Gobiernos y patronales de todo el mundo se preparan para hacer frente a
las presiones que soliciten indemnizaciones y cambios en las
pautas de trabajo a raíz de un estudio que sugiere que los
turnos nocturnos de trabajo pueden causar cáncer.
Colectivos
de pacientes oncológicos, investigadores y sindicatos están
analizando las evidencias sobre esta relación después de que
la Junta Nacional de Lesiones
Industriales de Dinamarca aprobara una compensación de hasta
134.000 euros para cada una de las 38 mujeres que
desarrollaron cáncer de mama después de trabajar un mínimo
de una noche a la semana durante, al menos, 20 años.
Una revisión de estudios de la Agencia Internacional para la
Investigación del Cáncer (IARC, según sus siglas en
inglés) concluye que el trabajo nocturno altera los ritmos
circadianos e inhibe la producción de melatonina, una
hormona que puede influir en el desarrollo del cáncer. “Es
probable que los turnos que impliquen perturbaciones
circadianas sean cancerígenos para el ser humano”,
indica el informe, que sitúa este riesgo al mismo nivel que
el de los productos químicos que contengan plomo, los
esteroides anabolizantes, la creosota, los gases de los
tubos de escape y las lámparas de rayos ultravioleta.
Anticipándose a los hallazgos definitivos del IARC
que se publicarán a finales de este año, el Centro Nacional
de Cáncer de Mama y de Ovarios australiano advirtió que
algunos estudios indicaban un “pequeño aumento en el riesgo
de padecer cáncer de mama, en un grupo limitado de mujeres,
tras 20 o más años de trabajo en turnos”. Sin embargo, estos
hallazgos eran inconsistentes y muchos de ellos estaban
“abiertos a problemas de parcialidad y a confusiones”.
Nuevos informes
Frente a la decisión, Grete Christensen,
vicepresidenta de la Organización de Enfermeras danesa,
siete de cuyos miembros recibieron compensaciones, señaló: “Ahora
puedes percibir indemnizaciones por trabajar en turnos
nocturnos igual que si estuvieras tratando en una fábrica
con productos químicos nocivos”.
Otros estados europeos, entre los que se incluyen Países
Bajos, Bélgica y Reino Unido, están
analizando la posible relación entre los turnos de noche y
el desarrollo de cáncer de mama. Estos resultados pueden
determinar si es o no procedente conceder indemnizaciones.
La Asociación de Cáncer de Finlandia ha asegurado que
un estudio sobre trabajo y cáncer realizado en los países
nórdicos, que se publicará en las próximas semanas, aportará
nuevos datos sobre el nexo entre los turnos de noche y el
desarrollo de procesos oncológicos tanto en hombres como en
mujeres.
Hasta una quinta
parte de los empleados de Europa y Estados Unidos están
sujetos a turnos que incluyen noches. Más del 30 por ciento
trabaja en los sectores de sanidad, industria, minería,
transporte, comunicaciones y tiempo libre y ocio.
Evidencias suficientes
“Hay suficientes
evidencias de que el trabajo nocturno perjudica a la salud
en ambos sexos”,
asegura Laurent Vogel, director del departamento de
Salud y Seguridad del Instituto de la Confederación de
Sindicatos Europeos. “El
objetivo es limitar la actividad laboral nocturna por
razones técnicas o sociales, y no solamente por una cuestión
de rentabilidad”.
La Junta Nacional
de Lesiones Industriales de Dinamarca examinó 75 casos el
año pasado y aprobó indemnizaciones en 38 de ellos.
Este organismo anunció que podría reconocer el trabajo
nocturno como una enfermedad profesional una vez que se
publique el informe final del IARC, agilizando la
concesión de indemnizaciones.
Robert Anderson/ Andrew Jack.
Financial Times
Tomado de
www.confia.info
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