Nestlé 
obtuvo excelentes resultados en el primer semestre, tanto en ventas como en 
el lucro líquido, al tiempo que los países emergentes siguen creciendo en 
importancia para la compañía. Para su presidente, es consecuencia de ser una 
compañía Y.
 
Por ejemplo, las ventas de Nestlé Brasil en el primer semestre del 
año llegaron a 4.500 millones de reales (2.539 millones de dólares), lo que 
significó un crecimiento de 11,5 por ciento con respecto al mismo período 
del año anterior. Este crecimiento representa más del doble del obtenido a 
nivel mundial por la compañía, la que acaba de anunciar un incremento a ese 
nivel del 5,7 por ciento, llegando a 55.300 millones de francos suizos 
(50.730 millones de dólares).
 
Según Ivan Zurita, presidente de Nestlé Brasil,  el resultado 
es producto de las inversiones en marketing y tecnología: “Nuestras 
inversiones en marketing y tecnología son este año el doble de lo que fueron 
en 2007” y agregó que la totalidad de las 30 fábricas que Nestlé 
posee en el país -de un total de 72 en América Latina- están 
experimentando mejoras tecnológicas. Lo que Zurita no mencionó es 
cuantos puestos de trabajo se eliminarán con esas “mejoras”, pérdidas que 
también contribuirán al “crecimiento” tal como Nestlé lo concibe.
 
Según declaraciones de los jerarcas de Nestlé, en el período 
analizado la compañía se habría visto beneficiada por una “distribución más 
amplia” de sus productos en los mercados emergentes -que actualmente 
representan 35 por ciento del total de sus ventas- y por la comercialización 
global de productos de mayor calidad. El crecimiento de las ventas en los 
países emergentes fue del 11 por ciento –aun superior fue el crecimiento en 
los BRICS (Brasil, Rusia, India y China)- comparado con el 2,5 por 
ciento registrado en Europa occidental y el 6 por ciento en 
América del Norte.
 
El papel que representa Brasil para Nestlé queda de manifiesto 
en las declaraciones de Zurita a la publicación Valor Económico: 
“Brasil es el segundo mayor mercado, perdiendo solamente con 
Estados Unidos”1, 
destacando además que las ventas de la compañía deberán crecer este año 
entre 10 y 12 por ciento. El año pasado, el mercado brasileño generó ventas 
por 5.780 millones de francos suizos (5.440 millones de dólares). Mientras 
que en Estados Unidos significaron más de 30.000 millones de 
francos suizos (28.250 millones de dólares) y en Francia, 8.000 
millones de francos suizos (7.536 millones de dólares).
 
Nestlé 
confía en que la participación de los países emergentes en las ventas –hoy 
del 35 por ciento- alcance el 45 por ciento para el 2020. Las inversiones 
previstas justifican la meta: entre 2010 y 2012 son 1.500 millones de 
dólares en los países BRIC, 1.600 millones en América 
Latina, 2.000 millones en Asia y 1.000 millones de dólares en 
África. De alguna de esas inversiones y sus consecuencias nos ocuparemos 
próximamente.
 
Como ve el CEO2 de Nestlé
estos resultados
A continuación reproducimos el comunicado que Paul Bulcke ha 
dirigido recientemente a los empleados de la compañía:
 
 

 
 
Comencemos con las cosas positivas. En el comunicado, Bulcke no 
utiliza el tradicional calificativo de “colaboradores”, sustituyéndolo por 
“colegas” y “amigos”. Y los diferencia (“Estimados colegas, estimados 
amigos”) ya que una cosa son los amigos y otra los colegas. Como ni aun 
alguien como Bulcke puede imaginar que todos los empleados de 
Nestlé son sus amigos, el término “colega” parece el elegido para 
sustituir al confuso y detestable “colaborador”. Consultando el diccionario, 
encontramos que colega significa “compañero en un colegio o corporación”. 
Loable el esfuerzo de Bulcke por llamar a las cosas lo más próximas a 
su nombre, pero  como la acepción “compañero” seguramente rechinará en los 
sensibles oídos de algún director en Vevey, no es de descartar que 
próximamente en el reino de Nestlé se vuelva a utilizar el ahora 
proscripto término trabajador.
 
El resto no es tan alentador. Sin una sola línea felicitando a aquellos que 
han logrado que el crecimiento del lucro haya sido mayor que el de las 
ventas, Bulcke advierte que si bien los resultados son buenos, 
también -¡vaya descubrimiento!- existe la competencia.  Para finalizar su 
comunicado con una extraña exaltación de la 
Y: 
“somos la Empresa de los 
Y”, 
afirma. No deja de tener razón. Ya que la suya es una “comunicación 
regional”, veamos a cuenta de mayor cantidad, tres ejemplos en nuestra 
región que merecen un rotundo y asombrado ¿Y?, 
a los que Bulcke debería responder.
 
1) El pasado 10 de mayo, en declaraciones al periódico chileno El 
Mercurio, entre otras cosas Bulcke reconocía que “durante los 
últimos 10 años desarrollamos proyectos para aumentar la eficacia en las 
fábricas, con resultados de ahorro y aumento de productividad. Pero ahora 
cambiamos de enfoque, dando a la gente oportunidades para contribuir en ese 
proceso. Por ejemplo, en las fábricas creamos un ambiente en el cual los 
trabajadores3, 
que conocen mejor las máquinas, aportaron ideas para reducir el tiempo de 
cambio de formato (del producto) sobre la máquina. Con este tipo de 
soluciones participativas logramos reducciones importantes, pasando de un 
cambio de formato de 57 minutos a siete minutos”. 
Cinco meses más tarde, el Ministerio Público de Trabajo (MPT) 
de Brasil multó a Nestlé por violar el acuerdo denominado 
Términos de Ajuste de Conducta (TAC) relativo a la jornada y el 
ambiente de trabajo, oportunamente pactado con los sindicatos y que tiene 
como garante de su cumplimiento al MPT. Se comprobaron siete 
infracciones al TAC, entre ellas jornadas excesivas, la ausencia de 
intervalos y las presiones para trabajar los fines de semana y días feriados 
(+Info). 
¿Y,
señor Bulcke? ¿No piensa que es preferible aclarar la situación 
antes que quedar como alguien que desprecia la verdad y manipula los hechos?
 
2) En la Fábrica Lima de Nestlé Perú, el nuevo convenio colectivo de 
trabajo tendría que haber entrado en vigencia el pasado mes de enero, pero 
las sistemáticas interrupciones practicadas por la empresa tanto en el 
proceso de negociación directa como en el de conciliación, siguen 
manteniendo a los trabajadores en la incertidumbre. Paralelamente, el pasado 
23 de agosto Bulcke y los principales directivos regionales de la 
transnacional se entrevistaron con el Presidente de la República, Alan 
García Pérez, quien al finalizar la entrevista informó que los directivos de
Nestlé le manifestaron su intención de duplicar las inversiones en el 
país. Ergo, la no firma del convenio no obedece a dificultades económicas.
¿Y,señor
Bulcke, tampoco en este caso usted nada tiene que decir?
 
3) Lo siguiente bien puede catalogarse como la frutilla de la torta. La 
prensa brasileña acaba de divulgar que Fiscales del Ministerio del Trabajo y 
Empleo y procuradores del Ministerio Público del Trabajo descubrieron el 
pasado 18 de agosto a decenas de trabajadores sin registro cosechando 
naranjas en dos explotaciones agrícolas en el interior de São Paulo, 
cuyo propietario es Ivan Zurita, presidente de Nestlé Brasil. 
Además, los trabajadores carecían de sanitarios y de agua potable, de 
comedores adecuados, de elementos de protección y el ómnibus que los 
trasladaba no tenía condiciones para circular. En una de las haciendas 
-eufemísticamente llamada Campo Alegre- los inspectores constataron 
fraude en la remuneración de los trabajadores. En lugar del peso real del 
saco de naranjas, equivalente a 27 kilos, se les pagaba el salario por 
producción sobre el peso de 34 kilos. El responsable de estos hechos es, 
entre otras cosas, el encargado de aplicar en Brasil la tan manida 
Responsabilidad Social Corporativa de Nestlé. 
¿Y, 
señor Bulcke? ¿A usted le parece que con el pago de una multa 
alcanza? 
 
Realmente, el locuaz señor Bulcke tiene razón; Nestlé es la 
empresa de los 
Y.