El caso de los ex
trabajadores azucareros afectados por
Insuficiencia Renal Crónica (IRC) en Nicaragua
es algo que llama poderosamente la atención y
que se enmarca en una situación altamente
compleja.
Esta situación involucra no solamente al
occidente del país, cuyo medio ambiente ha sido
devastado por una desconsiderada política de
sobreexplotación y contaminación de sus recursos
naturales, afectando gravemente a la población,
sino que abarca el país entero y sus
instituciones, volviéndose un problema de Estado
que necesita de una inmediata y definitiva
solución.
Más de 2 mil ex trabajadores del azúcar han
muerto por IRC y se contabilizan
aproximadamente 7 mil personas que sufren de
esta enfermedad.
El nombre de Chichigalpa, pequeño pueblo del
Departamento de Chinandega donde surge el
poderoso Ingenio San Antonio -propiedad
de la Nicaragua Sugar Estates Limited-
ha recorrido el mundo no sólo por ser el
principal centro de producción de azúcar en
Nicaragua y del famoso ron Flor de Caña,
sino también por ser uno de los lugares con más
altos niveles de IRC.
Según los miembros de la Asociación Nicaragüense
de Afectados de Insuficiencia Renal Crónica (ANAIRC),
en los últimos 14 meses han fallecido más de
1.400 personas, todas
ellas ex trabajadores de la agroindustria
azucarera. El promedio es impresionante: 4
fallecidos por día a consecuencia del uso de
pesticidas e ingesta de agua contaminada, ya que
los agrotóxicos alcanzaron los mantos
acuíferos.
Miles de enfermos sin trabajo y sin ayuda
sanitaria siguen sobreviviendo con las miseras
pensiones que lograron obtener a través de la
organización y la lucha, mientras que las viudas
y los huerfanos luchan diariamente para que se
les reconozca ese derecho, único resultado
tangible que quedó de los años de trabajo y
sudor de sus maridos y padres ya fallecidos.
Los
ex trabajadores del azúcar y las viudas saben
perfectamente que, tarde o temprano, la empresa
propietaria del Ingenio San Antonio tendrá que
responsabilizarse por los daños causados a las
personas y al medio ambiente, indemnizando a las
miles de personas y familias que fueron
gravemente afectadas.
Desde hace algunos años, la Rel-UITA
acompaña la lucha de este sector que, junto a
los ex bananeros afectados por el Nemagón,
emprendieron en el año 2005 la histórica
Marcha sin Retorno, permanenciendo más
de ocho meses en Managua y firmando importantes
acuerdos con el Gobierno y la Asamblea Nacional.
El
pasado sábado, el secretario regional de la
UITA, Gerardo Iglesias visitó
Chichigalpa donde se reunió con los afectados
por IRC y viudas miembros de ANAIRC.
Esta ocasión sirvió para reafirmar el apoyo de
la organización internacional y tratar la futura
afiliación de ANAIRC a la UITA.
Francisco
Rodríguez Merlo |
Según relata Francisco Rodríguez Merlo,
ex trabajador del Ingenio San Antonio “le
trabajé 23 años al Ingenio como soldador y
cuando salí estaba gravemente afectado. Ahora,
gracias a la lucha, sobrevivo con una pensión de
1,800 córdobas (unos 100 dólares) y ese dinero
tiene que ajustar para mantener a mi esposa y a
mis cuatro hijos y me resulta imposible hacerlo.
Es triste mirar a la gente que se está muriendo,
a las viudas esperando una pensión que nunca
llega, a los niños que se quedaron sin padre. La
visita de la UITA ha sido muy importante
porque fue una señal de esperanza para la gente
que ahora se siente parte de un proyecto más
amplio. Ya somos parte de la UITA y el
hecho de que su secretario viajara a Chichigalpa
para reunirse con nostros, para alentarnos, para
darnos confianza, para hacernos sentir la
presencia de una organización tan grande e
importante y para conocer nuestras historias,
ha sido algo que la gente apreció mucho,
motivándolas a seguir en la lucha. Hay casos
–continuó Rodríguez Merlo– en que se
rechazan las pensiones o se les da menos de lo
que les corresponde. Hay muchas irregularidades
que hay que parar. Además estamos frente a un
reto muy importante que es la lucha para que la
empresa nos indemnice por los daños que
sufrimos. Los propietarios del Ingenio San
Antonio son muy poderosos y no va a ser fácil,
pero ya no estamos solos y nos sentimos
respaldados a nivel nacional e internacional.
Les tengo amor y respeto a mis compañeros y
compañeras de lucha, a los que como yo estamos
enfermos, a los que están agonizando y a los que
ya fallecieron. Enterramos a cuatro o cinco
personas al día y se está volviendo casi como
algo normal. Nosotros nos estamos muriendo
mientras que los dueños del Ingenio se hicieron
millonarios a costilla de todos nosotros, del
pueblo obrero, porque los obreros somos los que
echamos a andar a ese Ingenio”.
Hoy
miércoles 21 de febrero, ANAIRC va a
participar en una reunión muy importante con la
Comisión de Programación Económica y Social (COMPES).
Esta reunión podría ser un primer paso para
retomar las negociaciones con el gobierno y para
llegar a una negociación directa con los
propietarios del Ingenio San Antonio sobre las
indemnizaciones.
Según Carmen Ríos, presidenta de
ANAIRC “la llegada del secretario regional
de la UITA a Chichigalpa ha sido un
verdadero polvorín. Sigue llegando gente a
preguntar y a buscar apoyo para organizarse. Hoy
participamos en una reunión en el municipio de
El Sauce donde hay un consistente números de
afectados que quieren platicar y trabajar
juntos. El sábado por la tarde, después de la
reunión con la UITA, llegaron casi 300
personas afiliadas a ANAIRC para conocer
los detalles de la reunión. Hasta la empresa ya
se dió cuenta de esta reunión y de nuestra
afiliación a la UITA. La gente está
tomando conciencia de que nuestro trabajo está
dando sus frutos y está segura que el apoyo
nacional e internacional nos va a permitir
llegar a una negociación para alcanzar las
indemnizaciones y la reunión del miercoles va a
ser el primer paso”.
En Managua,
Giorgio Trucchi
© Rel-UITA
21 de febrero de 2007 |
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Fotos: Giorgio Trucchi