Para SINTRAINAGRO este trabajo es hoy una necesidad
impostergable, ya que por efecto de las condiciones de
competitividad e incremento de la productividad impuestas
por el comercio internacional, en Colombia se ha
profundizado la implementación de políticas de
flexibilización y precarización de las relaciones de
trabajo, con el consecuente debilitamiento de la estructura
sindical existente, con predominio del sindicalismo por
empresas.
Esto determina la necesidad de mejorar los niveles de
formación de los dirigentes sindicales y de los asociados, y
de adoptar mecanismos de protección y extensión de los
derechos laborales y de la seguridad social, así como el
fortalecimiento de la estructura sindical por rama de la
economía (agroalimentaria), que tiene en la UNAC su
mejor expresión.
Como
fortalezas para el desarrollo del Proyecto
se
cuentan:
a) el sector floricultor se ubica entre los más beneficiados
por el comercio internacional (Estados Unidos,
destinatario del 80 por ciento de la exportación de flores
colombianas, y Europa en vía de incrementar la
demanda), lo que favorece su crecimiento y expansión;
b) la OIT refuerza su presencia en el país para
garantizar la aplicación de la Declaración de Principios y
Derechos Fundamentales en el Trabajo;
c) la pertenencia de la UNAC a la UITA es
garantía para el desarrollo de una mayor interlocución y
negociación con los empresarios del sector y para incidir en
la intervención y decisiones gubernamentales, así como para
convocar la solidaridad de los trabajadores y los
consumidores de los países importadores de flores;
d) la unidad del sindicalismo internacional en la CSI,
incidirá positivamente en la unidad de los sindicatos del
sector existentes en Colombia;
e) en la actualidad se impulsa un proceso de transformación
sindical con miras a la creación o fortalecimiento de los
sindicatos por rama de la economía y de los servicios,
proceso del cual hace parte SINTRAINAGRO, sindicato
de la rama agroindustrial afiliado a la UNAC, a la
Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y a la UITA.
Sin embargo, también es pertinente señalar la existencia de
debilidades, entre las cuales se destacan:
a) la actitud antisindical de los empresarios del sector y el
predominio de formas de vinculación laboral extrañas al
Derecho del Trabajo;
b) bajo nivel educativo y escasa cultura sindical, a lo que
se suma el desconocimiento de los derechos laborales;
c) dispersión y debilidad organizativa de los trabajadores y
trabajadoras de este sector agroindustrial, que ocupa
directamente a más 110.000 personas;
d) los sindicalizados del sector que están vinculados a la
UNAC son minoría, pues su creación es reciente y los
esfuerzos organizativos se enfocaron inicialmente hacia
otros sectores de la rama agroalimentaria (trabajadores
bananeros y de la palma africana, de las bebidas y
alimentos, pequeños productores del campo, cooperativas
agrarias, etc.);
e) el sindicalismo del sector carece de una plataforma
programática y de un plan estratégico que defina los
instrumentos metodológicos y prácticos para transformar la
situación actual.
La propuesta organizativa que se plantea para el sector de la
floricultura, es la vinculación a SINTRAINAGRO, que
hoy aglutina a los trabajadores y trabajadoras de las
agroindustrias del banano y la palma africana.
SINTRAINAGRO
es el sindicato con mayor número de afiliados (18.000) entre
las 95 organizaciones del sector agroalimentario que
conforman la UNAC, y que tiene, además, el mérito de
haber logrado la negociación colectiva sectorial, producto
indiscutible de la unidad orgánica y del desarrollo de un
programa de formación sindical y político con sus asociados.