stas
son las condiciones y clima laboral en las que se trabaja en la
fábrica Macul de Nestlé Chile. Existen otras
condiciones laborales inadecuadas de las que nos ocuparemos en una
próxima entrega, entre otras:
1)
En las tareas de limpieza se usa peróxido de hidrógeno, compuesto
químico que en baja concentración se conoce como “agua oxigenada”. Como los
extractores de la fábrica no renuevan el aire lo suficientemente rápido,
varios trabajadores notan que sus cabellos están tomando una coloración
amarilla. Más allá de convertir a los trabajadores en rubios a la fuerza,
sobre las consecuencias internas, especialmente en el aparato respiratorio,
todavía nada se sabe.
2)
También en la limpieza se utiliza cloro, cuando éste se mezcla con
los detergentes usados con el mismo fin, se produce una reacción a la cual
los trabajadores denominan “bomba”. Si consideramos que el cloro fue
utilizado como arma en la Primera Guerra Mundial y recientemente en la
Guerra en Irak, el calificativo no es para nada exagerado.
3)
En algunas secciones, los trabajadores deben levantar pesos cercanos
a los 80 kilos, en clara violación a la legislación vigente.
Se declaran responsables sin
sonrojarse
Pese a las
anormalidades señaladas, Nestlé Chile se esfuerza por mostrarse como
una compañía respetuosa de los principios contenidos -y generalmente no
cumplidos- en la llamada responsabilidad social empresarial. Fernando del
Solar, Presidente Ejecutivo de Nestlé en Chile fue electo
en 2007 director de Acción RSE, asociación que de acuerdo a su sitio
Web pretende “sensibilizar, movilizar y apoyar a las empresas a gestionar
sus negocios de forma socialmente responsable”. Para ello, una de las cinco
áreas de acción que promueve, es la “Calidad de Vida Laboral” (sic).
Suponemos que Don Fernando no ha asistido a ninguna de las reuniones
convocadas bajo este rubro.
En otro
orden y como una forma de mostrar por donde pasan las preocupaciones del
gobierno, Marigen Hornkohl, ministra chilena de Agricultura,
acaba de visitar Suiza, donde se entrevistó con Paul Bulcke,
CEO de Nestlé, a quien propuso que la compañía se sume a la alianza
efectuada con las autoridades holandesas (¿Unilever mediante?) para
establecer un centro de excelencia en materia de innovación alimentaria.
Llegó Pappalardo y mandó a
sudar
Carlos
Pappalardo
es un ingeniero argentino que en el año 2003 llegó a República Dominicana,
más concretamente a la fábrica de Nestlé en San Francisco de
Macorís. El gerente regional lo nombró gerente general de dicha fábrica
contrariando la opinión de la dirección local, con el argumento de que
debían instalarse nuevas máquinas y era necesario reducir las paradas de
producción. Muy pronto Pappalardo comenzó a mostrar una personalidad
autoritaria y prepotente, justificada por su particular forma de entender el
mando: “si negocio pierdo autoridad”. Los trabajadores lo apodaron “el
pequeño Hitler” y durante su gestión se sucedieron masivos despidos
injustificados y el desconocimiento de los derechos laborales. Las
condiciones de trabajo no era algo que le quitara el sueño, en 2003 un
trabajador denunciaba: “trabajamos a 32, 33 grados de temperatura y a
niveles de ruido de 85 decibeles… nos cambiamos cuatro o cinco veces de
camisa por día, sudamos hasta cuando descansamos”.
A tal punto
llegaron las cosas que Pappalardo dejó de ser un problema para el
sindicato, para convertirse en un problema para las fuerzas vivas de la
sociedad de San Francisco de Macorís. En 2005, 200 dirigentes de base del
Foro Social Alternativo de la provincia de Duarte se reunieron frente a
la fábrica de Nestlé -fuertemente custodiada por soldados del
ejército- con la finalidad de entregar un documento manifestando su
apoyo al sindicato y reclamando el reintegro de los trabajadores
injustificadamente despedidos.
Pappalardo
abandonó República Dominicana tan imprevistamente como llegó y por
más de un año le perdimos la pista. Ahora sabemos que ese tiempo lo pasó en
alguna oficina de Nestlé en Santiago, aparentemente con la intención
de que nos olvidáramos de el. Ahora acaba de aparecer como gerente de la
fábrica Graneros** y es bueno que sepa que lo tenemos muy presente.
Es más, pensamos que muy pronto comenzará a dar que hablar.