Uruguay
  
  
    
      | 
            
            El Presidente y la 
            segunda conquista de América 
            
            ¡Qué vergüenza Señor 
            Presidente! 
             | 
  
  
 
                          
                          
                          
                          No pueden pasar inadvertidas las declaraciones 
                          públicas del presidente de la República, desde 
                          Pontevedra, España, donde fue invitado a visitar la 
                          planta de celulosa de la Empresa Nacional de Celulosa 
                          de España (ENCE), la misma que pretende instalarse 
                          próximamente en Fray Bentos.
                          
                          
                           
                          
                          
                          A través de informes de técnicos universitarios de la 
                          región y de testimonios de habitantes de Pontevedra 
                          sabemos que la planta de celulosa de la empresa 
                          ENCE contamina las aguas y también contamina el 
                          aire a través de emanaciones sulfurosas con olor a 
                          huevo podrido.
                          
                          
                           
                          
                          
                          En un artículo publicado en un diario de Pontevedra en 
                          el día viernes 21 de noviembre del 2003 se afirma que 
                          siete profesores universitarios aseguran que la 
                          contaminación de la fábrica es "muy gravosa para la 
                          ría y perjudica su productividad cuyo beneficio sería 
                          mayor al beneficio bruto que produce ENCE".
                          
                          
                           
                          
                          
                          
                          Afirman también que además de la contaminación aérea, 
                          la factoría de Lourizán "sigue contaminando de manera 
                          muy fuerte. Está vertiendo a la ría el equivalente a 
                          las aguas fecales de una población de 70.000 
                          habitantes, sin depurar nada".
                          
                          
                           
                          
                          
                          Los daños 
                          no son sólo ambientales. 
                          
                          
                           
                          
                          
                          En ese mismo artículo el Concejal de Urbanismo César 
                          Mosquera asegura que los informes indican que "los 
                          daños producidos actualmente sobre el sector económico 
                          de futuro en las Rías Baixas (turismo, la acuicultura 
                          y la pesca) son muy grandes", y añadió que los 
                          beneficios que proporcionaría la ría de Pontevedra en 
                          el resto de sectores productivos "serían mayores que 
                          el beneficio bruto que produce ENCE". 
                          
                          
                          
                           
                          
                          
                          El presidente Batlle parece haber perdido 
                          definitivamente su olfato al decir que el aire de allí 
                          huele a marisquería y que por tanto la planta de 
                          celulosa olerá aún mejor en Uruguay. 
                          
                          
                           
                          
                          
                          Sin embargo, quizá el responsable no sea el olfato del 
                          presidente sino la "viveza criolla" de los españoles. 
                          En efecto, habitantes de Pontevedra nos informan que 
                          durante todo el año es imposible soportar el terrible 
                          olor permanente, pero que la fábrica fue acondicionada 
                          unos días antes de la visita de Batlle y de algunos 
                          medios de prensa uruguayos invitados a visitar la 
                          planta. Esperemos que los periodistas sean menos 
                          incautos que nuestro presidente y hagan las preguntas 
                          pertinentes a los habitantes de la zona, como lo hemos 
                          hecho nosotros.
                          
                           
                          
                          
                          Partes de los mensajes que hemos recibido de 
                          pobladores de Pontevedra dicen que "Él [Batlle] es 
                          seguro que va a oír cuentos de hadas y música de 
                          cámara, porque hoy el día es perfecto y seguramente en 
                          la fábrica habrán interrumpido parte de su proceso 
                          fabril. Por otra parte, esos delincuentes, han 
                          empezado a liberar de lodos dos de las balsas de 
                          decantación [lodos con carga de organoclorados, 
                          dioxinas, bifenilos 
                          
                          
                          policlorados, mercurio y otros metales pesados], con 
                          la idea de generar suelo industrial para Georgia 
                          Pacific, para la fábrica de papel tisú que elaborarían 
                          con el eucalipto astillado que llegaría de Fray 
                          Bentos".
                          
                          
                           
                          
                          
                          A pesar de todo esto, el presidente no puede detener 
                          su verborragia y agrega que “los uruguayos sienten 
                          que, después de dos largos siglos de estar ausente en 
                          América, España está de nuevo presente en este 
                          continente con enorme fuerza y posibilidades”. ¿Cuáles 
                          uruguayos? ¿Los vinculados a la empresa?
                          
                          
                           
                          
                          
                          La inmensa mayoría de los uruguayos no queremos otra 
                          colonización. Está más que claro que estas empresas 
                          vienen a invertir en nuestro país porque nosotros, 
                          todos los uruguayos les estamos pagando para que hagan 
                          "su América". Es bueno recordar que ellos gozan de 
                          todas las exoneraciones tributarias (que a nosotros 
                          nos aumentan), que recibieron subsidios de todo tipo y 
                          que así seguirá según las promesas realizadas desde el 
                          gobierno. En efecto, de acuerdo con información de 
                          prensa de “El Correo Gallego”, nuestro gobierno se ha 
                          comprometido a dragar el río Uruguay y a modernizar 
                          1800 Km. de vía férrea de nuestro país para que puedan 
                          sacar su producción. Un negocio redondo … para ellos. 
                          Nosotros seguiremos pagando para que ellos se lleven 
                          las ganancias.
                          
                          
                           
                          
                          
                          Ese medio de prensa agrega que el  presidente de 
                          ENCE y también director general de Caixa Galicia, 
                          José Luis Méndez aseguró que las celulosas de su grupo 
                          “nunca agreden el medioambiente y por tanto son 
                          construibles” (¡sic!) y agregó “ENCE cumple 
                          religiosa y sistemáticamente las normas, 
                          compatibilizando el desarrollo industrial y el 
                          desarrollo sostenible” Por su parte, nuestro 
                          presidente hizo una mención especial sobre la gestión 
                          de la empresa ENCE cuya filial en Uruguay es 
                          EUFORES. 
                          
                          
                           
                          
                          
                          Sin embargo, esos dichos se dan de bruces con la 
                          realidad. La organización Salvemos Pontevedra nos 
                          informa que desde 1989 a ENCE no se le ha 
                          otorgado ninguna licencia, que esta empresa fue 
                          condenada y penada por su accionar ambiental, pero ese 
                          juicio duró 12 años, durante los cuales toda la Ría 
                          fue contaminada y allí se ha perdido el marisqueo y la 
                          pesca. En Pontevedra se está planteando la expulsión 
                          total del complejo industrial ENCE-ELNOSA, 
                          por la sencilla razón de que al día de hoy continúa 
                          contaminando como siempre lo ha hecho.
                          
                          
                           
                          
                          
                          No es casualidad entonces que estén buscando tierras y 
                          gobiernos dispuestos a cerrar los ojos y a dar el 
                          visto bueno a cualquier inversión extranjera. Y en 
                          Batlle y su equipo han encontrado los portavoces 
                          ideales para entregar nuestro ambiente al "vil precio 
                          de la necesidad".
                          
                          
                           
                          
                          
                          Afirman que en Fray Bentos generarían muchos puestos 
                          de trabajo, pero nada se ha dicho sobre cuántos 
                          puestos de trabajo se perderían, por ejemplo, con la 
                          liquidación del Balneario Las Cañas, con la 
                          desaparición de la pesca, de la apicultura y de la 
                          horticultura orgánica, por mencionar solo los más 
                          obvios. Si se hicieran los estudios correspondientes, 
                          seguramente nos encontraríamos con una pérdida neta de 
                          empleos a nivel local en caso de que la planta se 
                          instalara.
                          
                          
                           
                          
                          
                          En base a la vieja política de los hechos consumados, 
                          afirman que es un hecho que tenemos 600.000 hectáreas 
                          de plantaciones de árboles y que “algo hay que hacer” 
                          con ellas. Como desde el gobierno no hay ningún plan 
                          al respecto, el siguiente hecho consumado sería la 
                          instalación de plantas de celulosa. No importa que 
                          resulten en una pérdida neta de empleos, ni que 
                          afecten a otras producciones o a la salud de la gente. 
                          Lo único que importa es abrir las puertas a la 
                          inversión extranjera.
                          
                          
                           
                          
                          
                          Sin embargo, nada de eso es inevitable. Hay 
                          ciertamente otras opciones productivas, capaces de 
                          generar empleos a través de inversiones nacionales y 
                          que no generen impactos ambientales negativos. Todos 
                          los uruguayos y uruguayas hemos pagado para que las 
                          empresas plantadoras hicieran su negocio plantando. Ya 
                          es tiempo que quienes colaboramos–sin saberlo- a que 
                          existan 600.000 hectáreas de plantaciones obtengamos 
                          al menos el beneficio de empleos que hasta ahora no 
                          han sido más que espejismos.
                          
                          
                           
                          
                          
                           
                          
                          
                          Grupo Guayubira
                          
                          
                          26 de febrero de 2004