Guatemala

MAQUILAS

Las maquilas del terror

 

De perseguidora a perseguida

La sociedad de la opulencia practica una ceguera voluntaria, eliminando de su vista aquello que le devuelve su verdadera imagen. Por eso no se entera de que camina sobre el fango de la miseria ajena, del pillaje planetario de los recursos naturales y de las vidas de carne y hueso de millones de trabajadores/as sacrificados/as en el altar de la frivolidad y el hiperconsumo. Las maquilas centroamericanas son un escenario principal de este secreto “tsunami” social que arrasa con la salud, la vida de miles y miles de personas cada año.

 

En una reciente entrevista (véase artículo) el secretario general de FESTRAS en Guatemala, David Morales, relataba que los propietarios de la maquila NB Guatemala, especialmente su gerente general, Yong Ha Kim, habían iniciado una violenta persecución contra un sindicato incipiente que se acaba de integrar en esa empresa. Después de amenazar a las afiliadas y dirigentes, Ha Kim decidió formar grupos de choque dentro de la propia planta para que presionaran a las trabajadoras organizadas al interior y también fuera de la maquila.

 

Decía Morales: “Estos grupos se han dedicado a golpear a las compañeras. Se produjeron varias agresiones que fueron denunciadas al Ministerio Público. Ha Kim se reunía personalmente con este grupo y lo instruyó para que cuando fueran indagados contestaran que se había tratado de un problema personal. El objetivo es desgastarlas, desesperarlas, y diseñar una estrategia para desarticular el sindicato. Aunque nos ha costado mucho, creemos que poco a poco hemos logrado que toda esta campaña quede al descubierto. Ha Kim también ha utilizado a este grupo de trabajadores antisindicales para demandar a los dirigentes por ‘amenazas’. Yo mismo y Francisco Mendoza, ambos de FESTRAS, hemos recibido esas denuncias judiciales que en realidad son tácticas para distraer la atención e intimidar. Pero tenemos un testimonio de una compañera, Susana Morales, que abandonó ese grupo propatronal y aportó mucha información.

 

-¿Qué ha dicho esta compañera?

 

-Ha informado sobre dónde se reúnen, cuál es la estrategia que empieza con amenazas de muerte, después agresiones, luego persecución a las dirigentes sindicales y describe los procedimientos que piensan utilizar. Como consecuencia de su denuncia, esta compañera ha sido amenazada de muerte por dos desconocidos junto a la secretaria general del sindicato, Bidalia García, y a Rosita López. La compañera Susana está en este momento en la clandestinidad para proteger su vida. Nosotros hemos hecho ya la denuncia ante la OIT”, concluía Morales.

 

Desde entonces casi nada ha cambiado en NB Guatemala. Continúan las presiones, las amenazas y Susana Morales sigue temiendo por su vida y la de su familia. FESTRAS ha decidido hacer público el testimonio de Susana como forma de que queden identificados internacionalmente aquellos que la persiguen por el mero hecho de haber actuado con dignidad.

 

“Por medio de la presente –dice Susana– denuncio al señor Yong Ha Kim, gerente general, y Alfonso Cuzal Matute, jefe de personal de la empresa NB Guatemala por amenazas y persecución a mi persona, por no prestarme a las maniobras planeadas para destruir el sindicato”. Susana relata que “Yong Ha Kim y Alfonso Cuzal Matute reunían a un grupo de aproximadamente seis personas integrado por Carolina Sic, Karina Figueroa, Marconi Chojolan Morales, Magdalena Guzmán, Claudia Loarca y yo misma. Nos reuníamos en el restaurante Lai Lai II de la 7 avenida 13-27 zona 9 y en las instalaciones de la empresa en horas no hábiles, para tratar asuntos relacionados con cómo destruir el sindicato. En estas reuniones nos decían que buscáramos formas para desesperar a las compañeras afiliadas y hasta de pegarles de ser posible, a cambio de dinero. Como ese plan no funcionó, empezamos hacer demandas y memoriales por orden de la empresa y que el licenciado Carlos Mauro Romam Romam, que tiene su oficina en la cuarta calle 8-72, oficina B 5. zona 1, nos ayudaba a redactar, y él también le daba seguimiento al plan. Cada vez que íbamos con ese grupo a efectuar algún trámite, el señor Yong Ha Kim nos pagaba el día sin que figurara en la planilla sinoque recibíamos el dinero en un sobre en blanco, y además nos daba 150 quetzales para transporte y alimentación del grupo, monto que administraba Carolina Sic. Esos días –continúa Susana– casi siempre los usábamos para ir a la Inspección de Trabajo y llevar demandas, resoluciones, memoriales y más asesoría con otras personas para seguir con el plan. Luego me dí cuenta de que me estaban utilizando para destruir el sindicato, y por eso me alejé”.

 

La violencia del grupo de “elegidas” se volvió entonces contra Susana, “la traidora”. Comenzaron a acosarla y a amenazarla, “por lo que decidí decir todo lo que sabía a las compañeras del sindicato y a dejar todo grabado en una cinta”, relata Susana. Pero su calvario apenas comenzaba: “El 27 de septiembre a las 11:30 a.m. llegó el grupo a mi casa para invitarme a una reunión, pero también para que supiera que por cualquier cosa ya conocían dónde vivía, y yo, por miedo, les firme un papel que llevaban pero no lo leí, nunca supe el contenido de ese papel. Sentí tanto miedo que al día siguiente por la tarde fui a renunciar a la empresa. Karina se enteró de mi renuncia y corrió a decirle a Carolina. Luego fue a donde yo tenía mi bolsa y mi chumpa y como no encontró nada de valor se robó mi chumpa. Luego Karina Figueroa y Carolina Sic me amenazaron para que no hablara nada con Yolanda Secaida, afiliada del sindicato, o de lo contrario lo pagaría muy caro porque no lo iban a dejar así”.

 

Algunos días después Susana y el sindicato decidieron difundir la grabación en la cual se dejaban al descubierto todas las maniobras de la empresa. “Ese día –cuenta Susana– empecé a recibir más amenazas por teléfono diciendo que por mi bien me alejara de mi barrio. Después empezaron a preguntar dónde trabajaba en mi nuevo empleo, para seguirme día y noche. El 18 de octubre Marconi Chojolan Morales me siguió desde la parada de mi bus hasta la calle 18 donde logré perderla. Desde esa fecha no puedo ir a mi casa a ver a mi hijo por temor de que me lleguen a hacer algo a mí y a mi familia. El viernes 22 de octubre de 2004, como a las 9 de la noche, recibí dos llamadas de un hombre y una mujer la exigiéndome que saliera hablar con ellos y tratándome de ‘hija de la gran puta culera’, pero yo no salí”.

 

“El sábado 23 de octubre de 2004 por la mañana –cuenta Susana– llegó un hombre en una camioneta a la empresa donde yo trabajaba preguntando por el personal nuevo. La descripción de la camioneta que hizo el agente de seguridad coincide con el vehículo del señor Yong Ha Kim. El policía le informó que la única nueva de ahí era yo y aportó una descripción de mi persona. El hombre sólo dijo: ‘Ah, con que aquí trabaja’, y se fue. Y el lunes 25 de octubre de 2004 fui despedida de esa empresa maquiladora. La explicación que me dio la secretaria fue la falta de trabajo, lo cual no es cierto, por que mi despido no fue por eso ya que fui la única despedida y sé que trabajo hay, lo que me hace suponer de que el señor Yong Ha Kim pidió a mi nueva empleadora que me despidieran”.

 

“Por todo esto temo por mi vida y la de mi familia –clama Susana–, por eso mismo pido que investiguen mi caso. Y responsabilizo al señor Yong Ha Kim y a Alfonso Cuzal Matute de la empresa NB de Guatemala y al grupo ya mencionado por lo que me pueda ocurrir a mí y a mi familia”, finaliza.

 

Firma Susana Lissette Morales, y nada más se puede agregar que no empalidezca ante la contundencia de este ejemplo de dignidad, algo que nunca se podrá encontrar entre las prendas de marca que exhiben los escaparates de las sofisticadas tiendas de Nueva York, Washington o Los Angeles. Prendas hechas acá, en las maquilas centroamericanas.

 

 

Carlos Amorín

© Rel-UITA

11 de enero de 2005

 

 

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