| 
| 
  
| 
Supermercados: 
 agricultura 
y alimentación S.A. |  
| 
 
 
En los últimos años, 
nuestra manera de comprar, 
de alimentarnos y de 
relacionarnos con la tierra 
 ha dado un giro de 180º 
    
A partir de los años 70 y 80, en el Estado español empezaron 
a generalizarse los supermercados y los hipermercados como 
una nueva manera de comprar, más rápida y práctica, 
dónde varios productos se podían encontrar en un mismo 
lugar. La consolidación de este nuevo modelo de 
establecimiento, lo que se ha venido a llamar “la 
distribución moderna”: supermercados, hipermercados, cadenas 
de descuento... ha cambiado el dónde, el cómo y el qué 
consumimos generando graves impactos en el pequeño productor 
y  campesino, en el comercio local, en el medio ambiente, en 
las condiciones laborales de los trabajadores y en el modelo 
de consumo. 
  
Por poner un ejemplo, en la producción alimentaria: el 
control que ejerce la distribución moderna de toda la cadena 
de comercialización de un producto ha hecho que los 
campesinos cada vez ganen menos con lo que venden y los 
consumidores tengamos que pagar más por aquello que 
compramos, siendo la distribución moderna la gran 
beneficiaria. Es lo que se ha venido a denominar como teoría 
del embudo: millones de consumidores por un lado, miles de 
campesinos por el otro y tan sólo unas pocas cadenas de 
distribución, que en medio de  este proceso, se quedan todo 
el beneficio monopolizando el sector. No en vano, 
en el año 2005, el precio del limón aumentaba un 2.000% del 
precio en origen al precio en destino, siendo la 
distribución moderna quien se quedaba todo el beneficio. 
  
En el Estado 
español, cinco grandes grupos controlan la  distribución de 
más de la mitad de los alimentos que se compran: Carrefour 
(23,7% de la cuota de mercado), Mercadona (16%), Eroski 
(7,4%), Alcampo (6,1%) y el Corte Inglés (2,3%). Y es que el 
80% de nuestras compras se llevan a cabo en supermercados, 
hipermercados y cadenas de descuento. 
  
Frente a esta situación, ¿qué podemos hacer? En primer lugar 
es fundamental tomar conciencia del impacto de este modelo 
de  distribución (supermercados, hipers...) en nuestro 
entorno y las consecuencias que tiene la  compra en estos 
establecimientos. A partir de  aquí es necesario buscar 
alternativas concretas que nos permitan llevar a cabo un 
modelo de consumo alternativo: como la 
compra a través de circuitos cortos de comercialización en 
el mercado, en la tienda de barrio... 
  
Es necesario que nos informemos de dónde viene y cómo ha 
sido producido aquello que consumimos y en la  medida de las 
posibilidades entrar a formar parte de una cooperativa de 
consumidores de productos ecológicos que nos permita 
informarnos, trabajar colectivamente y desarrollar modelos 
de consumo alternativos.  
  
Esther Vivas 
La 
Directa 
26 de 
octubre de 2007 
  |  
artículos relacionados
 
  
Volver   |  
   UITA - Secretaría Regional 
Latinoamericana - Montevideo - Uruguay 
Wilson
Ferreira Aldunate 1229 / 201 - Tel. (598 2) 900 7473 -  902 1048 - 
Fax 903 0905 |