|   
Nuestro 
planeta produce alimentos suficientes para alimentar 
adecuadamente a toda su población. Sin embargo millones de 
personas diariamente no tienen alimentos o si los tienen no 
son suficientes para satisfacer sus necesidades. 
  
La 
Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 fue la 
primera en reconocer el derecho a la alimentación como un 
derecho humano.    
La 
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la 
Alimentación (FAO) celebra cada año el Día Mundial de 
la Alimentación el 16 de octubre, fecha en que fue fundada 
la Organización en 1945. El tema del Día Mundial de la 
Alimentación para 2007 es "Derecho a la alimentación".
   
El derecho 
a la alimentación es un derecho humano inherente a toda 
mujer, hombre, niña o niño, independientemente de dónde 
vivan en el planeta.    
Nuestro 
planeta produce alimentos suficientes para alimentar 
adecuadamente a toda su población. Sin embargo millones de 
personas diariamente no tienen alimentos o si los tienen no 
son suficientes para satisfacer sus necesidades. Otros 
millones de personas comen mucho más de lo que realmente 
necesitan y miles de toneladas de alimentos se desperdician 
diariamente. Esta situación es a todas luces injusta. 
   
En la 
Cumbre Mundial sobre Alimentación, celebrada en 1996, los 
Jefes de Estado y de Gobierno reafirmaron “el derecho de 
toda persona a tener acceso a alimentos sanos y nutritivos, 
en consonancia con el derecho a una alimentación apropiada y 
con el derecho fundamental de toda persona a no padecer 
hambre”. Asimismo, se comprometieron a implementar este 
derecho en su totalidad y a realizarlo de manera gradual con 
el fin de garantizar la seguridad alimentaria para todos.
   
Lamentablemente estas declaraciones van en sentido 
totalmente contrario con la realidad que mundialmente 
estamos viviendo: los alimentos suben de precio y cada vez 
menos personas tienen acceso a ellos y si logran tenerlo en 
muchos casos no son NI SANOS y NI NUTRITIVOS 
como la declaración lo formula.    
La mayoría 
de los alimentos producidos mundialmente vienen acompañados 
con el paquete tecnológico de fertilizantes, agrotóxicos y 
en los últimos diez años se han incorporado las semillas 
manipuladas genéticamente, diseñadas para ser usadas con 
herbicidas e insecticidas y en algunos casos con ambos. A 
esto se agrega que muchos de los alimentos procesados tienen 
como ingrediente soja y/o maíz manipulado genéticamente. ¿No 
será tiempo de discernir si estos alimentos son sanos y 
nutritivos?    
La 
producción de alimentos se ha convertido en una industria 
más, donde el derecho a la alimentación no es tomado en 
cuenta: lo que importa es producir para ganar. Con este 
concepto se esta promoviendo a nivel mundial el cultivo de 
alimentos para producir agrocombustibles, o sea que nuestras 
tierras en vez de producir alimentos para las personas 
producirán alimentos para alimentar automóviles. ¿Será éste 
un nuevo derecho firmado por los Jefes de Estado y de 
Gobiernos para proteger la industria automotriz y los 
agronegocios?    
Derecho a la alimentación en 
nuestro país
   
El 40% de 
la población infantil vive bajo la línea de la pobreza y 
sufre algún grado de desnutrición. Sin embargo, en estos 
últimos años la producción de alimentos ha aumentado 
sustancialmente, y junto a ella aumenta la exportación a los 
países del norte. La industria agropecuaria cada vez está 
más dirigida a producir para exportar y el consumir 
alimentos como la carne se convierte en un privilegio para 
pocos. Parece insólito que esto esté ocurriendo en un país 
como Uruguay, productor de carne y que hasta hace 
pocos años atrás ésta era parte central de la dieta diaria 
de los uruguayos.    
La 
producción agrícola se ha expandido notoriamente con la soja 
transgénica, que cada día ocupa más espacio desplazando a 
otros cultivos y ocupando tierras que se encontraban con 
pasturas naturales, tal como también ha pasado con el modelo 
forestal. Estas dos industrias han funcionado bajo el mismo 
modelo, resultando en la extranjerización y concentración de 
la tierra, en la contaminación de aguas, en degradación de 
suelos y en una sociedad rural empobrecida y expulsada de 
sus tierras.    
Para 
profundizar aún más este modelo, ahora el gobierno impulsa y 
promueve la producción agrícola para agrocombustibles. 
Frente a este nuevo proceso, nada se dice sobre el 
derecho que tiene cada persona a la alimentación 
y que este derecho se hipoteca más cada día con la ocupación 
de tierras para la producción de agrocombustibles. 
   
El derecho 
a la alimentación requiere de medidas concretas: protección 
de nuestros suelos, agua, semillas y la salud de nuestra 
gente. Solo así se podrá cumplir con este derecho humano que 
es la alimentación. Es rol del estado impedir que nuestra 
soberanía alimentaria se vea afectada y ello requiere en 
primer lugar que nuestras tierras y aguas no sean vendidas 
al mejor postor.    
Nuestras 
tierras no nos pertenecen; las hemos tomado prestadas de 
nuestros hijos y si creemos que el derecho alimentación es 
un derecho humano debemos de protegerlas.    
Invitamos a 
las autoridades y a la sociedad en general a tomar 
conciencia sobre la importancia de conservar nuestros 
recursos naturales. El Derecho a la Alimentación solo 
será posible si nuestra Soberanía Territorial está protegida 
y si suelos, agua, semillas y trabajo son destinados a la 
producción de alimentos. El Derecho a la alimentación solo 
será real si se trabaja por él.  
RAP-AL 
Uruguay 
16 de 
octubre de 2007 
  
 |