Café INCASA,
propietaria de las plantas de Coca Cola Norte y Sur en
Guatemala, viene desarrollando desde 2001 una campaña
antisindical jalonada por trece despidos de dirigentes de
Coca Cola del Sur en estos cuatro años. El Sindicato de
Trabajadores de Café INCASA, apoyado por FESTRAS, viene
luchando por la reposición de estos trabajadores despedidos.
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-¿Cómo está la situación actualmente en Coca Cola?
-Los compañeros del Sindicato de Trabajadores de Café INCASA,
sección Coca Cola
del departamento de Retalhuleu, en el sur de
Guatemala, viven una situación muy grave y anómala, porque
desde 1996 libran una dura lucha contra la transnacional que
en esa época inició un juicio contra el sindicato. Ese
juicio nunca prosperó, pero desde entonces la empresa ha
desatado una campaña antisindical, junto al movimiento
solidarista que en esta parte de América tiene bastante
fuerza.
Coca Cola ha llegado al extremo de
fingir que cumple la ley aceptando a uno
de los compañeros para despedirlo 15
minutos después, y así pretender
reiniciar todo el trámite judicial
nuevamente como si fuese un despido
normal. Es realmente una burla y a los
derechos laborales elementales. Ya no
hay fundamento legal ni político para
que no se cumpla la disposición legal. |
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-¿Cómo se concretó esa campaña?
-En 2001 varios compañeros fueron amonestados sin motivos
reales, otros fueron cambiados de puesto, y a otros más los
suspendió sin causa justificada durante un plazo mayor al
legalmente establecido. Paulatinamente fue despidiendo
compañeros hasta totalizar 13 en la actualidad. De ellos,
nueve continúan luchando para ser reinstalados en sus
puestos de trabajo. Hemos recorrido todos los tribunales
posibles, incluyendo la Suprema Corte de Justicia y hasta la
propia Corte de Constitucionalidad, y cada uno de ellos
falló a favor de los compañeros. Sin embargo, la empresa
continúa utilizando subterfugios legales de manera viciosa,
como la reiteración de recursos de amparo injustificados,
para no cumplir con lo que ordenan los tribunales. Ha
llegado al extremo de fingir que cumple la ley aceptando a
uno de los compañeros para despedirlo 15 minutos después, y
así pretender reiniciar todo el trámite judicial nuevamente
como si fuese un despido normal. Es realmente una burla y a
los derechos laborales elementales. Ya no hay fundamento
legal ni político para que no se cumpla la disposición
legal.
-¿Qué acciones ha tomado FESTRAS?
-Hemos venido apoyando a estos compañeros dándoles
asistencia legal, haciendo movilizaciones ante las
instalaciones de la empresa exigiendo el cumplimiento de los
fallos judiciales, y en una reunión mantenida esta semana
con el sindicato hemos decidido manifestarnos pacíficamente
el próximo 20 de septiembre ante la Suprema Corte de
Justicia, exigiendo que se respete la resolución de la Corte
de Constitucionalidad que en Guatemala es el órgano máximo
en materia legal. Con el apoyo del movimiento solidarista la
transnacional está amedrentando a los trabajadores,
diciéndoles que la embotelladora central de
Coca Cola en
la capital va a cerrar, y que eso es por culpa del sindicato
que los ha colocado al borde de la quiebra. Luego los
amenazan con despedir a quien se afilie al sindicato, y para
reafirmar la amenaza ponen como ejemplo a los compañeros que
estamos apoyando, quienes después de tanto tiempo no han
logrado reintegrarse. Esta acción empresarial ha impedido
hasta ahora fortalecer el sindicato. Continuaremos con esta
campaña y esperamos que la solidaridad internacional nos
ayude a que Coca
Cola respete la ley en Guatemala.
Entrevista de Carlos Amorín
© Rel-UITA
13 de setiembre de 2005