En el inicio de
la primavera austral se sienten pasos de animales
grandes en los
sectores de la cerveza y los refrescos.
PepsiCo,
la conocida elaboradora de refrescos y snacks y la cervecera Anheuser-Busch
(A-B), filial estadounidense de InBev, acaban
de llegar a un acuerdo para adquirir de forma conjunta determinados
productos y servicios dentro de Estados Unidos. La operación
-primera de este tipo en el país entre dos grandes compañías- cubrirá
áreas como las de equipos informáticos, material de oficina, viajes y
transporte, así como reparaciones, mantenimiento y otros servicios.
El acuerdo muestra la relación cada vez más estrecha entre
PepsiCo y A-B, adquirida por InBev el pasado mes de
noviembre mediante una OPA (Oferta Pública de Adquisición) que significó
el desembolso de 52.000 millones de dólares. Ya antes de la venta,
varios distribuidores independientes de bebidas en Estados Unidos
repartían tanto las cervezas de A-B como los refrescos de
Pepsi-Cola. Por otro lado, AmBev -otra filial de InBev-
es responsable del embotellado y distribución de los refrescos de
PepsiCo en la mayor parte de América Latina. Estos
antecedentes permiten pronosticar un mayor grado de cooperación entre
PepsiCo y la cervecera en Estados Unidos.
Volviendo al acuerdo, ambas empresas mencionaron en un
comunicado que el mismo le “permitiría a ambas compañías adquirir
artículos y servicios a precios competitivos -gestionando con eficacia
unos costes que puedan reinvertirse en áreas que permitan el crecimiento
de sus empresas-”.
También se anunció que
ambas compañías crearán un equipo de expertos en adquisiciones, el que
se centrará en las áreas comunes de gastos y negociará las compras de
ambas compañías.
Otros datos relevantes
son que PepsiCo es el principal cliente en Estados Unidos
de Metal Container Corporation (MCC), una filial de A-B
que fabrica y recicla las latas de aluminio de las bebidas, mientras que
Barry Beracha, ex presidente de MCC, forma parte del
consejo del grupo Pepsi Bottling, la mayor embotelladora de
PepsiCo. Todo ello no impide que MCC también le venda latas a
Coca-Cola.
El referido acuerdo y
las vinculaciones cada vez más estrechas entre PepsiCo por un
lado y A-B
y AmBev por otro supone, en opinión de algunos analistas, una
amenaza para Coca-Cola, provocado especulaciones sobre la
posibilidad de que esta opte por desarrollar una asociación estratégica
con la cervecera británica SABMiller. Recientemente SABMiller
mantuvo conversaciones con FEMSA -el conglomerado familiar
mexicano principal embotellador de Coca-Cola en América Latina-
sobre la posible compra de su división cervezas (+
INFO),
la que comparte algunos sistemas de distribución con la división
Coca-Cola FEMSA.
En consecuencia, nos
encontramos con un nuevo aporte a la tesis que pronostica que las
compañías transnacionales van, paulatinamente, transformándose en
compañías transnacionales transectoriales.
|