Aunque sin
considerarla totalmente satisfactoria, los
trabajadores de ARCOR aceptaron una
propuesta de la empresa y se preparan para
la próxima negociación colectiva en el
sector.
Sirel
dialogó con Héctor Morcillo,
secretario adjunto de la Federación de
Trabajadores de la Industria de la
Alimentación (FTIA) para conocer los
detalles del acuerdo alcanzado.
-¿Cómo terminó el conflicto que se venía
arrastrando desde principio de enero?
-Los sindicatos de
ARCOR reclamaban un incremento salarial de emergencia de
450 pesos (aproximadamente 150 dólares)
desde enero hasta abril de este año. Eso
implicaba un aumento del ingreso en esos
cuatro meses de 1.800 pesos. Finalmente se
aceptó una propuesta de la empresa de un
pago extraordinario, sin carácter
remunerativo, de 1.200 pesos que se pagarán
en dos cuotas de 600 pesos cada una: la
primera con los haberes de febrero y la
segunda con los de marzo.
-¿Cuántas plantas tiene la empresa en todo
el país?
-Son 19 plantas en total y 10 mil trabajadores y
trabajadoras. Este conflicto fue llevado
adelante por 12 de esas plantas. Es la
primera vez que se logra una coordinación
tan numerosa en el “universo
ARCOR”,
donde hasta ahora se habían registrado
luchas locales o regionales.
-¿La propuesta conformó a los trabajadores?
-No completamente. Hubo incluso algunas plantas que la
rechazaron, pero finalmente primó el
criterio de fortalecer la unidad gremial y
acatar la posición mayoritaria que era la de
aceptar.
-¿Cuál es el ingreso promedio en
ARCOR?
-Es bastante variable. Los sueldos son entre un 15 y un 20
por ciento superiores al resto de la
industria. Hablando en dinero, podríamos
decir que la escala salarial oscila entre
los 1.200 y los 2.000 pesos mensuales.
-¿Qué pasará después de marzo?
-En abril comenzará a sesionar la Paritaria para negociar los
aumentos salariales de toda la industria a
nivel nacional. En el caso de
ARCOR,
la negociación tendrá en cuenta su escala,
ya que se trata de una empresa
transnacional, de gran envergadura, y las
remuneraciones que ella paga no pueden ser
asimilables a los de las PYMES o
empresas familiares, cosa que viene
sucediendo hasta ahora.
ARCOR se escuda en la pequeña industria para mantener bajos los
salarios de sus trabajadores.
-¿Qué es lo más importante que quedó en el
balance del conflicto?
-La unidad gremial y el crecimiento de una primera
experiencia de coordinación ejecutada a
nivel nacional. En este caso las 12 filiales
realizaron asambleas simultáneas, se definió
una metodología en conjunto así como la
estrategia de negociación y demás. Este ha
sido el saldo más positivo, la unidad
gremial, y fue lo que se priorizó a la hora
de evaluar la propuesta de la empresa que,
si bien no conformaba a todos, concitó el
apoyo de la mayoría.
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