Con Siderlei de Oliveira
¿Quién compró Parmalat Brasil?
Parmalat Brasil fue un caso excepcional en el marco
de la crisis global que esta transnacional padeció
en 2004, ya que se logró que se mantuviera la
estabilidad general. Su reciente venta a un, hasta
ahora, misterioso comprador vuelve a agitar las
aguas. Siderlei de Oliveira, presidente de la CONTAC,
dialogó con Sirel sobre este tema y también sobre
sus expectativas en relación con la próxima
Conferencia Internacional del Sector Lechería de la
UITA.
-La semana pasada se realizó, tal vez, la última
reunión entre la empresa y la Comisión Nacional de
Trabajadores de Parmalat…
-Sí,
porque su venta tomó estado público. Todavía no
sabemos quién compró, puede ser alguna transnacional
del sector lácteo o una empresa del área
alimentación.
-Este tipo de procesos se está observando en muchos
países…
-Y en Brasil,
luego
de la fiebre aviar, muchas grandes empresas avícolas
comprendieron que debían diversificarse para no
depender de un solo segmento.
Por esa razón,
Perdigão -una de las mayores avícolas de Brasil,
que fusionó con Sadía el pasado año y formó Brasil
Foods-
compró
Batávia,
dueña de la marca
Batavo
y
Eleva
Alimentos,
que en su portafolios cuenta con la marca
Elegê.
En este camino de la diversificación no sólo está
Perdigão,
también
muchas otras grandes empresas de Brasil que ven
en la lechería, un sector en franco crecimiento y
lucrativo.
La tendencia es adquirir aquellas compañías que
tienen marcas reconocidas, y se encuentran al acecho
de las unidades que están con problemas financieros.
-¿Qué sucedió con Parmalat?
-En Brasil logramos sortear la crisis que
sacudió a la transnacional cuando el crack en 2004.
Formamos una
Comisión Nacional de Trabajadores de Parmalat,
nos reunimos con autoridades de gobierno, incluso
con el propio presidente Luis Inacio “Lula” da
Silva, y nuestra exigencia fue que la misma no
se vendiera “en pedazos”, porque de esa manera
estaban en serio riesgo los puestos de trabajo.
Como el colectivo de la
UITA sabe
muy bien, quien habla integró una Comisión del
gobierno de Brasil que fue a Italia
para tratar la situación de
Parmalat.
Así, pude entrevistarme con
Enrico
Bondi,
el interventor general de
Parmalat
designado por el gobierno italiano, y fui el primer
sindicalista que tuvo esa oportunidad.
-Y la Comisión trabajó muy bien…
-Es cierto. Gracias a la intervención del gobierno
brasilero y las acciones llevadas a cabo por esa
Comisión, más el trabajo de los productores,
logramos que no se cerrara ninguna planta y no se
perdieran puestos de trabajo.
-La unidad y movilización de los trabajadores puede
ir siempre a más…
-Una vez más eso quedó demostrado. En aquel momento
del crack los
afiliados a la CUT y Fuerza Sindical
dejaron de lado sus divergencias históricas para
concentrarse exclusivamente en la defensa del empleo
y las demandas de los trabajadores y trabajadoras.
Y no sólo se impidió que se cerraran plantas o la
reducción de la plantilla laboral, logramos además
un acuerdo nacional donde negociamos salarios mucho
mejor que otros sectores que no estaban en crisis.
-Una vez más, ello demuestra que los sindicatos
logran la unidad de acción cuando el agua les llega
al cuello…
-(Risas) Bueno, a veces no tan arriba…
-Ahora Parmalat está en una situación peor que la de
2004, y otra constatación: quien no proviene del
sector lechero y pretende manejar la empresa láctea
como a cualquier otra…
-¡Quiebra!...Eso sucedió con
Laep Investments,
que en julio de 2009 pasó a controlar
Parmalat. El empresario que no conoce el sector y llega sólo por la
expectativa de ganar dinero rápidamente, fracasa.
Parmalat
pasó a manos de
Laep que consolidó una buena experiencia en el sector limpieza
con BomBril, pero
fracasó en la lechería.
Hoy Parmalat
es una buena marca, sin producción y sin capacidad de
atender la demanda de sus clientes. Que hoy se esté
hablando de su venta nuevamente es algo positivo,
pero hay que ver quién la comprará... espero que no
sea Nestlé...
-¿Por qué?
-¡Tú sabes bien por
qué! (Risas).
Más concentración de la producción, menos empleos,
menos productores... entre otras cosas. Esperemos
que sea una empresa que pretende expandirse en el
sector, competir y generar otras oportunidades que
no se tendrán con
Nestlé.
-¿Qué esperas de la Conferencia Internacional del
Sector Lácteo de la UITA?
-Espero una Conferencia diferente, como me parece
que será. Es muy importante llegar a una actividad
así y que a través del
Sirel
y la página en Internet de la
Rel-UITA
estemos conociendo desde ya cuáles son los problemas
en otros países, conociendo a varios de los
delegados y sus análisis sobre el sector.
Por otro lado, confío en ATILRA y en su
capacidad de organización. Será un gran encuentro y
espero que se fortalezca el sector lácteo en la
UITA y que tenga su estructura como la tienen
los trabajadores hoteleros, del tabaco y la
agricultura.