El
Sindicato de Trabajadores de Coca Cola (STCC),
comenzó a movilizarse desde hace 15 días
para contrarrestar una nueva actitud de
la empresa que incluye la importación de
700.000 cajas de bebidas desde
Argentina, el intento de reglamentar la
actividad sindical y la reducción de
horas de trabajo para algunos obreros.
Sirel conversó con Milton Burgos,
secretario general del STCC.
-¿Cuándo comenzó el estado de alerta?
-Comenzó hace 15 días cuando la empresa nos comunicó que por un
problema de mantenimiento, la línea de
producción tendría que permanecer
paralizada, y por eso deberían importar
bebida desde Argentina. Esto fue
lo que motivó que el Sindicato declarara
el estado de alerta y comenzara una serie de
negociaciones con la patronal, ya que
siempre se opuso a importar productos
que puedan ser fabricados acá.
-¿Cuáles fueron los planteos del STCC,
en esta instancia de negociación?
-Entre las condiciones que presentamos a la empresa están:
que la importación de productos desde
Argentina sea por única vez, que no
se recorten a trabajadores zafrales, que
la bebida salga de la planta de Carrasco
y no de otros lados. Cabe señalar que
todo esto se dio dentro de un marco
normal, sin paralización de la
producción, apenas cuando se realizaban
Asambleas informativas.
-¿Cuál fue la respuesta de la compañía?
-La respuesta nos llegó por escrito y en forma de
reglamentación de la actividad sindical;
por ejemplo: la Gerencia solicitó que el
Sindicato se comprometiera a que los
operarios fueran a trabajar los
domingos, que hicieran horas extras, que
las Asambleas se realizaran fuera del
horario de trabajo. Todo esto atenta
contra la libertad sindical, por lo que
no estuvimos de acuerdo. Continuamos
negociando y alcanzamos un acuerdo en
casi todos los puntos menos en uno que
implica a 22 compañeros que pasaron a
trabajar solamente cuatro horas, viendo
de esta forma reducidos sus ingresos,
cuando por su parte los demás
trabajadores de la fábrica de Coca
Cola de Montevideo, además de
cumplir con las ocho horas se les ofrece
trabajar horas extras. La empresa se
ampara en un acuerdo firmado en 2007
cuando luego de un conflicto en el
sector Distribución, absorbió a
trabajadores que hasta ese entonces eran tercerizados, con la condición de que
trabajaran cuatro horas diarias. Esto
nunca se cumplió debido a que siempre
hubo trabajo suficiente para que esos
compañeros realizaran ocho o más horas
por día. Entonces ahora nuestra
reivindicación es esta.
-¿Por qué crees que la empresa tuvo este
cambio de actitud?
-Sospechamos que esto tiene un trasfondo político, y que
luego de esta importación sucedan otras,
por lo que estamos movilizando a los
trabajadores e informando tanto a nivel
local como internacional sobre la
situación que se está dando en la
Coca Cola de Montevideo
-¿Qué medidas tomaron?
-Estamos movilizados y atentos, además de las Asambleas por
turno, accionamos a la Federación
Latinoamericana de Trabajadores de Coca
Cola (FELATRAC) a través de la
Rel-UITA, a la Federación de Obreros
y Empleados de la Bebida (FOEB) y
al Ministerio de Trabajo y Seguridad
Social.
A partir de la próxima semana -de no mediar un acuerdo-
intensificaremos las medidas de lucha.