Ante la inminente firma
de un acuerdo energético bilateral entre Brasil y Alemania organizaciones
eclesiásticas brasileñas han criticado que los dos gobiernos desconocen la falta
de sustentabilidad de la producción de agroetanol en el Noreste brasileño.
Durante la visita de la canciller federal (primera ministra)
alemana, Angela Merkel, a Brasil la semana entrante, se prevé la
firma de un acuerdo bilateral de cooperación sobre gestión energética
sustentable. Este acuerdo se inscribe en una cooperación de larga data entre los
dos países que se concentra en dos áreas de interés estratégico de los
gobiernos: “Protección ambiental y gestión de recursos naturales” y “Energía”.
Refleja asimismo la importancia que el gobierno alemán asigna a las relaciones
políticas y económicas con la primera economía de América Latina y
principal productor de agroetanol del mundo.
A dos semanas de iniciarse la 9ª Conferencia de las Partes de
la Convención sobre Diversidad Biológica (COP9) de 1992 (Bonn, 19
a 30 de mayo de 2008), cuya presidencia pasará de Brasil a Alemania,
y para preparar la visita de la jefa de Gobierno, el ministro de Medio Ambiente,
Sigmar Gabriel, visitó a Brasil la semana pasada. El 28 de abril,
luego de un encuentro con la ministra de Medio Ambiente de Brasil, Marina
Silva, el jerarca se mostró satisfecho por las explicaciones de la parte
brasileña, según las cuales la producción de etanol en base a caña de azúcar en
el Noreste del país sería sustentable, no dañaría los bosques tropicales
amazónicas ni obstaculizaría la producción comestibles. A partir de esta
aclaración Alemania ya no se opondría a la importación de agroetanol
brasileño que por otra parte seguramente cumplirían los criterios de
sustentabilidad para la importación de agrocombustibles que la Unión Europea
está preparando actualmente.
La iglesia católica de Brasil a través de la Comisión
Episcopal de Pastorales de la Movilidad Humana, se pronunció en contra de la
firma del acuerdo bilateral. Según consigna la agencia alemana de noticias
católicas KNA la comisión advierte que la producción de agrocombustibles
en base a caña de azúcar continuará reduciendo fuertemente la producción de
comestibles en Brasil, al tiempo que provocaría más aumentos de precios.
El secretario general de la comisión hizo un llamado a las iglesias alemanas
para que informen sobre las inhumanas condiciones de trabajo en la producción de
caña de azúcar y etanol, especialmente en el Noreste del país, que no cumpliría
con los criterios de sustentabilidad ecológica ni social. Además instó a que las
inversiones multibillonarias de compañías extranjeras, incluyendo las alemanas,
en la producción de etanol -en 2007 más de 12 por ciento del total de las
inversiones en el sector- deberían cumplir con su responsabilidad social y
operar a favor de una humanización de las condiciones de trabajo.
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