Es la 
										productora ejecutiva de La Liga 
										en Argentina, y fue la responsable de 
										replicar el mismo formato para la 
										televisión española. Tamara contó para 
										la Rel-UITA los sabores y sinsabores de 
										producir un programa como éste, habló 
										sobre la independencia de criterio, del 
										tesón, el corazón y la inteligencia que 
										demanda La Liga para cumplir con su 
										propósito: hacer reflexionar y sonreír 
										al mismo tiempo
										
										
										 
										
										
										
										-¿Cómo te vinculaste a la televisión y a 
										La Liga?
										
										-Primero hice un breve pasaje por algo llamado Telenoche 
										Investiga y que forma parte del 
										noticiero de Canal 13. Era muy joven, me 
										sentía muy cansada y decidí dejar eso y 
										empecé con Chicos al Ataque, un 
										programa infantil. Un día alguien me 
										invitó a comer un asado en la casa de 
										Gerardo Brandy que entonces era el 
										productor ejecutivo de Punto Doc, 
										un programa de Cuatro cabezas. A partir 
										de ese conocimiento inicial presenté 
										algunas ideas como free lance y 
										me fui relacionando con la productora.
										Punto Doc me aceptó dos de las 
										propuestas que llevé, las hice y después 
										quedé estable en el grupo de productores 
										que trabajaban para Punto Doc. 
										Pasando el tiempo llegué a ser 
										coordinadora de producción y después 
										productora ejecutiva del programa, y 
										cuando terminó el ciclo de Punto Doc 
										la empresa quería hacer un periodístico 
										diferente, que mantuviera el nivel de 
										información y denuncia pero con toques 
										de humor, y con una fuerte personalidad 
										audiovisual. La Liga tiene mucha 
										creatividad en su relato, y es fruto de 
										meses de trabajo de mucha gente hasta 
										que se logró definir el formato que 
										tiene hoy. En la actualidad soy la 
										productora ejecutiva de La Liga 
										en Argentina y en España.
										
										 
										
										
										
										-¿Cómo llegó La Liga a España?
										
										-Es el mismo formato que en la versión argentina, y yo fui 
										encargada de replicarlo en España. 
										Buscamos gente y la formamos para que 
										pudieran sacarle partido a la propuesta 
										periodística y estética de La Liga.
										1Equipo, como se llama allá el 
										programa, estuvo saliendo toda la 
										temporada con bastante éxito, y es 
										probable que continúe.
										
										 
										
										
										
										-¿Hay similitudes entre los programas de 
										Argentina y de España?
										
										-Hay muchas, porque además del planteo estético similar, 
										La Liga toma siempre “grandes 
										temas”, como por ejemplo la desigualdad 
										social. Y eso es parecido en todas 
										partes, como la corrupción, las 
										transnacionales que agraden el medio 
										ambiente, etcétera. Por tanto, el 
										formato es muy adaptable a cualquier 
										lugar. En Esquel, al sur de Argentina, 
										existe una mina de oro muy contaminante 
										sobre la cual hicimos un programa, y por 
										supuesto que encontramos una mina 
										similar en España. Enfocamos también la 
										discriminación racial, estética o 
										social, y aunque según el país cambia el 
										color y el idioma de los discriminados, 
										el prejuicio es el mismo.
										
										 
										
										
										
										-¿Qué es lo que ha cambiado en la 
										televisión para que ahora se puedan 
										tratar estos temas y con un enfoque 
										desafiante del status quo?
										
										-Ocurre que Cuatro Cabezas es una empresa independiente que 
										se otorga la libertad de producir este 
										tipo de cosas.
										
										 
										
										
										
										-Pero hay quien las compra y las 
										difunde.
										
										-Sí, y tal vez esa es otra habilidad de Cuatro Cabezas, 
										lograr que un producto tenga las dos 
										cosas: una presentación muy atractiva y 
										vendible junto a una línea editorial 
										clara y comprometida. En esto influye 
										mucho la estética de la productora, 
										porque tanto en La Liga como en
										Caiga Quien Caiga, entre la 
										edición, la postproducción y la manera 
										de contar cualquier denuncia se hace 
										mucho más digerible. Decimos lo mismo 
										que otros programas o documentales, pero 
										lo hacemos de otra forma.
										
										 
										
										
										
										-¿Puede influir en la aceptación de 
										estos formatos que los argentinos vienen 
										del “que se vayan todos”, y eso incluyó 
										a cierta modalidad de informar y hacer 
										televisión?
										
										-La gente está cansada de que la engañen. Más allá de los 
										gobiernos que pasan, la gente siempre 
										siente que está mal, porque muchos están 
										realmente mal. Ese es el desafío: como 
										contarle a la gente lo que ya sabe, 
										intuye o sospecha, pero de una manera 
										amena, bella e inteligente. No sé si lo 
										logramos, pero esa es la intención, para 
										que la gente vuelva a vernos.
										
											
												
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								 Lista 
													completa de ganadores 
													
													
													
													
													
													
													
													del 23º Premio 
															
													
													
													
													
													
													Derechos 
													
													
													
													
													
													
													 Humanos
													
															
													
													
													
													
													
													de Periodismo 
													
													
													
													
													
													
													
													
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										-¿Cómo surgió la idea del programa 
										premiado?
										
										-En La Liga nos decimos que algunos temas nos convocan 
										a  investigarnos como sociedad, 
										inclusive a interpelarnos, para entender 
										lo que ocurre a veces en la propia 
										puerta de nuestras casas. La vorágine de 
										la rutina diaria hace que muchas veces 
										pasemos de largo junto a situaciones, 
										hechos que deberían importarnos mucho. 
										Con este tema empezamos haciéndonos las 
										preguntas para las cuales aún no 
										teníamos respuestas: ¿qué es una 
										papelera?, ¿contamina o no?, ¿es legal o 
										ilegal?, ¿nos perjudicará realmente? 
										Empezamos los primeros cortes en el 
										verano pasado, ya pensando en la segunda 
										temporada de La Liga en Buenos 
										Aires, y averiguando lo que estaba 
										viviendo el grupo de vecinos de la 
										ciudad argentina Gualeguaychú, que 
										empezó a levantar su voz contra las 
										plantas de celulosa. Luego pusimos todo 
										un equipo de investigación a trabajar el 
										tema y así se fue armando lo que resultó 
										en el programa “Jugando al huevo 
										podrido”, en alusión al mal olor que 
										despiden estas plantas cuando están en 
										funcionamiento.
										
										 
										
										
										
										-Cuándo dices “todo un equipo”,¿a cuánta 
										gente te refieres?
										
										-A unas 30 personas que en los diferentes ámbitos y funciones 
										trabajan para cada programa. Hay 
										productores periodísticos, editores, 
										productores, postproductores, todo el 
										grupo de rodaje, en fin… Todo empieza 
										con los productores que son quienes 
										hacen los primeros contactos en el 
										terreno y luego, en reuniones con todo 
										el equipo, se evalúa si se continúa con 
										ese tema o se toma otro. Cuando se 
										decide avanzar ya entra en juego todo el 
										equipo y muchas veces dos o tres grupos 
										trabajan en paralelo. Esto se fundamenta 
										en que La Liga propone algo que 
										llamamos “la multimirada”, lo que 
										permite una percepción más rica de una 
										historia o un hecho. En este caso 
										concreto, por ejemplo, los 
										postproductores buscaron mapas de la 
										zona e ideando formas amenas de explicar 
										procesos complejos, los camarógrafos 
										fueron analizando la posible estética 
										para grabar…
										
										 
										
										
										
										-¿Y todo eso se sintetiza en un guión?
										
										-Los informes de La Liga están guionados, claro, en el 
										sentido de que partimos con una idea 
										ordenada de cómo se desarrollará el 
										relato, de qué manera lo haremos o con 
										qué aspectos haremos un chiste. Nuestro 
										único secreto es no apartarnos del 
										llano, contar las cosas que sabemos sin 
										ninguna pretensión. Esa es una búsqueda 
										permanente en nuestro trabajo porque 
										sabemos que en lo simple encontraremos 
										el resultado satisfactorio.
										
										 
										
										Gerardo Brandy interviene apara aportar un ejemplo, y relata 
										que “En el programa sobre la mina de oro 
										contamos cómo es todo el proceso de 
										extracción y posterior tratamiento como 
										si se tratara de una receta de cocina: 
										tomamos una montaña, le quitamos lo de 
										adentro, lo llevamos aparte, lo 
										mezclamos con cianuro… y así llegamos a 
										que lo que queda se lo lleva el agua o 
										permanece allí como residuos”.
										
										 
										
										
										Hay que reconocer que hay cosas 
										importantes que habitualmente, y aunque 
										con las mejores intenciones, son 
										explicadas de forma aburrida. Nosotros 
										queremos romper eso.
										
										 
										
										
										
										-Es de suponer que también encuentran 
										muchos obstáculos para concretar las 
										investigaciones y los propios rodajes 
										que, muchas veces, ocurren en 
										“territorio hostil”.
										
										-Es complicado porque cuanto más ríspido es un tema, quienes 
										se sienten o se saben responsables menos 
										quieren que se divulgue. Lo que está 
										pasando en nuestros países es que la 
										impunidad que hemos vivido durante tanto 
										tiempo hace que muchos crean que sus 
										abusos no se van a conocer, que a nadie 
										le importa nada del otro, o que con un 
										simple llamado telefónico a la oficina 
										indicada se impide la emisión de un 
										programa. Entonces tratamos de trabajar 
										de la manera más oculta posible, porque 
										siguen existiendo las amenazas de todo 
										tipo, contra nosotros y contra quienes 
										nos aportan sus testimonios. Llegar a un 
										lugar donde hasta el día anterior había 
										gente y no encontrar a nadie, o perder 
										de vista a los damnificados que 
										repentinamente “se fueron de vacaciones” 
										o “a visitar a una tía”, es moneda 
										corriente. Otras veces confiesan haber 
										sido amenazados y no atreverse a 
										testificar ante cámaras. Por eso para 
										nosotros cada programa que logramos 
										poner al aire es un verdadero parto y 
										hace que nos sintamos muy orgullosos.
										
										 
										
										
										
										-Y todo este esfuerzo confluye en tres 
										personajes que son los que aparecen en 
										la pantalla interpretando la partitura 
										que ustedes escriben, aunque supongo que 
										no de una manera estricta…
										
										
										-Todo está hecho en función de sus personalidades y 
										especialidades. Antes de salir a hacer 
										cada nota hacemos el ejercicio de pensar 
										qué queremos traer de regreso en las 
										cintas. Tanto María Julia Oliván como 
										Daniel Malnatti y Diego Alonso, cada uno 
										tiene un perfil muy definido y con el 
										tiempo ya sabemos de memoria quién hará 
										cada cosa que pensamos o tenemos. Cada 
										cual pone una cierta dosis de su sello 
										personal, y entre los tres conforman un 
										equipo muy fuerte.
										
										 
										
										
										
										-¿Qué significa este premio para ti?
										
										-Personalmente, y en nombre de todo el equipo, debo decir que 
										es un honor estar acá y recibir este 
										premio. La gente que trabaja para 
										hacerlo no sólo lo hace por un salario, 
										sino que le pone realmente el corazón. 
										Muchas veces digo  que la gente que 
										trabaja en La Liga es porque le 
										gusta la propuesta, porque de lo 
										contrario es muy difícil de soportar la 
										cantidad de horas de trabajo, el 
										sacrificio de las familias que a veces 
										nos ven llegar a las dos o tres de la 
										mañana después de estar editando o 
										guionando de apuro, trabajar con temas 
										difíciles de abordar y teniendo que 
										volver a arrancar enseguida después que 
										terminas. Es muy exigente. Por otra 
										parte, soy de las que cree que Cuatro 
										Cabezas es una empresa que realmente 
										quiere cambiar algunas cosas. No es 
										común, por ejemplo, encontrar a una 
										mujer dirigiendo programas como éste. A 
										veces uno se siente muy cansado, tiene 
										dudas sobre la utilidad de lo que hace, 
										se pregunta para qué dejo a mi hija* en 
										casa y me vengo a trabajar. Y es ahí 
										cuando un premio como éste, vinculado a 
										los derechos humanos, hace que uno se 
										diga que realmente vale la pena hacer el 
										esfuerzo de tratar de contar las cosas 
										de un modo diferente porque, después de 
										todo, del otro lado hay alguien que lo 
										recibe y lo valora. 
										
										
          
					
	
	
		
			
				
				
					
						
							
								
								
									
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										Carlos Amorín 
										
										© 
														Rel-UITA 
										
										15 de diciembre de 2006  | 
										
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										*Helena, 
										de tres meses de edad, quien también 
										viajó a recibir el premio.