Argentina

 

La unión global,

futuro estratégico

para los trabajadores

 

Después de la apertura de la Conferencia por parte de representantes de las más altas autoridades gubernamentales y sindicales vinculadas al sector en la Argentina, durante la cual se destacó la representatividad y la pluralidad de la asistencia, los integrantes del panel expresaron su optimismo sobre los resultados del evento, haciendo especial hincapié en la posibilidad excepcional que abre este encuentro de fortalecer la coordinación global de los trabajadores y trabajadoras de la lechería.

 

En el primer tramo de la Conferencia expusieron representantes de la industria procesadora, de las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) y de los productores de leche presentando miradas bastante diversas.

 

El ingeniero Miguel Angel Paulón, presidente del Centro de la Industria Lechera (CIL), destacó que las empresas -medianas y grandes- que integran el Centro procesan el 65 por ciento de toda la leche que se produce en Argentina, y señaló que en el marco de una creciente demanda a nivel nacional e internacional, el CIL estima que, siendo que la industria mantiene una importante capacidad ociosa, en cinco años la producción de leche debería incrementarse de 5 mil a 7 mil litros/hectárea al año, llevando la producción total anual de 10 mil millones a 14 mil lo que permitiría la ocupación a pleno de la capacidad ociosa y un aumento notable del empleo.

 

El ingeniero Pablo Villano, presidente de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (APYMEL), por su parte, expresó que las PYMES del sector trabajan esencialmente para el mercado interno, y que las principales dificultades que enfrentan se relacionan con la falta de inversión en tecnología, que atribuyó al escaso margen de beneficios que reciben y a la imposibilidad de acceder a créditos blandos de los cuales se benefician las grandes empresas.

 

A continuación realizó su presentación el médico veterinario Ricardo Garnero, de la Mesa de Productores de Leche de la Provincia de Santa Fe (MEPROLSAFE), quien desarrolló una visión diferente a las anteriores al tratarse de quienes le venden leche a las empresas procesadoras. Garnero tocó asuntos esenciales para el sector como el mecanismo de formación de precios del cual los productores están ausentes y es establecido de forma unilateral por las empresas procesadoras a la que acusó de mantener prácticas oligopólicas.

 

Resaltó que en las últimas dos décadas han desaparecido mil tambos por año, totalizando actualmente apenas 10.557 unidades productivas. ¿Hasta cuándo? ¿Cuántos vamos a quedar?, preguntó.

 

Luego señaló que existe un grave problema en el país con el uso y la tenencia de la tierra, ya que en la actualidad el 42 por ciento de la leche se produce en campos alquilados, arriendo que se calcula sobre la base del tonelaje de soja que produciría el área, provocando una gran distorsión en el costo pues el alquiler representa el 18 por ciento del precio de equilibrio de la leche.

 

Finalmente, en lo que fue uno de los momentos más altos de la jornada, Garnero llamó a establecer mecanismos de equidad en el sector mediante legislación específica que fije criterios sustentables en la distribución de la renta lechera.

 

A continuación, el secretario general de la Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea de la República Argentina (ATILRA), Héctor Ponce, historió la vida del sindicato desde su fundación y señaló -después de la proyección de un video alusivo- que si bien en la actualidad las relaciones entre ATILRA y las empresas es óptima, esto es el resultado de un proceso que llevó varios años y que tuvo sus momentos de grandes enfrentamientos.

 

Abogó por una actitud de encuentro entre trabajadores y empresarios sobre la base del respeto a los derechos laborales, la negociación y la contratación colectiva.

 

Llamó a analizar con atención y creatividad el futuro del sector, ya que parece imprescindible la adopción de una estrategia que incluya la coordinación global de las organizaciones sindicales del sector lácteo.

 

El secretario general de la UITA, Ron Oswald, enfocó su intervención sobre todo en las campañas internacionales desarrolladas en torno a los comportamientos antisindicales de las transnacionales de la alimentación, la hotelería y otras en países como Paquistán, Turquía, Filipinas e Indonesia. En varios de estos casos la utilización de campañas globales se reveló una herramienta positiva para las organizaciones sindicales.

 

También señaló que algunas empresas como Pepsico y Kraft se han negado a reconocer a la UITA como contraparte.

 

En otras, como Coca Cola, hay un avance concreto en el proceso de construcción de una alianza mundial de trabajadores de esta empresa. Ron sugirió que los sindicatos de empresas como Arcor, Kraft, Danone, Nestlé, Unilever, InBev, SABMiller, entre otras, son susceptibles de emprender el mismo camino en los años que vienen.

 

Finalmente se abrió un espacio de debate en el cual varios delegados informaron sobre las situaciones que están viviendo sus sindicatos, en general de empresas transnacionales como Nestlé, sobre la cual se encuentra en desarrollo una fuerte campaña internacional de la UITA que acuñó el término “Nespresión” y que se refiere a la actitud cínica de esta compañía, condición sobre la cual se colectivizaron numerosos ejemplos.

 

Hoy será el último día de la Conferencia en Buenos Aires, y la actividad continuará en la ciudad de Sunchales, en la provincia de Santa Fe.

 

 

En Buenos Aires, Carlos Amorín

Rel-UITA

10 de marzo de 2010

 

 

 

 

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