Graves
incidentes con golpizas y agresiones a los
trabajadores se vivieron el pasado sábado 3
en las instalaciones de Agua Pura
Salvavidas. El Sindicato de Trabajadores de
Distribuidora del Peten (SITRAPETEN)
denunció una escalada represiva de la
patronal cuyo objetivo es el
desmantelamiento del sindicato. Sirel
dialogó con Edwin Álvarez, secretario
general del SITRAPETEN.
-¿Cómo se originaron estos hechos de
violencia y persecución?
-Esta empresa que distribuye Agua Pura Salvavidas es
propiedad del Grupo Castillo Hermanos
junto a otra treintena de negocios. Su
gerente general, Juan José Castillo,
convocó al personal a participar el pasado
sábado en unos supuestos “talleres de
capacitación”, y lo hizo separando a la
gente en diferentes locales. Primero les
sirvieron un desayuno, y luego, ante la
presencia de guardias armados, les
comunicaron que la Distribuidora Peten
había quebrado y que todos debían renunciar
para aspirar a ser retomados en otras
empresas del Grupo. Los que no aceptaran
podían considerarse despedidos. Un nutrido
grupo de compañeros se dirigió
inmediatamente hacia la planta con la
intención de inmovilizar la flota de 50
camiones que tiene la empresa, como forma de
asegurar una posible negociación. Cuando
llegaron, sin embargo, los camiones ya
habían sido retirados hacia otras empresas
de los Castillo.
-¿Qué hicieron entonces?
-Nos organizamos de inmediato y decidimos que habría un grupo
permanente de trabajadores frente a las
puertas de la empresa. Cerca del mediodía,
los que estábamos manifestando pacíficamente
en el lugar fuimos de pronto salvajemente
agredidos por un contingente de guardias
privados que salió de la planta y nos atacó
con palos, tubos metálicos, cachiporras y a
culatazos con sus escopetas. Algunos de
nosotros fueron arrastrados a la fuerza al
interior de la fábrica y allí los siguieron
golpeando. Ellos fueron Adrián Francisco
Tale, Marco Antonio Franco,
Freddy Valdemar Jerónimo, Juan Pablo
González y yo mismo.
-¿Y luego los dejaron salir?
-No, nos mantuvieron allí encerrados hasta el domingo a la
noche. Los familiares incluso trajeron
alimentos que pasaron entre las rejas del
predio para poder sostenernos. A eso de las
23:30 horas llegaron unos 200 guardias
privados y otros tantos policías antimotines
que procedieron a desalojar el lugar, otra
vez con violencia y amenazas. Luego
procedieron a soldar los portones con chapas
de hierro y la calma retornó recién en la
madrugada del lunes.
-¿Cuál es el propósito de la empresa?
-Destruir al sindicato, que venimos luchando desde principio
de 2007 para que el Ministerio de Trabajo
nos reconozca, pero hasta ahora, los
cómplices del Grupo Castillo lo han
impedido. A unos cuantos trabajadores ya los
obligaron a firmar la renuncia a
Distribuidora Peten con la promesa de
darles empleo en otra planta. Juan José
Castillo, además, ha dicho públicamente
que él prefiere quebrar sus empresas antes
que admitir la presencia de sindicatos. Hace
un mes, como lo ha hecho reiteradamente, el
ministro de Trabajo, Edgar Rodríguez,
nos prometió que la habilitación para el
sindicato era cuestión de días. Todavía
seguimos esperando
-¿Cuál es la situación en este momento?
-Ahora estamos ocupando el frente de la planta con carpas que
nos ha prestado el sindicato de Coca Cola
(STECSA),
y allí vamos a permanecer hasta que se
inicie una negociación seria. Esperamos que
otros sindicatos nos apoyen para
manifestarnos juntos. La patronal sólo
ofrece pagar los despidos a quien ella
elija, nada más. Argumentan que la empresa
es de ellos y la pueden cerrar cuando
quieran.
-¿Qué otras acciones han tomado?
-Hemos presentado denuncias ante la Procuraduría del Trabajo
y ante el Ministerio Público señalando las
agresiones de las que fuimos víctimas.
Presentamos fotos y videos de los incidentes
y varios compañeros fueron vistos por los
médicos forenses que pudieron ver las
heridas sufridas.
-¿Cuánta gente trabaja en Agua Pura
Salvavidas?
-Aproximadamente 638 personas. Casi todas han sido
despedidas, y unos pocos fueron
redistribuidos. Nos mantendremos
movilizados, y continuaremos presionando en
el Ministerio de Trabajo, así como
acudiremos a la Presidencia de la República
para solicitar apoyo ante este atropello.
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