Después de varias semanas de tensión, rumores, amenazas y desplantes, el Sindicato de Trabajadores de Choi (SITRACHOI) y el Sindicato de Trabajadores de Cimatextiles (SITRACIMA), afiliados a la Federación Sindical de Trabajadores de la Alimentación, Agroindustria y Similares de Guatemala (FESTRAS), alcanzaron un acuerdo con ambas empresas cuyo alcance establece un antecedente histórico para los trabajadores y trabajadoras de las maquilas de ese país.

La sólida y tranquila resistencia de las afiliadas y afiliados a SITRACIMA y SITRACHOI logró doblegar la tradicional táctica de las maquilas de Guatemala, mediante la cual conseguían dividir a los trabajadores, ya sea por el miedo o la oferta de supuestos privilegios. Esta vez, el Ministerio de Trabajo se desmarcó también de los reclamos patronales que pretendían una suspensión de los contratos de la totalidad de los trabajadores y trabajadoras de Cimatextiles SA. En entrevista con el Comité Ejecutivo de los sindicatos, la secretaría de Trabajo informó que la solicitud de la empresa no se había formalizado por escrito, y que para reclamar la suspensión de los contratos ella debía exhibir una situación económica y financiera que lo justificara.

La importancia de las campañas internacionales

David Morales, secretario general de FESTRAS, relató a SIREL que “Inmediatamente después de esta negativa oficial, la empresa desató una campaña de desestabilización de los sindicatos, alentando como siempre un grupo interno que sembró la confusión y la zozobra, y haciendo correr el rumor de que la fábrica había sido ‘vaciada’ por los trabajadores organizados. Hubo hasta intentos de agresiones personales, pero las compañeras lograron contrarrestar esa ofensiva que aquí en Guatemala ya conocemos muy bien”.

En este punto, Morales subrayó que “Las campañas internacionales, tanto de la UITA como de la FITTVCC*, aportaron mucha tranquilidad a los compañeros y compañeras y, a su vez, mitigaron la virulencia patronal que, de hecho, ya había trasladado toda su operativa a una tercera empresa, Choishin, y estaba preparada a retomar la actividad antes de despedir a todo el personal, especialmente al sindicalizado”.

Finalmente, se logró que los responsables de las empresas Cimatextiles y Choi, esto es, los ciudadanos coreanos Myoung Jim Kim, gerente de Relaciones Laborales y representante legal de ambas sociedades en Guatemala, y H. H. Hyon, presidente de Choi & Shin’s Co. Ltd con sede en Corea del Sur, se avinieran a negociar ante la Inspección de Trabajo y firmaran un convenio que, en opinión de David Morales, “si logramos que se cumpla en todos sus términos habremos establecido un valioso antecedente para el resto de las maquilas de Guatemala”.

Según el acuerdo suscrito, los empleadores se comprometen a pagar la totalidad de las prestaciones laborales, incluyendo la indemnización por el despido de los trabajadores y trabajadoras; a entregar los correspondientes certificados de trabajo para que los despedidos se puedan presentar ante el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, y a mantener el pago de las prestaciones correspondientes a las trabajadoras embarazadas y en período de lactancia para que ellas no se vean perjudicadas en sus derechos. Este hecho elemental es, sin embargo, absolutamente excepcional en el contexto de las maquilas guatemaltecas.

Otros aspectos inéditos del acuerdo son el compromiso de Cimatextiles de reiniciar actividades apenas se renueven los pedidos de las marcas con las que mantiene contratos (lo que implica no utilizar a empresas fantasmas para eludir responsabilidades), y a retomar a todo el personal “que desee reintegrarse”. La empresa entregará una lista confeccionada de común acuerdo con SITRACIMA, y los trabajadores y trabajadoras serán reintegrados a medida que la producción lo demande y sin período de prueba. Cimatextiles podrá contratar nuevos operarios si los que figuran en el mencionado listado no fuesen suficientes. Yendo aún más lejos, el acuerdo estipula que en caso de que Choi, la “empresa gemela” de Cimatextiles, precisara personal, deberá contratar primeramente a los que figuran en la referida lista.

Respeto a las libertades sindicales

Otro punto afirma expresamente que “Cimatextiles respetará las libertades sindicales y que los nueve directivos y directivas de SITRACIMA permanecerán con sus contratos vigentes, su función sindical no se verá afectada, y deberán desempeñar sus funciones normales, tanto las sindicales como en sus labores dentro de la empresa. Por si fuera poco, Cimatextiles y Choi declaran comprometerse a retomar la discusión sobre los puntos pendientes del Pacto Colectivo y a hacer lo posible para alcanzar un acuerdo antes de tres meses.

Finalmente, ambas empresas se obligan ante la autoridad laboral de Guatemala y los sindicatos, a que “estos acuerdos tendrán vigencia y serán de obligatorio cumplimiento para cualquier entidad que sustituya a las mencionadas siempre que la actividad económica sea la misma y se desarrolle en el mismo lugar”.

Para David Morales, “Este es un acuerdo similar al que llegamos en 1984 con Coca Cola, y que culminó con el reintegro de todo el personal a la empresa. En este caso, deberemos permanecer alerta para que los términos del acuerdo sean realmente cumplidos. Cuando esto ocurra, SITRACIMA y SITRACHOI habrán establecido un precedente para todo el sector textil de Guatemala”.

En Montevideo, Carlos Amorín © Rel-UITA 25 de junio de 2007