En el 2004, Unilever Pakistán vendió su
planta en Karachi, de la marca Dalda,
fabricante de aceites comestibles y grasas, a un
grupo de ex gerentes de la empresa, que
conformaron Dalda Foods (Pvt.) Limited.
Ante la creciente competencia en el sector
aceites comestibles, la dirección de Dalda
ha estado aplicando diligentemente las lecciones
aprendidas en Unilever: absorber a la
competencia y reducir el empleo permanente así
como la posible influencia sindical a un mínimo
absoluto. A comienzos de este año, Dalda
adquirió una participación mayoritaria en la
empresa rival Wazir Ali Industries. Pero
ahora los trabajadores/as están combatiendo la
denegación de derechos a los trabajadores/as
contratados a través de agencia, contraatacando
con la reciente formación de un sindicato.
Animados por la exitosa lucha contra la
precarización en Coca-Cola Pakistán, los
trabajadores/as de Dalda se pusieron en
contacto con el sindicato Coca-Cola y con
la UITA. Más de 430 trabajadores/as se
afiliaron al sindicato de Dalda, la Dalda
Food Employees Union, que solicitó
inscripción oficial ante las autoridades el 13
de mayo. Temiendo una reacción violenta –como
las salvajes represalias tomadas por Unilever
contra los trabajadores/as temporarios en la
fábrica
Rahim Yar Khan de la empresa– el
sindicato solicitó con éxito una “orden de
suspensión” que prohíbe a la compañía despedir a
los trabajadores/as o cerrar la planta. La
empresa violó la orden y cesó a 266 trabajadores
el 24 de mayo.
El 2 de junio, el sindicato recibió su registro
oficial del departamento de trabajo y con el
apoyo de la afiliada de la UITA, la
National Federation of Food, Beverage and
Tobacco Workers, solicitó estatus jurídico
para la negociación colectiva. La empresa
rechazó este procedimiento en la corte,
argumentando que los trabajadores/as contratados
a través de agencias no son empleados de
Dalda Foods, sino de … la agencia de
contratación de mano de obra. La Corte suspendió
entonces la solicitud de estatus para la
negociación colectiva y fijó el 23 de junio como
la fecha para una próxima audiencia.
Los trabajadores/as establecieron un campamento
permanente frente a la empresa con apoyo de la
Federación. Con visitas diarias de los
sindicatos y representantes de organizaciones
políticas y de la sociedad civil, el campamento
se ha convertido en un símbolo viviente de la
lucha contra el brutal régimen de Pakistán
de mano de obra tercerizada y eventual.
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