El pequeño municipio norteño de San Ramón con
sus 27 mil habitantes, se ha transformado en el
primero libre de transgénicos de Nicaragua y el
quinto de todo Centroamérica, sumándose a los
cuatro municipios de Costa Rica que ya tomaron
esta
decisión
fundamental.
La ordenanza aprobada el pasado 11 de agosto por unanimidad
por el Consejo Municipal fue presentada a la
población en el marco del “IX° Festival
Campesino por la seguridad alimentaria, la
conservación de semillas nativas y nuestro medio
ambiente”, al que fueron invitadas las
organizaciones que conforman la Campaña
“Semillas de Identidad”, el Ministerio del
Ambiente (MARENA), las organizaciones
campesinas locales y la población en general.
“La presente ordenanza tiene como objeto establecer en el
ámbito local, las disposiciones para la
protección y prevención de los riesgos derivados
de los Organismos Genéticamente Modificados (OGM),
con el objetivo de tomar en cuenta las medidas
precautorias necesarias que garanticen la
protección del medio ambiente y la salud
poblacional del Municipio”, expresa el artículo
1 de la ordenanza.
El ámbito de su aplicación serán las actividades vinculadas a
la liberalización e importaciones destinadas a
uso directo como alimento humano que contengan
OGM, y que se desarrollen dentro de la
circunscripción municipal.
En su artículo 4, la ordenanza especifica que “el criterio de
prevención prevalecerá sobre cualquier otro en
la gestión pública y privada del ambiente y
salud. No podrá alegarse la falta de una certeza
científica absoluta como razón de no adoptar
medidas preventivas en todas las actividades que
impacten al ambiente y la salud”.
Por lo tanto el Consejo Municipal decidió denegar cualquier
tipo de siembra con fines comerciales o
experimentales de ninguna variedad de OGM,
mientras que las autoridades competentes deberán
ser informadas previamente acerca de cualquier
ingreso de alimentos para consumo humano que
contengan OGM. El Consejo Municipal tendrá 90
días para aceptar o denegar su distribución. El
incumplimiento de estas disposiciones comportará
sanciones monetarias y el decomiso y destrucción
de los OGM y la suspensión de la actividad.
Consuelo Morán Lorente |
La ordenanza prevé también “la protección, reproducción y
conservación de las semillas criollas y
acriolladas. Todas las variedades existentes e
identificadas dentro del Municipio de San Ramón
serán notificadas ante la Comisión Ambiente y
Producción, para ser declaradas como patrimonio
genético municipal, en base a su valor
productivo, cultural, social y biológico”.
Según Consuelo Morán Lorente, coordinadora de la
Comisión Ambiente y Producción de San Ramón y
coordinadora local del Programa Campesino a
Campesino (PCaC), “Fue un proceso
bastante largo que comenzó a través del
compromiso de los productores locales de querer
rescatar nuestras semillas criollas. A través de
los espacios de participación ciudadana y de
incidencia comenzaron a proponer que hiciéramos
un solo frente de lucha, para que el gobierno
municipal aprobara una ordenanza donde se
hiciese énfasis en nuestras semillas nativas y
se prohibiera el ingreso de OGM.
Esta ordenanza
-continuó Morán- representa un primer
paso para la protección de las casi cien
especies de semillas locales que hemos
identificado, para que no sean erosionadas por
el ingreso de semillas transgénicas.
Lucía Aguirre |
Para Lucía Aguirre, coordinadora de SWISSAID en
Nicaragua, “desde que arrancó la Campaña
Semillas de Identidad, en mayo del 2007, hemos
realizado una serie de acciones, como apoyar
organizaciones locales en el desarrollo de
ferias y foros en diferentes Departamentos del
país, con la participación de las instituciones,
los productores, las universidades y la
población en general. En estos foros -continuó
Aguirre- se dieron a conocer los
contenidos de la Campaña, se habló sobre la
importancia de las semillas criollas y se
informó sobre los OGM, los riesgos relacionados
y por qué estamos en contra de la introducción
en Nicaragua de productos genéticamente
modificados. Se habló también del tema de la
soberanía y seguridad alimentaria”.
“Se hizo también un trabajo de incidencia con las
instituciones relacionadas con el agro y
organizaciones internacionales, para informar
sobre la campaña y tratar de que tomen en cuenta
las semillas criollas, porque existe una falta
de información y se cree que estas semillas son
granos y sólo sirven para comer y es totalmente
falso” -continuó la coordinadora de SWISSAID.
“En este momento estamos también dialogando con el MAGFOR
y el Instituto Nicaragüense de Tecnología
Agropecuaria (INTA) porque la Ley de
Semillas sólo reconoce como semillas para la
venta a las semillas certificadas. La idea es
presentar una propuesta piloto de producción y
distribución de semillas criollas que se
desarrollaría justamente en los municipios de
San Ramón y San Dionisio”.
La actividad contó también con la presencia del Viceministro
del Ambiente, Roberto Araquistain, quien
apoyó totalmente la decisión de declarar al
municipio de San Ramón como territorio libre de
transgénicos.
“El MARENA respalda totalmente esta ordenanza porque
es algo vital que contribuye a la defensa de
nuestra biodiversidad. Es importante que todos
los productores se involucren en la defensa y
uso de las semillas criollas y acriolladas y es
por eso que como institución y gobierno no
apoyamos de ninguna manera la introducción de
semillas genéticamente modificadas”, aseveró el
viceministro.
Para Araquistain esta decisión de San Ramón puede ser
un ejemplo para otros municipios “y nosotros
queremos divulgar esta decisión para facilitar
estos procesos.”, concluyó Araquistain.