InBev – Anheuser-Busch
El
movimiento sindical en alerta
Hace poco más de un mes se confirmó la adquisición de
Anheuser-Busch por parte de InBev. Esta operación sigue
siendo noticia en estos días en Estados Unidos
Mientras Anheuser-Busch Companies Inc.
(AB)
y la belgabrasileña
InBev continúan trabajando en el
contrato de adquisición por valor de 52.000 millones de
dólares, se reiteran los compromisos de mantener abiertas
las doce fábricas de cerveza de AB. En documentos
recién presentados por
Anheuser-Busch a la Comisión
de Valores de Estados Unidos, esta empresa expresó
contar con un
“compromiso de
buena fe” de InBev de que no cerrará ninguna de las fábricas
que tiene en ese país,
siempre que no existan “nuevos impuestos federales o
estatales u ocurran hechos extraordinarios no previstos”.
En este
momento, en el marco del procedimiento antimonopólico del
Departamento de Justicia, las autoridades de supervisión han
solicitado información adicional. Según InBev,
esta solicitud forma parte de los procedimientos
reglamentarios normales. La compañía espera que el negocio
concluya hacia fines de 2008.
También se
informa que InBev se comprometió a mantener los tres
componentes del sistema de Anheuser-Busch en Estados Unidos:
fábricas de cerveza, distribuidores y venta al público.
En este sistema los distribuidores independientes emplean un
número importante de personas.
Desde la
confirmación de la adquisición de AB por
InBev
han continuado las movilizaciones sociales relacionadas con
esta importante operación. Así, el sábado 16 de agosto
centenares de trabajadores sindicalizados se manifestaron en
Saint Louis, Missouri, para enviar su mensaje
a la compañía: la exhortaban a mantener una buena relación
de diálogo con los representantes de los trabajadores, y le
recordaban que es imprescindible mantener la lealtad de sus
empleados para obtener buenos resultados. Se oían también
inquietudes sobre posibles recortes de prestaciones.
La
organización sindical Teamsters representa a casi
8.000 trabajadores, es decir a la mayoría del personal
afectado por la operación. Sus directivos sostuvieron en la
manifestación que esperan que se mantenga el compromiso de
valorar a los trabajadores y de no cerrar plantas. A raíz de
una invitación de los Teamsters, la manifestación de
Saint Louis contó con las participaciones de Roger
Van Vlasselaer, coordinador nacional de la principal
organización sindical de
InBev
en Bélgica, y
Siderlei Silva de Oliveira, coordinador de la
Federación Latinoamericana de Trabajadores de
AmBev e
integrante del Comité Ejecutivo de la Rel-UITA.
Siderlei
expresó
ante los compañeros estadounidenses que seguramente
InBev
intentaría aplicar las mismas políticas que emplea en
Brasil, donde, después de establecerse como el principal
productor de cerveza del país,
redujo la
cantidad de empresas cerveceras de 23 a 13 y bajó el número
de trabajadores de 23.000 a 9.000, sin que esos recortes
afectaran el volumen de producción.
Hablando de esta experiencia “muy amarga”, recordó a los
presentes que en muchos países los trabajadores vivieron
experiencias similares.
Aún así, y a pesar de los antecedentes de la compañía,
Siderlei se mostró optimista, ya que en Saint Louis
se podía percibir que
InBev
se encontrará con el gran
desafío de la unidad entre los trabajadores y la comunidad.
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