Sin embargo, el índice de subnutrición en Brasil es
bajo, lo que revela la existencia de redes de solidaridad
que ayudan en la alimentación de esa parte de la población.
Esta conclusión es del investigador del Instituto de
Pesquisa Económica Aplicada (Ipea), Ricardo Paes
de Barros, que realizó la disertación "Diseño de
Políticas Públicas Eficaces de Combate del Hambre en
Brasil", en el Seminario Nacional Mesa Brasil SESC, en
Brasilia.
Según el
investigador, el hambre en Brasil es un problema
provocado por la mala distribución de los recursos: "La
producción brasileña alcanza para alimentar a toda la
población del país y todavía exportar el 40 por ciento
excedente". Barros cree que las redes privadas,
locales y, muchas veces, informales de protección social
pueden ser alternativas eficaces en las transferencias de
renta gubernamentales. Para el investigador, esas redes
tienen mayor capacidad para identificar a las familias en
riesgo de subnutrición e inseguridad alimentaria: "El
programa Mesa Brasil es un buen ejemplo de esto, pues
identifica a las instituciones que, a su vez, registran a
las personas que necesitan".
Barros
defiende la idea de que, incluso aumentando un poco la renta
de las personas, el problema del hambre no será resuelto.
"Dos tercios de las personas subnutridas no se encuentran en
situación de extrema pobreza. Por eso, aunque se transfiera
renta, el programa no llega a esos subnutridos. Terminar con
la extrema pobreza no va a llevar necesariamente a la
nutrición".
El
investigador agrega que, en Brasil, las personas que
pasan hambre son aquellas que no tienen acceso a las redes
de solidaridad. Por lo tanto, Barros resalta la
importancia de reforzarlas. "La mejor estrategia parece ser
una expansión de la acción pública en forma complementaria a
las redes locales de solidaridad, una expansión que busque
fortalecerlas en vez de substituirlas", asegura.
En relación
con los programas de transferencia de renta, Barros
afirma que las pequeñas trasferencias pueden ayudar, pero no
resuelven el problema. "Se debe aumentar el beneficio y el
alcance de esos programas. Además, se debe mejorar el
sistema de selección de los beneficiarios. Esa selección no
puede basarse solamente en el criterio de la renta, sino en
algún criterio sobre subnutrición", ratifica.