En noviembre de 2007 un jurado de la Corte Superior de Los
Angeles, California, declaró culpables a las empresas Dow
Chemical Company y Dole Fruit Company Inc. por haber
producido y aplicado el mortal agrotóxico Nemagón. Ahora,
una jueza anuló parcialmente ese fallo. Mientras la Dole
hace caudal de este fallo, los abogados de los demandantes
recuerdan que aún quedan varias instancias judiciales por
cumplirse.
El pasado 5
y 7 de noviembre de 2007, un jurado de la Corte Superior de
Los Ángeles, California, declaró culpables a las empresas
Dow Chemical Company y
Dole Fruit Company Inc., acusadas de
haber producido y aplicado el mortal agrotóxico Nemagón.
El primer fallo en el caso “Téllez” benefició a seis de los
doce demandantes al reconocerles el estado de esterilidad
causado por el contacto directo con el químico. Las dos
transnacionales estadounidenses fueron sentenciadas a pagar
una cantidad de 3,3 millones de dólares por daños físicos.
En un segundo histórico fallo, la
Dole
fue también sentenciada a pagar 2,5 millones de dólares
adicionales a cinco de los seis demandantes por daños
punitivos o ejemplares, reconociendo que la misma empresa
transnacional había actuado de mala fe, porque conocía los
riesgos de ese químico para el ser humano y sabía que estaba
prohibido en Estados Unidos.
Frente a este revés, las empresas apelaron las dos
sentencias, mientras que el bufete estadounidense de Juan
José Domínguez apeló para los trabajadores que no habían
salido beneficiados.
La situación dio un giro imprevisto el pasado de 7 de marzo
cuando la jueza Victoria Gerrard Chaney decidió
revertir la decisión del jurado de condenar a la empresa
Dole Fruit Company Inc. por daños punitivos, en cuanto “cualquier pena punitiva por
daños y perjuicios sería tan arbitraria que podría
considerársela burdamente excesiva y, por ende, violatoria
de la cláusula de proceso debido establecida en la 14ª
enmienda de la Constitución de Estados Unidos.* Si se
analiza la evidencia desde el punto de vista más favorable
para los demandantes, se impone el dictado de un veredicto a
favor de
Dole
como cuestión de derecho”, se lee en una nota emitida por la
compañía estadounidense citando la sentencia de la jueza.
Recuadro
“Es como estar en un ring: nos estamos dando
golpes. Lo que está pasando con este juicio es
algo histórico, y ya sabíamos que no iba a ser
fácil” |
Con base en esta decisión, el monto total de los veredictos
originales contra
Dole,
que ascendía a más de 5 millones de dólares, se ha reducido
a 1,58 millones.
Como conclusión de estas actuaciones judiciales, el tribunal
dictó sentencia a favor de
Dole
fallando contra siete de los doce demandantes. Asimismo, el
tribunal hizo lugar a la moción de nuevo juicio presentada
por
Dole
con respecto a lo reclamado por uno de los otros
demandantes. Sólo se mantuvieron los veredictos
compensatorios dictados a favor de cuatro demandantes,
sujetos a apelación por parte de
Dole.
Según lo adelantado por Michael Carter, vicepresidente
ejecutivo y asesor legal general de
Dole,
“Siempre hemos sostenido que la aplicación de penas
punitivas por daños y perjuicios es inapropiada en estos
casos y violaría principios constitucionales fundamentales.
El razonamiento subyacente a la decisión de la jueza
Chaney parece impedir claramente que se impongan a
Dole penas punitivas por daños y perjuicios en
cualquiera de las demás causas pendientes en California,
independientemente de que los demandantes sean de
Nicaragua o de cualquier otro país extranjero”.
Si por un lado esta actitud de revertir una decisión de un
jurado deja mucho que desear frente a las miles de personas
que siguen padeciendo los estragos del Nemagón, y que
las pruebas son contundentes y demuestran que la empresa
conocía los efectos de este mortal agrotóxico sobre la salud
humana, por el otro hay que recordar que tanto las primeras
sentencias como esta última están siendo apeladas. Por lo
tanto, el triunfalismo que exhibe
Dole
en su comunicado, más bien parece ser un intento más para
“vender” algo que todavía no tienen en sus manos y para
crear un clima de decepción entre los bufetes jurídicos, los
propios demandantes y afectados en general.
Según el abogado nicaragüense Antonio Hernández Ordeñana,
quien junto al bufete estadounidense de Juan José
Domínguez radicó la demanda en la Corte Superior de Los
Ángeles, “hay que aclarar que este fallo de la jueza
Chaney no tiene nada que ver con las apelaciones, sino
que es una decisión de la jueza que pasa sobre doce miembros
de un jurado que reconocieron que
Dole había actuado de mala fe. Esto es algo que se permite en el sistema
judicial estadounidense. Ese sistema –continuó Hernández–
trabaja con base en sentencias antiguas que han sentado un
precedente, y uno de los problemas que se han presentado es
que este caso no tiene precedentes jurídicos o sentencias
anteriores que sirvan de fundamento a la resolución del
jurado. Lo que ahora estamos haciendo es apelar todas
decisiones de la jueza Chaney, para que sea un
tribunal de segunda instancia y mayor jerarquía el que
falle. Es como estar en un ring: nos estamos dando golpes.
Lo que está pasando con este juicio es algo histórico, y ya
sabíamos que no iba a ser fácil”, agregó.
Hernández
señaló también que “el comunicado de la
Dole es muy
sensacionalista y amarillista, porque no se puede decir que
esta sentencia de la jueza va a ser un precedente cuando hay
una apelación de por medio y la sentencia no está firme. Se
está tratando de tergiversar la verdad, y vamos a esperar la
apelación”, concluyó el abogado.
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