Guatemala

STECSA – Coca Cola

El sindicato somos todos

 

Lázaro “Lacho” Antonio Serrano y Carlos Alberto Luch, ex

secretario de Organización y ex secretario general del Sindicato de

Trabajadores de Embotelladora Central Sociedad Anónima (STECSA),

 dejan sus cargos como integrantes del Comité Ejecutivo del sindicato, luego de ocho años de labor. Un período extremadamente dinámico en la historia del sindicato, en el cual la planta pasó de capitales nacionales a dos diferentes transnacionales, tal vez con diferentes actitudes, pero una misma estrategia: debilitar al sindicato. 

 

 

-¿Cuántos años en Coca Cola, Carlos?

-Estoy en los 15 años

 

-¿Y tu, Lacho?

-Y yo en los 27 años

 

-Ayer, 14 de enero, ustedes dejaron de participar en el Comité Ejecutivo del sindicato. ¿Cuál es la evaluación de ese período luego de ocho años de labor?

 

Carlos -Afrontamos muchos cambios. En marzo de 1998 Panamco (Panamerican Beverages Inc.) adquiere la planta a la Corporación Porras. Luego, en 2002, FEMSA (Fomento Económico Mexicano S.A) se adueña de Panamco, convirtiéndose en al mayor embotelladora de Coca Cola fuera de Estados Unidos y la primera en América Latina.

 

En todo este período, aunque vimos pasar muchas caras y personajes, evaluamos que el patrón ha sido el mismo. Si revisamos los pliegos de peticiones presentados por una u otra transaccional en 1998 o ahora por FEMSA, no hay cambios en su estrategia medular. Tal vez Panamco era un poco más agresiva, pero el objetivo de ambas ha sido el mismo: hacer todo lo posible para debilitar al sindicato. Ante ello, como organización sindical hemos mantenido una política en el marco del pacto colectivo: un paso para atrás nunca, siempre para adelante, aunque el paso sea bien pequeño.

Esta es la batalla que hemos tenido desde el 98, ante las intensiones de quebrar, como decimos nosotros, la columna vertebral de nuestro pacto colectivo.

Lázaro “Lacho” Antonio Serrano

 

Lacho  -Nosotros que hemos estado ocho años al frente del Comité, hemos tenido serios tropiezos con el sector empresarial. Ante ello, nos hemos enfrentado desde el posicionamiento construido a través de la confianza y el amplio respaldo que la base evidenció ante nuestra gestión. La base así lo ha corroborado en innumeras asambleas y en cada elección en nuestro sindicato.

 

El saldo, es positivo, pero creemos necesario que la organización tome un aire nuevo, es por ello que junto a Carlos hemos decidido no participar en el nuevo Comité Ejecutivo.

 

Prohibido olvidar

 

“Nadie olvida y todos aprenden que el sindicato nació cuando Guatemala olía a pólvora, y el ejército y los grupos paramilitares mataban gente como moscas. Nadie olvida, y los más jóvenes aprenden, que la represión asesinó a ocho compañeros dirigentes y militantes de base. Sus fotos y nombres están en el comedor de la fábrica y en el local del sindicato, que también está en la planta. El himno del sindicato los recuerda en sus estrofas. Nadie olvida y todos aprenden cómo nació el STECSA”

 

(Gerardo Iglesias)

-Pero ello no implicará cambios sustanciales en la política estratégica del STECSA…

Lacho -Por supuesto, los lineamientos políticos son transversales a todo el sindicato en sí, no importa quiénes estén en el Comité  ¿Cuáles son esos lineamientos? Defender nuestros derechos y a nuestra organización con la mayor fuerza y dedicación.

 

Todos estos años de existencia del STECSA nos han dejado una gran escuela. Hubo momentos muy difíciles, compañeros asesinados, compañeros que sufrieron el exilio. El STECSA se fraguó en la lucha y estamos convencidos de que con esa cultura se mantendrá vivo.

 

-¿Ello explica la fortaleza del STECSA?

Lacho -Nosotros la explicamos en dos cosas: la primera es la comunicación permanente y eficaz del Comité Ejecutivo con la base del sindicato. En ese proceso de diálogo abordamos todo lo relacionado al pacto colectivo, sobre la marcha de las negociaciones, el quehacer cotidiano del STECSA y sus desafíos. El ser sincero con la base y no perder el contacto con ella, juega un papel muy importante a nivel de cualquier organización.

 

El otro pilar, es la formación sindical. En ese espacio participamos todos, desde el primer afiliado hasta el último que entró. Por este mecanismo persuadimos a todo el mundo de que así como tenemos derechos y gozamos de ciertos beneficios a través de la negociaciones colectivas, también tenemos que ser responsables con el quehacer del sindicato.

A ello debemos agregar la disciplina. En STECSA el “compa que no participa en una asamblea general, que no concurre a una manifestación del 1˚de Mayo o del 20 de octubre, cuando se conmemora la Revolución de 1944 que terminó con la dictadura de Jorge Ubico, se les aplican las sanciones que estipula el Estatuto del sindicato. Si tenemos derechos y beneficios a través de la organización, pues también tenemos la obligación de participar activamente en las distintas actividades convocadas por ella.

Carlos Alberto Luch

 

Carlos -Debemos tener claro que el movimiento no es obra únicamente de la dirección, ni de un líder aislado por más brillante que sea. Hay movimiento si la base desde su toma de conciencia lo promueve. Nuestra tarea como integrantes del Comité Ejecutivo, es servir de facilitadores para el compromiso de la base, impregnando la idea que el sindicato somos todos. El sindicato no son los diez directivos del Comité, somos todos.

 

-Luego de un tiempo como dirigentes, muchos rehúsan volver a la fábrica. Por lo visto, no es vuestro caso…

Carlos -En mi caso, estoy ansioso por regresar ya. ¿Los motivos? Varios, pero fundamentalmente deseo volver porque siento que hay algunas cosas que observaré con mayor claridad. Estoy seguro de que esa mirada servirá al sindicato y, será de utilidad, si algún día vuelvo a integrar el Comité.

-¿Lacho?

-Lo cierto es que en estos 32 años de existencia del STECSA, nosotros somos los que nos mantuvimos por más tiempo. Otros directivos fueron electos y a los dos años –período del Comité- volvían a sus puestos de trabajo. Estos ocho años de labor han sido muy positivos, y para nada me incomoda volver a mi puesto de trabajo. Esto lo siento así por ese contacto cotidiano que sabemos mantener con la base….

La formación, la herramienta

 

“Cuando un trabajador llega a la fábrica el sindicato lo recibe y lo invita a participar en los cursos donde se habla sobre la historia de nuestra organización, sus luchas y objetivos; nadie se afilia si antes no participa de esas actividades”.

 

(David Morales, secretario general de FESTRAS)

 

-Esa realidad se aprecia al ver cómo cualquier trabajador ingresa, sin problemas, al local de labor del Comité, en la calidad del diálogo que se genera, donde los compañeros de la base no se sienten menos que sus dirigentes y éstos no se ubican en un altar y desde allí atienden…

Lacho -Y esto se ha pretendido desde la parte patronal. Si recuerdas, Gerardo, en la negociación que duró 23 meses con Panamco y que concluyó en 2002, la transnacional nos planteó que el sindicato saliera del predio de la planta porque necesitaban el lugar para depósito, y nos proponían pagar el alquiler de lugares muy lujosos para hacer nuestra sede…

 

Carlos -Incluso, nos propusieron hasta el piso de un hotel

(risas)…

 

Lacho -Que nuestras asambleas se realizarán en centros de convenciones de algún hotel o en un teatro. Nosotros sabemos muy bien que nuestra gran fuerza está en el contacto directo y permanente con la base, y a eso no vamos a renunciar. El espacio donde opera el Comité Ejecutivo es bien pequeño, pero ahí se respira calor humano; ahí, todos somos iguales.

 

-Mientras las transnacionales arriban con sus “modelos sindicales”, ustedes saben muy bien que, desde la Rel-UITA, pretendemos socializar la praxis de este sindicato fuera de fronteras.

Carlos -Yo diría que STECSA es la espina que Coca Cola tiene clavada desde los 80, con el acuerdo entre la UITA y Coca Cola Company. Eso marcó un hecho fundamental, pues el boicot y la presión internacionales lograron una negociación directamente con la casa matriz de la transnacional. Es por ello que cuando Coca Cola se dio cuenta de lo que había hecho quiso borrar al STECSA del camino. STECSA, además, es un mal ejemplo para cualquier otra transnacional.

 

-¿La lucha continua?

Lacho -Algo que hemos recalcado en todos estos años es que la misma responsabilidad que tiene uno en la dirección del sindicato se tiene estando en la base. El “compa” que dice: “Yo ya cumplí con el sindicato, ahora les toca a otros”, pues bueno, ¡no entendió nada, no aprendió nada! 

 

-¿Cómo definirían lo que se siente al ser parte del STECSA?

Carlos -Llegué muy joven a la empresa, con 19 años. STECSA me dio lo que nadie me había dado. Mi abuela decía que “arado quiere arar”, y bueno, al poco tiempo de llegar me di cuenta de que el STECSA da mucho y, al mismo tiempo, necesita que uno trabaje por él. Conforme pasaron los años, tomé cuenta también que el sindicato somos todos y en todos lados.

 

Lacho -Cuando empecé a trabajar en Coca Cola, en la época dura de 1979, teníamos, exagerando, 50 afiliados y una asociación solidarista fuerte que pretendía terminar con el sindicato. Desde ahí comencé a comprender que en el sindicato estaba buena parte de mi familia. A la fecha estoy muy agradecido por todo lo que me dió. Pasamos por momentos muy difíciles, y de los otros, que también los tuvimos, vale aclarar.

Yo se muy bien que sólo voy a desconectarme del sindicato cuando esté bajo tierra. Mientras esté vivo, voy a estar pendiente de mi organización, voy a seguir luchando por el STECSA.

 

 

Gerardo Iglesias

Rel-UITA

15 de enero de 2008

 

 

 

Fotos: Gerardo Iglesias

 

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