Son muchas las violaciones que el sindicato ha documentado
ante el Ministerio y organismos internacionales,
reiteradamente la empresa se disculpa por no poder poner en
marcha los acuerdos establecidos, a la vez que acusa a los
trabajadores de intransigencia por no estar dispuestos a
descansar en el momento que la empresa decida y no cuando
está pactado.
En los últimos días la empresa ha dado un paso más en su
política de desconocimiento de lo establecido en el
convenio. Al definir el cierre de su planta en Tizatillo,
para trasladar la producción a la nueva planta en San Pedro
Sula, el sindicato reclamó que se actuara de acuerdo a lo
establecido en el Código de Trabajo y el convenio, esto es
que se diera la posibilidad de trasladarse a los
trabajadores que así lo desearan.
Cervecería Hondureña (SABMiller)
se niega a cumplir lo pactado porque de esta manera queda en
mejores condiciones para contratar personal nuevo y sin
relaciones con el sindicato.
La planta de Tizatillo llega a esta situación de cierre
porque, desde que la comprara
SABMiller
no realizó ninguna inversión en la misma, al punto que, de
cuatro líneas de producción que tenía quedó con una sola. A
ello se agregaron problemas con el suministro de agua,
también por no llevar adelante una política de inversiones
que lo asegurara.
Ariel Celiberti
© Rel-UITA
28 de febrero de 2005