La Central Unitaria de Trabajadores de
Colombia (CUT) está conmemorando sus 25 años
de existencia, consecuencia de una decisión
político sindical de diferentes fuerzas que
convergieron para trabajar en la perspectiva
de construir una central única en el país.
El nacimiento
El 26 de septiembre de 1986, luego de un
proceso de varios meses, la Confederación
Sindical de Trabajadores de Colombia (CSTC),
de tendencia comunista, la Unión de
Trabajadores de Colombia (UTC), de
tendencia demócrata cristiana ligada a la
CIOSL, el sindicalismo independiente
-entre ellos el magisterio y el sector
petrolero-, y 17 Federaciones de la
Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC)
se reunieron en la Plaza de Bolívar para
proclamar la constitución de la CUT.
Yo tuve el honor de ser designado para
presentar la proclama ante los más de 20 mil
trabajadores y trabajadoras en aquel
histórico acto.
La CUT surgió teniendo como eje de su
plataforma de principios, a la unidad en la
pluralidad política.
Los primeros pasos
La reacción de la derecha fue violenta, ya
que empezaron a masacrar a los dirigentes
sindicales de la Dirección Nacional en
varias regiones del país.
Hoy, la OIT tiene un reporte de 2.745
sindicalistas asesinados desde aquel 26 de
septiembre de 1986 a la fecha, todos
integrantes de la CUT.
Esa es la parte triste de esta gesta, pero
también es el alimento espiritual para
mantener vivo el propósito de la CUT
que es trabajar por una sociedad
democrática, con inclusión social, de luchar
contra todo intento de totalitarismo o
acción del Estado que vulnere los derechos
de los ciudadanos en general, de trabajar
por la soberanía nacional que significa
defender los intereses económicos del país,
sobre todo representados por sus recursos
naturales y su biodiversidad, y de defender
el derecho a la autodeterminación del pueblo
colombiano ante las potencias externas.
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La OIT
tiene un reporte de 2.745
sindicalistas asesinados desde
aquel 26 de septiembre de 1986 a
la fecha, todos integrantes de
la CUT. |
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En la actualidad, la CUT mantiene su
estructura tal como le fue inspirada por
quienes la fundaron, pues sigue siendo
autónoma, pluralista, diversa en materia de
visión y opinión política, y permanece como
la central mayoritaria no obstante las
grandes dificultades que enfrenta el
sindicalismo en este país.
Es la única central que tiene un trabajo de
convergencia social con los indígenas, con
los estudiantes, con las mujeres cabezas de
hogar, dentro de una estructura que coordina
el accionar de estas fuerzas sociales con el
sindicalismo.
La celebración
La ceremonia de los 25 años fue muy emotiva
porque se desarrolló con un carácter
programático y pedagógico para debatir temas
como el modelo económico, la soberanía
nacional, el desarrollo del sindicalismo y
los derechos humanos en este milenio.
Hubo un acto central en el Centro de
Convenciones Gonzalo Giménez de Quesada, en
Bogotá, al que asistieron más de 1.500
invitados, sindicalistas, políticos,
autoridades gubernamentales, misiones
diplomáticas, organismos de derechos
humanos, la academia, las diversas Cortes
institucionales, entre otros.
Me gustaría resumir lo vivido en ese acto en
una sola frase pronunciada por un trabajador
sindicalizado de base, cuando en el marco de
un documental que se exhibió en el acto le
preguntaron cuál era en su consideración el
mayor éxito de la CUT en estos 25
años. Y él respondió: “El solo hecho de
existir todavía”.
Es una síntesis inmejorable de las grandes
dificultades que enfrenta el sindicalismo en
Colombia, y valoriza que la CUT
se mantenga aún vigente y viva en sus mismos
principios.
La CUT y la UITA
La UITA fue protagonista en la
construcción de la CUT ya que en esa
época la ORIT, liderada por Luis
Anderson, y los secretariados
profesionales, entre ellos la UITA
con Enildo Iglesias al frente,
hicieron causa común para apoyar esta
iniciativa.
Participaron en reuniones de organización
que apuntaban a la constitución de una
Directiva Nacional unitaria integrada por 14
dirigentes sindicales, entre los cuales
estuve presente.
También participaron en el Primer Congreso
Constitutivo de la Central, en el cual
recuerdo que estuvieron Enildo y
Siderlei de Oliveira, entre otros
dirigentes de la UITA.
La Internacional tiene una vinculación
histórica con la CUT que se consolidó
con la firma de un Convenio en la reunión
del Comité Ejecutivo de la central reunido
en noviembre pasado en Bogotá, entre la
Secretaría Regional y la Dirección Nacional
de la CUT para trabajar asuntos de
mutuo interés de forma interinstitucional,
fundamentalmente los temas de derechos
humanos y la presencia sindical en la
industria agropecuaria colombiana.
El horizonte
Nuestros principales desafíos son
esencialmente tres: fortalecer de forma
organizada, programática y convergente toda
la lucha social en Colombia
relacionada con el trabajo de movilización
que exige confrontar el modelo económico
mundial que nos afecta a todos los pueblos
del mundo de la misma manera.
El segundo es fortalecer de forma intensa la
relación con los jóvenes, los estudiantes,
las mujeres y los campesinos indígenas para
hablar un lenguaje común y tener una tarea
conjunta de alcance continental en
América Latina, con la perspectiva a
contribuir a generar cambios en el modelo de
Estado proclive al neoliberalismo que se
mantiene en nuestros países.
El tercero se refiere a avanzar con fuerza
en la formación de la militancia política
desde una concepción pluralista, con la
perspectiva de asumir poder para ser
gobierno. Está claro que mientras el
sindicalismo no ejerza poder a través de la
conducción de los Estados estaremos
dependiendo del que hacer de los partidos
tradicionales, habitualmente corruptos y de
derecha, mientras quedamos reducidos a hacer
trabajo de oposición.
Podemos trabajar en la perspectiva de
algunos ejemplos que ya se han dado en el
mundo de cómo el sindicalismo ha asumido
poder, como parte de la responsabilidad que
tiene la CUT de ayudar a construir
una sociedad y una democracia
participativas.
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