Uruguay

La mar no estaba serena

 

 

Desde hace varias semanas los trabajadores de la pesca, agrupados en el Sindicato Único Nacional Trabajadores del Mar y Afines (SUNTMA), están en conflicto con la patronal

 

La negativa de los empresarios a negociar refleja en grado extremo una actitud de toda su clase hacia la política laboral del gobierno. En diciembre del año pasado se derogó el decreto ley que no reconocía a los trabajadores con determinada forma de remuneración, las condiciones de trabajo comunes al resto de la clase trabajadora (limitación de jornada, indemnización por despido, descanso semanal, licencia, salario vacacional, aguinaldo, feriados pagos y  alimentación en el barco).

 

Pocos meses después de la aprobación de la ley 18.066 que deroga el decreto, se ha desatado un grave conflicto en el sector. Desde el 26 de enero los trabajadores manifestaron su decisión de negociar un nuevo convenio colectivo, ya que el que estaba en vigencia expiró el pasado 30 de abril. Sin embargo, de acuerdo a lo expresado por dirigentes del SUNTMA ante la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Representantes, “la constante, tanto en el marco de los Consejos de Salarios como en las negociaciones bipartitas, ha sido la negativa y el permanente boicoteo por parte de las cámaras empresariales a instalar ámbitos serios de negociación”. El sindicato reclama una recuperación salarial luego de 12 años sin aumentos. Si bien voceros de la Cámara de Armadores Pesqueros del Uruguay (CAPU) han manifestado que los trabajadores del mar tienen beneficios que el común de los trabajadores uruguayos ni siquiera imaginan. Los trabajadores por su parte señalan que eso forma parte del pasado, cuando se pescaba mucho. Actualmente la situación es otra debido a la pesca de arrastre, a la sobreexplotación del recurso, que ha llevado a que se hagan menos viajes al mes.

 

Por otra parte, existen viejas reivindicaciones de carácter social, como una jubilación bonificada que atienda a las características excepcionales del trabajo en mar. Debe tenerse en cuenta que el trabajador embarcado está a la orden las veinticuatro horas del día y sin embargo, solamente se le computa un jornal a los efectos jubilatorios, como si trabajara ocho horas. Además cuando está en tierra, carece de cobertura por enfermedad. La situación no es uniforme, por ello no está toda la flota paralizada. Los barcos dedicados a la pesca del calamar siguen trabajando porque tienen un acuerdo casi total con sus armadores, aunque aún no se haya documentado. Los atuneros hace 10 meses que no salen, aunque últimamente hubo arreglo en algunos barcos. No existe acuerdo en las embarcaciones de pescado congelado, de merluza fresca ni para los barcos de la costa.

 

La industria pesquera tiene características peculiares. Surgió al abrigo de un fuerte apoyo estatal en tiempos de dictadura. Se basa en la explotación de un recurso que pertenece a todos y que si no se explota con responsabilidad puede comprometer el desarrollo sustentable del mismo. Por otra parte, la concesión de permisos de pesca, de acuerdo a lo expresado por dirigentes del SUNTMA, no es adecuada a las posibilidades de captura. Debe tenerse en cuenta que el Río de la Plata se comparte con Argentina y que en determinadas especies existen cupos que no pueden superarse..

 

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15-12-2006


Triunfo de los trabajadores de la pesca

 

Por Uruguay Ortiz

Asimismo, dentro del sector patronal hay diferencias sensibles. En la pesca de merluza y otras especies de alto valor comercial una sola empresa (FRIPUR) representa casi el 50 por ciento de exportaciones del país. En los barcos de media altura y costeros, hay dos o tres grupos económicos que están aprovechando esta situación para absorber a los pequeños armadores que no  tienen planta. Los dirigentes del SUNTMA denunciaron esa situación en el Parlamento. Se hizo referencia a un empresario que tiene solamente dos barcos y no tiene planta y que estaba dispuesto a seguir trabajando con el fin de negociar un convenio. Los sindicalistas afirmaron que el resto de la Cámara lo presionó con la posibilidad de no comprarle pescado. Finalmente el pequeño empresario le confesó a los sindicalistas: "No puedo arreglar porque si no es la muerte” 1.

 

Actualmente algunos sectores están negociando, incluyendo desde el martes 22 los barcos costeros, dedicados básicamente a la captura de la corvina. Los empresarios de barcos congeladores, representados por CAPU, no aceptaron abrir un ámbito de negociación y presentaron un escrito en el cual señalan que no es necesario celebrar un convenio colectivo. Aducen que ya han llegado a acuerdos con algunas tripulaciones y que celebrarán contratos individuales de acuerdo al Convenio Nº 114 de la OIT. Debe tenerse en cuenta que si bien el Convenio aludido versa fundamentalmente sobre el contrato individual de enrolamiento, dichas disposiciones “deberán ser aplicadas mediante leyes nacionales o mediante contratos colectivos” (artículo 12 del Convenio 114). Según nos confiaba José Pedro Franco el contrato propuesto es la puesta en práctica del derogado Decreto Ley, que según él nunca dejó de regir en determinados barcos congeladores.

 

Este conflicto determinado por la intransigencia patronal coincide con un significativo estancamiento del Compromiso Nacional. El 13 de diciembre pasado el gobierno uruguayo convocó a trabajadores y empresarios a los efectos de alcanzar un acuerdo en materia de políticas económicas y sociales y compatibilizar intereses diferentes en torno a un proyecto estratégico nacional. El 9 de febrero, las gremiales empresariales se retiraron del Compromiso Nacional exigiendo la modificación de la Ley 18.099 que establece normas de protección de los trabajadores ante los procesos de tercerización.

 

Una vieja letrilla de nuestra lejana infancia decía: “la mar estaba serena, serena estaba la mar”.  Hoy podemos decir que la mar no está serena2. En un estado democrático, en el cual existen todas las garantías, los empresarios se permiten, utilizando su poder económico boicotear las normas que favorecen a los trabajadores, a pesar de haber sido aprobadas por el Parlamento, depositario de la soberanía. Por ello la causa de los trabajadores del mar es la nuestra.

En Montevideo, Uruguay Ortiz

© Rel-UITA

1 de junio de 2007

 

 

 

1 Comisión de Legislación del Trabajo, 8 de mayo de 2007, intervención del dirigente del SUNTAMA Sergio Colo

2 Los marineros utilizan la expresión “la mar”, a diferencia de quienes solamente caminamos por la costa y decimos “el mar”.

 

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