Perú - Coca Cola
Con Julio Falla, secretario general de SINATREL
Los tiempos están cambiando |
Una
patronal antigua y transnacional, un sindicato joven,
despidos masivos, desempleo galopante y un gobierno
vacilante: todo podía presagiar un fracaso. No obstante, la
tenacidad y organización de los trabajadores, y la ética
funcional de un ministro de Trabajo permitió alcanzar una
resonante victoria. Como dijo el poeta: “el viento
anuncia que los tiempos están cambiando”.
-¿Cuál es la evaluación que realizas al
finalizar este conflicto que incluyó una huelga de 15 días?
-Es muy positiva. Somos un sindicato que se ha
reactivado hace tres años, sin mucha experiencia, y nos
lanzamos a esta huelga con todas las expectativas de tratar
de arrebatarle a la patronal reivindicaciones laborales y
evitar que continúe con su política de despidos masivos,
cosa que calificamos como injusta.
En la última asamblea del jueves 14 he visto
consolidarse a nuestros compañeros. Se han nutrido de esta
huelga nacional. Creo que desde aquí se ha establecido un
mojón para el futuro de
SINATREL. El
ánimo de los compañeros está muy en alto. Este triunfo ha
generado mucha confianza en la clase trabajadora. A nadie le
gusta ir a una huelga, pero ante la arbitrariedad e
intransigencia de la patronal no nos quedaba más que adoptar
una medida de lucha de esta magnitud.
-La prensa prácticamente ignoró vuestra
lucha.
-Es lamentable, sobre todo aquí en Lima la prensa
no se ha interesado por nosotros. El poder de Embotelladora
Latinoamericana es fuerte, la publicidad que ellos
despliegan diariamente en los medios de comunicación es muy
importante y eso nos ha impedido tener una cobertura de
prensa adecuada. En el segundo día de huelga tuvimos el
beneplácito de que en el programa de televisión “La Boca del
Lobo”, que emite Frecuencia Latina, Canal 2 y conduce César
Hildebrant -periodista amplio y neutral en ese tipo de
problemas-, mandó un equipo móvil y salimos en directo
durante 3 minutos. Eso tuvo mucha repercusión, pero después
solamente los diarios La República, El País y El Callao
hicieron alguna mención de la huelga.
-¿La reunión en la embajada estadounidense
tuvo algún efecto positivo?
-Sabemos que la embajada marcó presencia ante la
empresa, pero no ha tenido incidencia en la resolución del
Ministerio de Trabajo. Allí quienes hicieron todo tipo de
movimientos fueron los congresistas de la República de
nuestra central CGTP, nuestra asesoría, el conjunto de
trabajadores y todas las gestiones que UITA realizó por
medio de su campaña internacional de solidaridad.
-Ha trascendido que para el 2005 FEMSA se
haría cargo del manejo de Coca Cola en Perú, y que eso
motivó que se encontraran soluciones a este conflicto para
no afectar la imagen de la marca, ¿esto es así?
-Correcto. Extraoficialmente sabemos que está
prevista una fusión entre Corporación Lindley y ELSA en
noviembre, conformándose una nueva corporación de la cual
FEMSA se haría cargo en 2005. Hemos acordado con el
funcionario David Brucks, de la embajada estadounidense, el
envío de la resolución final del Ministerio que decreta
ilegal el cese colectivo de los compañeros, para que éste de
inmediato entre en contacto con el representante de
Coca Cola
Company, y con el presidente del directorio de Corporación
Lindley-Inka Cola, para transmitirles que el conflicto ha
finalizado y que esperamos que en adelante las cosas se
encaminen de manera armoniosa con los trabajadores.
-¿Qué opinión te merece el accionar del
Ministerio de Trabajo en este conflicto?
-Hay que reconocer la labor de una serie de
profesionales que aporta al Ministerio de Trabajo un perfil
muy diferente a lo que era hace 10 años, durante la
dictadura de Alberto Fujimori. Tenemos un ministro de
Trabajo muy pegado a lo constitucional y a la legislación
laboral; entonces, cuando no hay una causa objetiva para el
despido de un trabajador él no lo dejará pasar. Ha sido muy
claro, y con su actitud nos dio a entender eso. Creo que la
clase trabajadora en ese aspecto debe estar segura de que
tiene autoridades probas, transparentes en el Ministerio de
Trabajo. Con respecto al cese colectivo, en realidad no
existía una causa objetiva estructural que justificara la
pretensión de la empresa de echar a los trabajadores a la
calle. El Ministerio ha actuado de acuerdo con la
jurisprudencia peruana y de acuerdo a los convenios
internacionales.
-¿Cómo ha sido el diálogo con la empresa
en estas últimas jornadas convocadas por el Ministerio de
Trabajo?
-En realidad no nos hemos visto cara a cara, las
reuniones fueron con el Ministerio y por separado con la
autoridad administrativa del trabajo. Primero nos reuníamos
nosotros y luego la empresa. Ellos fueron el nexo hasta la
etapa final en que nos juntamos ambas partes con la
autoridad del trabajo para dar por culminado el tema de la
negociación colectiva, con el compromiso de separar el
convenio colectivo del cese colectivo de compañeros, ya que
el este tema seguía su curso en el Ministerio.
-¿Cuáles son los detalles más importantes
del convenio colectivo?
-Esta negociación está muy por encima de las
anteriores. Las mejoras más importantes significan un
incremento de 118 soles* al haber básico, eso es muy satisfactorio. Aparte logramos un
beneficio adicional de 26 soles que correspondían a la
alimentación, que a partir de ahora el 100 por ciento
correrá por cuenta de la empresa. A esto se suma el logro
del quinquenio y los diez años de antigüedad. A los
compañeros que tengan cinco o más años se les dará un
incentivo de 70 soles, y quienes hayan cumplido más de 10
años se les darán 90 soles de reintegro. Con referencia al
cierre de pliego hemos obtenido un premio a la negociación
de 110 soles. Para la licencia sindical hemos conseguido 10
días más, lo que hace un total de 190 días al año. Lo más
importante de este punto es que la licencia sindical esta
vez se ha hecho extensiva a los delegados de base de Lima y
Callao, quienes no tenían ese beneficio hasta ahora. Con
ellos a veces necesitamos coordinar a tiempo completo y en
muchas ocasiones no podían. El convenio es por el término de
un año y abarca el período comprendido entre el 29 de abril
de 2004 al 28 de abril de 2005.
-Ayer, viernes 15 de octubre, se levantó
la huelga tras arribar al acuerdo del convenio colectivo,
¿cuáles son las instancias que deben cumplirse para que se
reintegren los 61 compañeros despedidos en el cese
colectivo?
-El lunes 18 el Ministerio de Trabajo nos cursará
la notificación de la tercera y última revisión, todas
favorables al reintegro de los trabajadores. A partir del 19
de octubre el Ministerio de Trabajo tiene 48 horas para
notificar a la empresa la resolución bajo apercibimiento de
incumplimiento de la norma, y a partir de allí la empresa
cuenta con 48 horas más para cumplir la norma. De lo
contrario comienza a correr una multa por que consiste en
una Unidad Impositiva Tributaria (UIT) por cada trabajador
-cada UIT vale unos 3 mil 200 soles-, multiplicado por 61
trabajadores que estamos comprendidos en este proceso, son
casi 195 mil soles.
-Tras 15 días de huelga, habiendo
triunfado plenamente en el conflicto, ¿cómo te sientes?
-Después de esta dura lucha, como secretario
general y en nombre de todos los compañeros del SINATREL,
creo que podemos descansar con la satisfacción de haber
cumplido y haber obtenido los frutos gracias al esfuerzo, el
sacrificio y al apoyo de todas las instituciones nacionales
e internacionales, en especial la UITA, porque han estado
con nosotros en los momentos buenos, en los malos y hasta el
final, como hoy. En términos generales tengo la satisfacción
de haber triunfado en esta primera etapa. Somos una
dirigencia que desde que ingresamos no tuvimos tiempo de
sentarnos en una silla a planificar el trabajo, la empresa
arremetió con todo. Con nuestra poca experiencia en estas
lides, hemos sabido salir adelante, dar pelea palmo a palmo
y el resultado lo tenemos acá. Es la satisfacción más grande
que se puede tener.
Rubén Yizmeyián
© Rel-UITA
16 de octubre de 2004
*
US$ 1 - 3,80 soles.
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