-¿Qué opinión le merece la aplicación de
la Convención Colectiva que concluyó su
vigencia?
-Podemos afirmar, que durante los dos años de vigencia, la
Convención se cumplió sin ningún
conflicto significativo y creo que eso
obedece a las garantías conquistadas en
las cláusulas normativas que han
ocasionado el fortalecimiento de las
relaciones sindicato-empresa.
-¿Los conflictos por violación de la
Convención en pasadas ocasiones se han
ido superando?
-Si, en realidad la empresa entendió que su actitud
antisindical y su pretensión de aplicar
la convención de acuerdo a su criterio
unilateral, sólo le traía conflictos
laborales y presión internacional, en
virtud de la solidaridad y el apoyo de
la UITA; incluso exigiéndole a
Coca-Cola Company que asumiera su
responsabilidad por las actuaciones de
quien tiene la franquicia de
embotellado.
-¿Qué se plantea hoy en el pliego de
peticiones?
-En esta oportunidad la asamblea del sindicato consideró que
los capítulos normativos sobre garantías
sindicales y de estabilidad laboral, son
herramientas suficientes para atender
ese frente y por lo tanto el pliego se
limitó a presentar las cláusulas sobre
asuntos económicos y de bienestar
social, basados en lo ya conquistado en
convenciones anteriores, pero con
incrementos razonables y serios.
-¿En qué ambiente laboral se da inicio a
la nueva negociación?
-Consideramos que hay un ambiente positivo, pues no existen
conflictos pendientes por solución, pero
además, la empresa, en esta oportunidad,
no presentó la clásica contrapuesta que
siempre planteaba, como la eliminación
de cláusulas sobre garantías sindicales
y/o estabilidad. Hoy el panorama es
otro.
-¿Con qué factores externos cuentan como
apoyo a recurrir en caso de ser
necesario?
-Siempre hemos contado con la UITA como herramienta
fundamental en la negociación, no solo
en la asesoría sino también por su labor
internacional de sensibilización y
respaldo incondicional.
Ello nos mantiene vivos como sindicato y en perspectiva de
fortalecimiento, pues la empresa está
construyendo un nuevo tren para envasado
y tiene el proyecto de incorporar otras
líneas de refrescos de
Coca-Cola,
por lo tanto habrá más trabajadores.
De otra parte siempre hemos contado con el apoyo de
SINTRAINAGRO y la asesoría de su
presidente, el compañero Guillermo
Rivera, que también es dirigente de
la UITA. Ese apoyo es
fundamental, el 90 por ciento de los
productos de
Coca
Cola
lo consumen las trabajadoras y
trabajadores bananeros. En algunos
conflictos pasados, la solidaridad de
SINTRAINAGRO amenazando con llamar a
sus afiliados a no consumir los
productos de Coca Cola, se
transformó en una medida de presión muy
fuerte para la empresa.
En esta oportunidad la asamblea volvió a nombrar al compañero
Rivera como asesor.