A
poco más de un año del conflicto vivido por los trabajadores
de la carne, el Sindicato de Empleados del Matadero Rosario
(SEMAR) enfrenta desde hace más de 20 días el incumplimiento
de la patronal, lo que ha llevado a los trabajadores a parar
la producción. Sirel dialogó con Carlos Martínez, presidente
del Sindicato, para conocer los detalles de este conflicto y
las acciones que se han realizado.
-¿Cómo y
cuándo se originó este conflicto?
-Todo surge a raíz de que la empresa no cumplió con el
acuerdo pactado en julio de 2008, cuando nos adelantaron una
suma de dinero luego de que regresáramos de un seguro de
paro de tres meses. El acuerdo consistió en que ese adelanto
en efectivo se descontaría de los haberes de enero-febrero y
marzo de 2009, pero, sorpresivamente, el descuento total se
efectuó en el medio aguinaldo de diciembre que se pagó el 20
de ese mes. Esto originó un profundo malestar entre los
trabajadores que en asamblea decidieron paralizar la
producción ese mismo día si la empresa no reintegraba el
dinero descontado.
-¿Cómo
reaccionó la empresa ante esta medida del sindicato?
-Propuso pagar al siguiente día hábil, pero los trabajadores,
ya cansados de promesas, nos mantuvimos firmes en la postura
de paralizar la producción si no nos reintegraban lo
descontado ese mismo día. Esa decisión se tomó en asamblea y
contó con un amplio apoyo de los trabajadores, nuestro
sindicato cuenta con un 95 por ciento de afiliados.
-¿Cuántos días de conflicto llevan y cuáles han sido los
pasos que siguieron?
-Estamos en huelga desde el 20 de diciembre pasado. Hemos
mantenido dos reuniones en la Dirección Nacional de Trabajo
(DINATRA) en las cuales no hubo avances; también
mantuvimos una reunión bipartita con la empresa donde ésta
se comprometió a traer una propuesta en el correr de esta
semana. Cabe señalar que fue muy importante la participación
de la Federación de Obreros de la Industria de la Carne (FOICA)
para que se realizara esta reunión.
-Además
de la FOICA, ¿han recibido algún apoyo?
-Hemos recibido el apoyo de diversos sindicatos, de los
comerciantes que no nos dejan faltar verdura, carne,
comestibles. No así de la clase política de Rosario, cuya
participación sería fundamental ya que somos 150 familias
que aportamos a la ciudad; a pesar de eso no se ha acercado
ningún dirigente político ni se han interesado en nuestra
situación.
Aprovecho la ocasión para agradecer a los compañeros que nos
están apoyando y a la UITA por acercarse y divulgar
este conflicto, para nosotros es muy importante saber que no
estamos solos.