con inscripciones como “Gripe aviar on tour” o “Sobreviví a la gripe aviar” ya están a la venta.

La OMS, los gobiernos y los medios de comunicación, lejos de intentar parar el miedo de los ciudadanos, siguen avivando la polémica cuando califican de “pandemia” a una enfermedad que todavía sólo ataca a las aves o a personas que conviven con ellas en condiciones de salubridad cuestionables. La UE ha gastado 40 millones de euros en programas de investigación para conseguir una vacuna desde el año 2000. Sin embargo, ¿no parece bajo el presupuesto cuando nos enfrentamos a una enfermedad que matará a millones de personas en todo el mundo?

Como sostenía Eric Fromm provocar emociones angustiosas en la población forma parte de una estrategia de poder ya que ciudadanos asustados son más fáciles de dirigir y manipular.

Ana Muñoz

Centro de Colaboraciones Solidarias

17 de marzo de 2006