La suiza Syngenta, que
hace poco compró una semillera argentina, en 2008 ganó
1.400 millones de dólares, un 25 por ciento más que en
2007. Monsanto habría reportado resultados récord para
el cierre del año pasado.
El 2008 golpeó como un vendaval a compañías de una amplia
gama de industrias. Pero no tuvo el mismo efecto sobre
los gigantes de los agroquímicos que, a contramano,
cerraron con ganancias récord.
Hoy el anuncio le tocó a Syngenta, que hace a fines
del año pasado compró la semillera argentina SPS
por 20 millones de dólares. La empresa de origen suizo
reportó, para todo el año pasado, un beneficio neto de
1.400 millones de dólares, un 25 por ciento más alto que
el que había registrado en 2007.
Según anunció hoy la compañía en Basilea, la facturación
creció el año un 26 por ciento y llegó a 11.600 millones
de dólares. La empresa dijo haberse beneficiado por el
aumento de la demanda como resultado de la ampliación de
la superficie cultivada.
Hace un mes, había sido Monsanto la que había
reportado resultados excepcionales. La compañía que
tiene una de las patentes más importantes de la soja
genéticamente modificada informó hace un mes que su
primer trimestre fiscal de 2009 (de septiembre a
noviembre) fue el mejor de su historia, con ventas por
2.649 millones de dólares y ganancias por 556 millones
de dólares, más del doble que las del mismo período del
año anterior.
Las ganancias record de de estas compañías coinciden no sólo
con los anuncias de caídas en los beneficios e incluso
fuertes pérdidas en otros sectores sino, también, con
las quejas de los productores rurales –al menos los
argentinos- sobre los crecientes costos de la siembra.
Clarin.com
9 de
febrero de 2009