Resolución sobre la
crisis global de acceso al agua
El 25º Congreso de la UITA, reunido en Ginebra del 19
al 22 de marzo del 2007
Considerando
la primordial importancia del
agua para la vida humana, el
establecimiento en la
legislación internacional sobre
derechos humanos del derecho al
acceso universal al agua
potable, económicamente
accesible como un derecho humano
inalienable, así como la
permanente denegación de este
derecho fundamental a millones
de trabajadores/as y personas de
bajos recursos del medio urbano
y rural;
Considerando
que actualmente mil millones de
personas padecen escasez de agua
y, si nada cambia, se calcula
que en el año 2025 habrá 2.500
millones de personas sedientas.
La demanda será 56 por ciento
superior al agua dulce
disponible en la actualidad.
Considerando
que la agricultura es, por
lejos, el mayor usuario global
de recursos hídricos y que aún
se deniega acceso al agua
potable a un vasto número de
trabajadores/as agrícolas;
Considerando
que la accesibilidad al agua es
ya un urgente problema mundial y
que la creciente crisis de la
escasez de agua se traduce en
escasez de alimentos, lo cual
menoscaba la seguridad
alimentaria y afecta a más de
mil millones de personas que
dependen de la agricultura para
su subsistencia , incluidos 450
millones de trabajadores/as
agrícolas;
Considerando
que la crisis empeorará al
aumentar las necesidades
hídricas de la agricultura;
Considerando
que los sectores de bebidas,
elaboración de alimentos y
turismo también consumen grandes
cantidades de agua dulce y que
las opuestas necesidades de la
agricultura y la industria ya
han provocado conflictos que
afectan a los trabajadores/as de
estos sectores;
Considerando
que las negociaciones del
Acuerdo General sobre el
Comercio de Servicios (AGCS)
de la OMC están
estimulando y aplicando la
comercialización y privatización
del suministro y distribución
del agua con fines lucrativos,
promoviendo de esta manera la
vialidad de la agricultura, la
seguridad laboral y las
condiciones de vida y de trabajo
de los trabajadores/as
agrícolas, además de violar el
derecho universal al acceso al
agua potable;
Considerando
que el proceso de AGCS,
así como la presión ejercida por
los organismos crediticios
multilaterales, están acelerando
el control del agua por parte de
compañías transnacionales,
mediante la producción y venta
de agua embotellada, como
también el suministro de
servicios hídricos;
Considerando
el impacto adverso causado sobre
los abastecimientos de agua y el
acceso a la misma por los
cambios climáticos globales, a
la vez que la probabilidad de
que esos cambios tengan un
efecto desproporcionado sobre
los trabajadores/as y las
probaciones de bajos recursos;
Considerando
el impacto que el Sistema
Acuífero Guaraní (SAG) es
el segundo en volumen entre las
mayores capas de agua dulce
subterráneas del mundo, ubicada
en el subsuelo de Brasil,
Argentina, Paraguay
y Uruguay. Esta riqueza
inapreciable está siendo
amenazada desde hace algunos
años por los intereses de
diversos grupos de poder que
pugnan por tomar el control de
esta “caja fuerte” de agua. No
es casual que el Ejército de
Estados Unidos haya
implantado recientemente una
base militar apenas disimulada
en Coronel Estigarribia,
Paraguay, estratégicamente
emplazada en el centro del
SAG, o que en Argentina
inversionistas privados
extranjeros adquieran centenares
de miles de hectáreas en las
provincias ubicadas sobre el
Acuífero. Por otra parte, a
iniciativa del Banco Mundial y
otros organismos financieros
internacionales, se está
implementando en los cuatro
países referidos un “Proyecto de
Protección Ambiental y
Desarrollo Sustentable”, con
miras a identificar el potencial
del SAG y preparar las
condiciones científicas,
jurídicas y políticas que
permitan a los grupos económicos
globales controlar y explotar el
recurso.
Recibe con beneplácito
las actividades sindicales en
América Latina
destinadas a proteger el Sistema
Acuífero Guaraní y las
actividades de los sindicatos de
la Cuenca del Nilo para proteger
y mejorar los suministros de
agua;
Por lo tanto, este 25º Congreso de la UITA, reunido en
Ginebra del 19 al 22 de marzo de
2007;
Sostiene
que, por ser inherente a la
vida, el acceso al agua debe ser
proclamado un derecho humano
esencial y, en consecuencia,
reafirma su adhesión a todas las
acciones sociales para evitar
que sea considerada una
mercancía común y que la
privatización o explotación de
los servicios de agua corriente
con fines de lucro resultan
social y ambientalmente no
sustentables y, por ende, deben
ser prohibidas.
Exhorta a la UITA
a establecer y poner en
ejecución una política hídrica
global y a trabajar con otras
organizaciones sindicales
internacionales para defender el
derecho universal de todos los
seres humanos a suministros
adecuados y seguros de agua
potable.
Exhorta asimismo a la UITA
a declarar su preocupación por
el uso y la difusión de los
conocimientos recopilados en el
arriba mencionado Proyecto de
Protección Ambiental del Sistema
Acuífero Guaraní, entendiendo
que se trata de información
pública, y a oponerse a todo
intento de priorizar intereses
empresariales de una minoría en
detrimento de las necesidades de
la población y de los intereses
de la población y de los
sistemas ambientales y
productivos que la sostienen.
Presentada por:
La 13ª Conferencia Rel-UITA, octubre del 2006
La 4ª Conferencia Mundial del GPTA, diciembre del 2006
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