Plantas de celulosa y
espejitos de colores
Los
empleos invisibles de Botnia |
En el momento
actual, cuando abundan los proyectos para la instalación de nuevas fábrica
de celulosa en el país, vale la pena detenerse a analizar la realidad del
único de tales emprendimientos instalados en el país (Botnia) y compararla
con las promesas hechas por la empresa en su momento. Una de las principales
fue la generación de empleos.
Obreros locales
aguardando cobrar la quincena |
En ese sentido, Botnia siempre manejó la cifra de
8.000 empleos, incluso cuando mantuvo una entrevista personal con el
presidente Tabaré Vázquez, quien a su fin la asumió públicamente. En
la revista “Espacio”, de Botnia, se lee que “cuando esté
terminada, la planta empleará a unas 300 personas y le proporcionará, en
forma directa o indirecta, empleo a otras 8.000”.
En comunicado del 8 de marzo de 2005 (“La inversión y el
empleo de Botnia: no todo lo que reluce es oro”), Guayubira
cuestionó dichas afirmaciones y sostuvo que “la cifra máxima de 8.000
empleos no se basa en ningún estudio serio realizado al respecto, y quienes
la publicitan no aportan evidencia concreta de dónde y cómo se generarán”,
concluyendo que “los famosos 8.000 empleos son, por decirlo amablemente, un
tanto exagerados”.
Lamentablemente, los hechos nos han dado la razón.
Hoy el departamento de Río Negro,
uno de los más forestados del país con eucaliptos y el único que cuenta con
una moderna y enorme fábrica de celulosa, es el que tiene mayor nivel de
desempleo del país.
De acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de
Estadísticas (setiembre-diciembre 2007), la cifra de desempleo asciende en
Río Negro al 14 por ciento, y le siguen los departamentos de
Artigas, con 12,2 y Rocha con 12,1 por ciento.
Esta triste situación tiene su origen en dos factores: por un
lado, las falsas promesas hechas por la empresa en materia de generación de
empleos (tanto en la forestación como vinculados a la fábrica), y por otro
que no se tuvieron en cuenta los empleos que se perderían en otros sectores
de actividad económica.
Fray Bentos y
sus calles vacías |
En el mismo comunicado de 2005 Guayubira advirtió que
se perderían puestos de trabajo debido a que la forestación sustituiría
otras actividades agropecuarias; las plantaciones de árboles generan menos
empleos que cualquier otra actividad agropecuaria, incluida la ganadería
extensiva. A eso se sumarían, agregaba el comunicado, los empleos que se
perderían en otras actividades que podrían ser afectadas por la planta, como
el sector turístico en Fray Bentos -capital de Río Negro-, al
que estaban vinculadas unas 1.500 personas, la pesca y otras.
Otra vez, lamentablemente, tuvimos razón. Las Cañas
-principal balneario de Fray Bentos sobre el río Uruguay- es hoy un
pueblo fantasma, donde lo único que abunda son los carteles de “EN VENTA”.
En el río no sólo escasean los peces del lado uruguayo -no así en la ribera
de enfrente, la argentina-, sino que además se implantó una polémica veda de
pesca que afecta a los pescadores artesanales.
Pero lo que importa no es tener razón, sino que la
experiencia sirva para no tropezar dos veces (o más) con la misma piedra. La
empresa española Ence ha hecho las mismas promesas -incluso aún más
exageradas- en materia de empleos y llegó a manejar en el Parlamento la
increíble cifra de 15.000-20.000 puestos de trabajo. Su instalación en el
sureño departamento de Colonia puede resultar en un desastre social
de gran escala, ya que este departamento, con una gran diversidad de
actividades productivas generadoras de mano de obra, tiene hoy la menor
cifra de desempleo del país (4,3 por ciento).
¿Qué impacto tendrá este
emprendimiento en las fuentes de empleo en esas otras actividades?
La historia tampoco termina con Ence. Esperando en la
línea están otros proyectos celulósicos como los de Stora Enso y
Portucel, y anuncios de otras empresas japonesas, argentinas y chilenas
de instalar sus pasteras en Uruguay.
Actualmente Botnia está funcionando a plena
capacidad y los empleos prometidos son más invisibles que nunca. Es hora de
que el gobierno tome cartas en el asunto y establezca una suspensión de la
forestación en todo el territorio nacional y cese de otorgar autorizaciones
a la instalación de nuevas fábricas de celulosa. Que la experiencia sufrida
al menos sirva para evitar males mayores.
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