En el reciente Foro
Tripartito sobre los Cambios en el Sector Turismo y la Hotelería y sus Impactos
en las Relaciones de Trabajo y los Recursos Humanos, Ron Oswald, secretario
general de la UITA, dejó en evidencia la problemática que acarrea el sector,
donde se crean muchos empleos pero muy lejos del concepto que engloba el Trabajo
Decente. A continuación transcribimos su presentación.
Los sindicatos han sostenido
desde siempre que el empleo es invariablemente la mejor arma para luchar contra
la pobreza. Sin embargo, uno de los sectores de mayor expansión en los últimos
años, el relacionado al turismo, parece hacer caso omiso a esta premisa.
La pobreza azota de manera
fuerte a países en los que el turismo crece rápidamente, y no hay repercusiones
positivas para la economía, el medio ambiente y los sectores sociales. La
problemática en torno al crecimiento de este sector supera lo meramente
económico.
El turismo puede generar -y
de hecho genera- en muchos países crecimiento económico, pero tiene que haber
una estrategia atinada porque, si no, los resultados son los que estamos viendo
hoy en muchos países: fuga financiera y repatriación de beneficios por parte de
compañías extranjeras.
De esta manera, el turismo
se transforma en una especie de paquete de capitales que se mueve sin dejar
huella positiva visible en los países en los que se desarrolla.
Hablamos de un sector en el cual el 50 por
ciento de los trabajadores tiene menos de 25 años, las mujeres reciben sueldos
injustamente bajos, menores casi en un 60 o 70 por ciento comparados con los de
los hombres; la gran mayoría de los trabajadores del sector desempeña sus tareas
de manera irregular, sin condiciones básicas aseguradas, y muchas veces incluso
por fuera de los marcos legales vigentes en cada país.
La situación se agrava porque a los
trabajadores muchas veces ni siquiera se les permite formar sindicatos.
Los trabajadores caen así en una situación de enorme vulnerabilidad y permanecen
entre las categorías más explotadas, con leyes que en la práctica no se aplican
y normas internacionales que son completamente ignoradas.
El turismo
una especie de paquete de capitales que se mueve sin dejar huella
positiva visible en los países en los que se desarrolla. |
Cómo avanzar en este tema y
plantear soluciones concretas para el sector es una pregunta que parece difícil
de responder. Desde la UITA entendemos que la solución debe buscarse en
los sindicatos y la OIT también puede colaborar. Necesitamos instar a la
OIT a que nos ayude en el sector, para llevar adelante una agenda que
promueva el Trabajo Decente.
Los sindicatos están
intentando ayudar a los trabajadores, incluidos los del sector informal, pero
nos queda mucho por hacer. Se entiende en muchos ámbitos que ser responsable es
respetar la ley, y esto debería indignarnos. La ley es apenas lo mínimo. Es la
base.
Es hacia niveles superiores
que debemos apuntar. Y son a esos niveles superiores a los cuales los
empleadores deberían tender voluntariamente. Debe exigirse mayor responsabilidad
social de las empresas.
Por otra parte, debemos
regular la oferta laboral en los sectores relacionados al turismo para que una
gran parte sea desarrollada a nivel local y allí queden las ganancias.
Asimismo, debe hacerse hincapié en crear
empleos permanentes y estables para así reducir la pobreza de los trabajadores
en la industria.
Y es necesario, tan necesario que diría que es pieza clave en esta encrucijada
que enfrentamos, lograr para estos
trabajadores el acceso a las negociaciones colectivas y al diálogo social.
Allí, creo yo, está la clave
para eliminar la situación de vulnerabilidad que padecen estos trabajadores y
trabajadoras.
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