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  Suiza - Ginebra

 

 

 

 

Al 25º CONGRESO DE LA UITA

19 al 22 de marzo de 2007, Ginebra, Suiza

 

Estimados compañeros delegados y compañeras delegadas:

 

Enrique Ramos Rodríguez,

Secretario General del STIASRM

 

Los saludo fraternamente en nombre de los trabajadores azucareros de México, quienes me han pedido transmitir a ustedes su determinación y convicción de mantenerse fieles a la solidaridad que representa la UITA en América Latina y en todo el orbe.

 

Personalmente quiero compartirles mi gran preocupación por lo que sigue aconteciendo en el ámbito mundial azucarero, lo cual, lejos de estar llegando a una solución de equidad y justicia, se viene planteando sumamente agresiva para la estructura mexicana de la industria.

 

Ya he comentado en otras ocasiones las dificultades que ha estado viviendo nuestra rama productiva, básicamente por las condiciones que Estados Unidos ha impuesto al comercio del azúcar en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, así como su agresivo esquema de exportaciones de Jarabe de Maíz de Alta Fructosa el cual es, ni más ni menos, un competidor desleal y artero del azúcar, es de más bajo precio y muy disponible en cualquier cantidad que se le requiera, dados los niveles de producción que se alcanzan en el país del Norte.

 

El próximo año 2008 será el año de la apertura total del comercio azucarero mexicano con Estados Unidos y van a ser cruciales para nosotros las condiciones productivas y de competitividad en las que lleguemos a esa fecha.

 

Y aquí quisiera detenerme a hacer una reflexión: Me inquieta el hecho de que veamos ese panorama negro para la industria, y que no podamos hacer nada. Para nosotros, en general, quien comercie con Estados Unidos nunca va a lograr un saldo positivo. Esto lo sabemos de años y ellos también. Teniendo poder total en lo económico, en lo financiero y hasta en lo militar, no se explicaría que propusiera un negocio en el que fuera a perder recursos o poder.

 

Sea como sea, en el 2008 se abrirán de par en par las puertas azucareras del país y eso nos va a convertir más en espectadores del circo neoliberal, que en factor de la producción nacional del edulcorante. Vamos a desempeñar un papel de muy poca influencia.

 

Esto, compañeros asambleístas, no nace del pesimismo sino de la realidad, de darme cuenta de que hemos vivido, y al parecer, vamos a seguir viviendo al margen de las decisiones sobre el futuro de nuestro país, de nuestros países.

 

Cuando se entablan pláticas entre dos o más países mediante negociadores convencidos de las supuestas bondades del modelo neoliberal, necesariamente se van a obtener como resultado acuerdos que benefician al modelo y no a la gente. El esquema económico actual lo único que ha producido en nuestros países son millones de pobres sin esperanza y un puñado de ricos que olvidan los intereses de su país a cambio de lo que les ofrece el modelo extra nacional.

 

Los tratados de libre comercio en realidad no son para intercambiar bienes y servicios, sino para establecer un dominio del país que lo promueve sobre el resto de los firmantes. Son la manera de justificar en el papel las injusticias imperdonables que se cometen en contra de la humanidad.

 

Nadie puede esperar que se dé un comercio justo entre Estados Unidos que produce 270 millones de toneladas de maíz y que con su alta tecnología puede dedicar cualquier cantidad del grano para obtener y exportar Alta Fructosa a México, y nuestro país que produce unos cinco millones y medio de toneladas de azúcar y cuya producción anual de maíz es de 20 millones de toneladas al año, lo cual menciono para el remoto caso de querer competir con grano propio para producir Jarabe de Maíz de Alta Fructosa.

 

Existen muchas asimetrías como ésta y cada una de ellas constituye un gravísimo riesgo para nuestra economía y, por qué no decirlo, para nuestra seguridad nacional.

 

En fin, compañeros y compañeras, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, firmado con Estados Unidos y Canadá no nos va a resolver ningún problema del campo, de la industria, ni de las finanzas. Al contrario, todo se agravará y la luz verde para que inicie ese proceso llegará en enero de 2008.

 

Volviendo al tema azucarero, he de comentarles que en México se está trabajando para incrementar la obtención de subproductos y derivados de la gramínea a fin de sacar de ella el mayor provecho económico.

 

El Sindicato ha declarado su respaldo a estos proyectos y a las acciones que al respecto se lleven a cabo para salvaguardar nuestro sector. En este momento es importante que todos los interesados en la actividad azucarera unamos nuestras fortalezas para conservar nuestra identidad productiva en torno de ella. Estamos haciendo una alianza nacional estratégica de los sectores de la rama industrial para tratar de contener la invasión que viene. Veremos qué resulta de eso.

 

Al interior de la industria seguimos con los conflictos de clase: la ganancia contra la justicia. Desde hace muchos años venimos luchando por lograr una prestación jubilatoria digna para nuestros compañeros. En cierta forma ésta ha sido la causa de las huelgas que hemos estallado los últimos años, que contaron con la más amplia solidaridad de la UITA y sus organizaciones afiliadas.

 

Los patrones nos han condicionado esa prestación a cambio de que nosotros aceptemos la modernización del Contrato Ley Azucarero y precisamente nos encontramos en pláticas sobre este punto.

 

El modelo político gubernamental de México ha cambiado mucho del año 2000 a esta fecha, y muchas veces hemos tenido que lidiar no sólo con los patrones, sino además con funcionarios de la Secretaría del Trabajo, que han olvidado el mandato constitucional de ser tutelares de los trabajadores y se han inclinado por los intereses de los patrones.

 

Como ven, compañeros y compañeras congresistas, nuestra lucha obrera se ha diversificado. Seguiremos pugnando por la preservación de nuestras plazas de trabajo y por el respeto a los derechos obreros previstos en el Contrato Ley.

 

Este es un panorama de lo que sucede y está por suceder en nuestro país. Ustedes pueden apreciar que literalmente cada día la necesidad de la solidaridad activa de nuestros pueblos y del movimiento obrero se va convirtiendo en urgencia inaplazable.

 

En este sentido y para cerrar mi participación quiero dejar claro que los trabajadores azucareros afiliados a la Confederación de Trabajadores de México estamos dispuestos a participar en todas y cada una de las acciones que lleve a cabo la UITA para preservar la dignidad humana de quienes sólo poseemos nuestra fuerza de trabajo para allegarnos los satisfactores que la vida diaria nos exige como personas, en nuestras familias y como sociedad en su conjunto.

 

 

 

Enrique Ramos Rodríguez

Secretario General del STIASRM

 

 Rel-UITA

 

 

 

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