La empresa agroexportadora utiliza matones
para evitar que los trabajadores se
sindicalicen
El éxito de la agroexportación se basa en la constante
violación de los derechos laborales, con
jornadas mayores a las 8 horas diarias, sin
seguridad social, con regímenes de contrato
temporal e ingresos menores al sueldo
mínimo, explicaron los dirigentes sindicales
de la empresa agroexportadora Camposol
SA., al Tribunal Permanente de los
Pueblos.
Rosa Parihuanchui,
dirigente sindical despedida, denunció que
Camposol, perteneciente a la noruega
Dyer Coriat Holding, viola
sistemáticamente los derechos laborales y se
niega a la reposición de más de 380
despedidos por el solo hecho de pertenecer
al sindicato.
“Utiliza matones para contrarrestar las demandas de
trabajadoras y trabajadores, pese a las
cuantiosas utilidades que le reporta la
exportación de alcachofa, espárragos, palta,
mango y pimienta”, dijo.
Las utilidades de empresa de capitales noruegos y peruanos,
líder en el cultivo, cosecha, procesamiento
y comercialización de hortalizas y fruta,
superan los 100 millones de dólares.
Ante el Tribunal que preside el sacerdote belga François
Houtart, la dirigente afirmó que al
amparo de la Ley 27.360, Ley de Promoción
Agraria, que permite menores estándares
laborales, la empresa vulnera los derechos
de 3.000 trabajadores que laboran en sus 16
mil hectáreas, mientras acusa de subversivos
a los que pretenden sindicalizarse.
Relato los abusos que sistemáticamente comete la empresa y
cómo en junio pasado resultaron heridos de
bala cuatro trabajadores a consecuencia de
la represión desatada para contener las
movilizaciones en demanda por la reposición
de sus compañeros injustamente despedidos.
Hasta el momento la empresa se ha
desentendido de proporcionales atención
médica a los heridos.
La dirigente despedida destacó las importantes relaciones que
tiene Camposol, afirmó que José
Chlimper ex ministro fujimorista,
tendría intereses en la empresa y que
circulan rumores que vinculan al propio
presidente de la República Alan García
con esta agroexportadora que opera en el
departamento de La Libertad a 500 kilómetros
al norte de Lima.
Luis Izarra,
representante de la Confederación General de
Trabajadores del Perú (CGTP) al
respaldar la denuncia ante el Tribunal
señaló que las acciones de Camposol SA
representan vulneraciones al derecho a la
libertad sindical, al derecho a no sufrir
discriminación en el trabajo y al derecho a
la seguridad y la vida.
Indicó que otros métodos de agresión que implementan las
empresas es la formación de sindicatos
paralelos y amenazas a los trabajadores.
“Por estas razones, la Ley de Promoción Agraria debe ser
derogada y el número de inspectores
laborales en las zonas rurales se tendría
que incrementar. Los despedidos deben se
repuestos y cesar las hostilizaciones a los
dirigentes sindicales”, reclamó el
representante de la CGTP.
En representación de la empresa hizo su descargo ante el
Tribunal Permanente de los Pueblos, el
subgerente de Recursos Humanos de Camposol,
Donaldo Torres, quien trató de
desvirtuar las denuncias, y a modo de
defensa sostuvo que los pliegos de reclamos
resueltos en trato directo con tres
sindicatos es una prueba que la empresa sí
dialoga con los trabajadores.
“Estamos cumpliendo con las leyes, con la Constitución y con
las normas internacionales y en la empresa
nunca hubo despidos sino simplemente
culminación de contratos laborales”, afirmó
el representante de la empresa.
El Tribunal también escuchó las denuncias contra las
transnacionales Roche y Boehringer,
que aplicaron medicamentos contra enfermos
de VIH y VIH/SIDA sin los
controles sanitarios que establece la
legislación brasileña.
Renata Reis,
representante de la Red Brasilera de
Integración de los Pueblos, afirmó que las
transnacionales pretenden imponer sus
productos sin ningún tipo de restricciones
al amparo de los tratados de libre comercio.
Igualmente, se escuchó la demanda de organismos ecologistas
chilenos contra las transnacionales noruegas
Marine Harvest y Cermaq, por
reiteradas violaciones a la legislación
ambiental y laboral.
Representantes chilenos denunciaron que la permisividad del
Estado permitió la ocupación destructiva de
ecosistemas, la existencia de centros de
cultivo ilegales, el uso de químicos
prohibidos, lo que llevó a países europeos a
congelar la importación del salmón.
En el marco de la Cumbre de los Pueblos Enlazando
Alternativas 3, se reúne el Tribunal para
analizar la actuación de las transnacionales
europeas en el continente americano.
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