Mejoran los
negocios, pero
los despidos no se revisan
En febrero, la
trasnacional anglo-holandesa publicó sus resultados para el
año fiscal 2007, con ventas cercanas a 60 mil millones de
dólares. No se prevén cambios en la política de despidos
proyectados por la empresa.
Según los datos publicados por
Unilever
las ventas de la compañía aumentaron 5 por ciento durante el
año fiscal 2007, para alcanzar a 40 mil millones de euros,
aproximadamente 60 mil millones de dólares. Durante el mismo
período los beneficios de explotación alcanzaron 5.200
millones de euros (equivalentes a 7.500 millones de
dólares), uno por ciento más que al cierre de 2006. Con este
margen de ganancia de aproximadamente 13% la empresa se está
acercando a la meta de 15% fijada por el directorio que
podría alcanzarse en el año 2010.
El director ejecutivo, Patrick Cescau pronostica un
continuo crecimiento anual de las ventas a un ritmo cercano
a 5 por ciento, sobre todo como resultado de la estrategia
de concentrar los negocios en productos y marcas de rápido
crecimiento y en una distribución ampliada de los productos
de té Lipton.
Por el lado de los costos, no se prevén cambios en la
política de venta de líneas de producción y productos de
menor rendimiento relativo y de cierres de fábricas, con los
subsiguientes despidos del personal. En el marco de la
estrategia de transformar
Unilever
en una compañía que actúe según los mismos principios
comerciales y líneas de producción en escala global para
aumentar su eficiencia de costos conocida como “One Unilever”
las ventas de sectores o marcas previstas suman cerca de 3
mil millones de dólares.
Las operaciones de la compañía crecieron sobre todo en dos
regiones, Asia y África, especialmente en el
mercado chino y en la venta de helados. El aumento en esas
dos regiones casi triplicó los crecimientos alcanzados en
Europa y América Latina, donde se sigue
instrumentando un programa de reducción de costos
administrativos y de cierres de plantas. En el mercado más
grande de América del Sur, Brasil,
Unilever
vendió las marcas locales de margarina, para concentrarse en
expandir las ventas de la marca Becel a través de un
emprendimiento conjunto con Perdigão.
La compañía aspira a tasas de crecimiento parecidas a las de
su rival más próximo, Procter & Gamble, cuyas ventas,
al igual que las de
Unilever,
subieron en torno a 5 por ciento en la segunda mitad de
2007, y mantiene su programa de reducción de 20.000 puestos
de trabajo en los próximos cuatro años. Mientras algunas
agencias de valoración han vuelto a recomendar la compra de
acciones de
Unilever,
los trabajadores seguirán temiendo por la seguridad de su
fuente de trabajo.