La melamina es la sustancia con que fue adulterada la leche
en China y que en 2008 ocasionó daños renales a 53
mil niños, muchos de ellos menores de dos años, de los
cuales más de 10 mil debieron ser hospitalizados (un
centenar en estado grave) y cuatro murieron.
La
melamina es un químico empleado en la
fabricación de pegamentos, plástico y resina, así como en la
manufactura de papel; ingerirla ocasiona insuficiencia
renal, problemas gástricos, asma y fibrosis pulmonar;
estudios de laboratorio la asocian al desarrollo de cáncer y
tumores.
En México,
la melamina fue popular como recubrimiento que daba
resistencia a los muebles.
En
2007, 22 empresas chinas comenzaron a añadir la melamina
a la leche para espesarla y además falsear los controles de
calidad al hacerla parecer con más proteínas de las que
realmente tenía.
Y es que la melamina posee grandes concentraciones de
nitrógeno, que es el indicador de proteínas en la leche. En
este engaño participaron incluso las mayores empresas del
ramo: Mengniu, Yili, Guangming y
Sanlu.
En abril de 2008, Kwok Wai Cheong, gerente financiero
de Mengniu, se mostraba complacido de que las
ganancias de su empresa habían aumentado 30 por ciento el
año anterior y explicaba: "La leche está de moda, gracias a
que el gobierno hace campaña sobre los beneficios del
consumo de lácteos para la salud". Pero en ese entonces ya
había denuncias por daños a la salud, las cuales fueron
ocultadas hasta que en septiembre estalló el escándalo.
China
pretendía tener en 2008 el mayor incremento mundial en
la producción de leche y alcanzar los 38 mil millones de
litros, por eso las empresas productoras estaban diluyendo
con agua la leche y simulaban que no perdía proteínas
añadiendo melamina. Así, la contaminación con ese químico se
extendió a las leches infantiles, a derivados lácteos y a
productos que contienen leche en polvo, como bombones,
chocolates, helados, cereales, galletas y dulces (incluido
el popular caramelo "White Rabbit").
Esto provocó el cierre de fronteras asiáticas y europeas a
todos esos productos y la indignación de socios comerciales
que en 2007 ya habían recibido embarques de alimentos y
pasta dental tóxicos, así como comida para mascota con
melamina. La reincidencia llevó a extremar precauciones.
Ante el riesgo de que los lácteos contaminados fueran
insumos de productos elaborados en otras naciones, Japón
puso también bajo vigilancia a los productos procedentes de
Corea del Sur, Tailandia, Indonesia, Malasia, India,
Filipinas, Singapur, Vietnam, Mianmar, Taiwán y Hong Kong...
En contraste, el gobierno de México tardó semanas
para adoptar medidas, a pesar de que en el país se vendía el
dulce "White Rabbit".
Tomado de
www.elpoderdelconsumidor.org
1
de octubre de 2008
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