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La muerte de mujeres en 
Guatemala se origina por odio hacia el género femenino y no por el crimen 
organizado como inicialmente se concebía, según refleja una de las conclusiones 
de la investigación que realizó la Procuraduría de los Derechos Humanos en su 
informe titulado "Muertes violentas de mujeres desde una perspectiva 
psicológica.  
  
La muerte de las féminas hoy 
día es uno de los problemas que más preocupa a la sociedad, como también a las 
entidades que defienden y protegen la vida. Las causas de esta situación son 
variadas, entre las que se observan altos niveles de violencia, discriminación y 
machismo, constituyendo una violación del derecho a la vida de las mujeres, todo 
esto ante la incapacidad estatal de brindar seguridad, y el miedo o complicidad 
pasiva y aceptación por parte de la población. 
  
La delincuencia y el crimen se 
han venido sofisticando tanto en sus métodos para cometer los delitos y evadir 
la justicia, como en el uso de tecnología y armas. Sin embargo, como fenómeno 
social también se ha desarrollado su internacionalización cultural llegando a 
conformar mentalidades y personalidades distinguibles por la impulsividad, la 
irresponsabilidad, la búsqueda constante de sensaciones, la frialdad emocional y 
el quebrantamiento de las normas sociales, pues los hechos delictivos en su 
mayoría van acompañados del homicidio y un visible irrespeto a la integridad 
física. 
  
La investigación que 
recientemente concluyó la institución del Defensor del Pueblo, en la cual abordó 
la muerte violenta de las mujeres desde una perspectiva psicológica forense, con 
el propósito de comprender las sendas de la mente criminal de forma que se pueda 
conocer el modus operandi de los criminales y los factores de vulnerabilidad 
para el género femenino. 
  
El informe apunta que todos los 
seres humanos nacen con la propensión hacia la bondad, la racionalidad, la 
tolerancia, la compasión y la generosidad, pero todos también vienen al mundo 
con la semilla del disparate, del odio, la xenofobia y la crueldad. Dependiendo 
de la calidad del medio, estos granos pueden mantenerse latentes o germinar con 
fuerza, pueden morir o florecer. Una axioma básico sobre el desarrollo de la 
personalidad es que el amor engendra amor y la violencia más violencia. 
  
Los municipios donde se 
presenta mayor violencia hacia la mujer -subraya el informe- son: Guatemala,
Mixco y Villa Nueva. En la mayoría de los casos estudiados el 
crimen se comete de forma individual y no de forma grupal. El 86 % de los casos 
no hay una movilización del cuerpo de la víctima es decir que el asesinato se 
produce en el momento y en el lugar, solo el 14 % de ellos muestra que hay 
movilización del cadáver. 
  
Un asesino organizado esconde, 
entierra o destruye el cuerpo de la víctima, para evitar o alargar su posible 
captura. En Guatemala sólo el 15 % de 
los cadáveres es oculto y el resto es dejado en la vía pública o en el domicilio 
de la víctima, lo cual indica que los victimarios no pretenden esconder el 
crimen. 
  
Se detectó en la investigación 
que los días de mayor peligro para la población femenina es el sábado y el 
lunes, hipotéticamente se piensa que el sábado las personas salen y regresan 
tarde a casa, algunas solas, bajo efecto de alcohol y en ocasiones lo anterior 
provoca que la víctima sea menos precavida. Puede que en ocasiones se deba a que 
en la vía publica existía menos movimiento que en otros días por lo cual los 
asesinos tienen mayor facilidad de actuar. 
  
Se 
concluye que en los funcionarios públicos 
también existe discriminación hacia el género femenino, pues el 50 % de los 
casos no se han logrado identificar las causas de la muerte lo cual indica la 
despreocupación de los mismos hacia este problema de carácter psicológico social 
que estremece al país. 
  
Ley del Femicidio, disuasivo 
para detener  
la 
violencia contra la mujer 
  
Después de varios años de 
espera el Congreso de la República aprobó el Decreto 22-08, Ley contra el 
Femicidio que fortalece la legislación para proteger a las mujeres, tipificando 
dentro del ordenamiento penal, sanciones por violencia psicológica y la pena 
máxima de cárcel, 50 años, por asesinato sin redención de la pena. 
  
El Femicidio, lo define la ley, como la muerte 
violenta de una mujer, ocasionada en el contexto de las relaciones desiguales de 
poder entre hombres y mujeres. Se trata de un homicidio calificado por el poder 
de género ejercido contra de las mujeres. 
  
La ley es un disuasivo para 
frenar el flagelo del femicidio que en los últimos años ha llegado a índices 
alarmantes (ver recuadro femicidios) y no obstante, su repudio generalizado casi 
todos los días se producen hallazgos de cadáveres de mujeres, incluso niñas con 
señales de haber sido torturadas. 
  
Las primeras en congratularse 
por la ley fueron las féminas parlamentarias quienes por un momento depusieron 
sus banderas políticas para hacer un frente común para combatir este flagelo. 
Cuando la ley cobre vigencia, quienes en público o privado discriminen, incurran 
en violencia física, psicológica, económica o menosprecien a ellas pueden ser 
objeto de fuertes sanciones o bien una buena temporada en prisión. 
  
Tomado de 
www.albedrio.org 
Suplemento Político - 
Guatemala 
14 de abril de 2008 
  
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