No es un secreto que en Colombia, país 
“democrático”, el desempleo es alarmante y, por lo 
tanto, la pobreza va a pasos agigantados a la 
miseria. Es increíble que nos toque ver como los 
niños y ancianos mueren de desnutrición en un país 
tropical. No tenemos salud pública, ni como 
comprarla. Unos 500 mil niños entre los 5 y los 14 
años no saben leer y escribir y cada día cierran 
jardines infantiles, colegios y ahora también las 
universidades públicas. 
 
¿Qué futuro le espera a nuestra querida Colombia 
si el 80 por ciento de su población no puede 
educarse, y ni siquiera alimentarse para poder 
pensar?
 
¿Dónde está la responsabilidad del Estado?
 
Por lo anterior y los innumerables problemas que 
tenemos como sociedad, vamos al PARO NACIONAL DEL 23 
DE MAYO.