Honduras

Con Julio Flores, de STIBYS

SABMiller se equivocó

con nosotros

Primeros resultados de las negociaciones

 

 

Después de la huelga que paralizó las actividades de la Cervecería Hondureña (SAB-Miller), el  Sindicato de Trabajadores de la Industria de las Bebidas y Similares (STIBYS) inició el diálogo con la empresa con el primer objetivo de que se respete el contenido del Convenio Colectivo firmado el año pasado, y que la empresa ha venido incumpliendo sistemáticamente. Para conocer los avances en estas negociaciones, Sirel conversó con Julio Flores, presidente de la Seccional de San Pedro Sula y miembro de la Comisión Negociadora.

 

-¿Cómo se llegó a sentar a la empresa a una mesa de diálogo el pasado 11 de febrero?

-Gracias a la fuerte presión por parte de los trabajadores que estaban paralizando las actividades de la empresa en todo el país, y a la intervención directa del Ministerio de Trabajo, pudimos reunirnos con la empresa y presentar una propuesta en la que se le exigía abstenerse de cualquier forma de represalia en contra de los trabajadores, discutir la agenda que estaba pendiente desde el mes de septiembre de 2008, y resolver la problemática de los departamentos de Producción y Venta de las dos plantas de cerveza y refrescos. La ministra de Trabajo, doctora Mayra Mejía, presentó una propuesta que nos pareció aceptable, y al final la ajustamos con algunos cambios que integrarán puntos de nuestra agenda.

 

-¿Cómo reaccionó la empresa?

-La empresa también consideró viable la propuesta de la Ministra, pero quiso mantener la medida que contemplaba la sanción a 22 trabajadores a nivel nacional con la suspensión de labores. Pedimos que ese punto quedara claramente establecido en el acta, porque en la propuesta de la Cervecería se hablaba de despidos, castigos y suspensiones, pero sin definir claramente la cantidad de gente y sus nombres. Después de una larga negociación, ya rondando las 11 de la noche, llegamos a un acuerdo y decidimos abrir una mesa de negociación con base en una agenda que iba a tocar los puntos en conflicto.

 

-¿Cuáles son los asuntos que se han abordado en estos días y los acuerdos alcanzados?

-Por el momento hemos acordado el nombramiento de una Comisión de Escalafón, que definirá, por ejemplo, que los trabajadores de mayor antigüedad suban a las rutas de mayor volumen de ventas, en recorridos más cortos y en calles que no sean de difícil acceso. Vamos a hablar también sobre los espacios vacíos en las rutas para hacer una jornada de trabajo más corta y menos agotante de la que tenemos ahora. Pedimos también que se defina una tripulación fija, es decir un vendedor y dos ayudantes en cada  tripulación, porque los continuos cambios que hacía la empresa afectaban la antigüedad de los trabajadores y se perdía el escalafón. Otro punto es que se respete la garantía de salario, porque estos cambios pueden traer menoscabo en el salario, mientras que el Convenio Colectivo prevé garantía de salario hasta por ocho meses. Tampoco hay acuerdo por el momento sobre el salario de los que se quedan en las bodegas, porque la empresa enviaba, por ejemplo, 50 camiones a la calle (cada camión tiene una tripulación de 3 personas) y a 30 los dejaba en la bodega, sin pagarles a sus trabajadores el promedio de salario como está establecido en el Convenio Colectivo.

 

-¿Cuáles son los puntos pendientes en Producción?

-El punto más delicado tiene que ver con la intención de la empresa de desaparecer el Departamento de Control de Calidad, pero al mismo tiempo esta función la quiere asignar al técnico de embotellado y está obligando a la gente a asumir esta nueva función.

 

-¿Por qué cree que la empresa se lanzó a atacar al Sindicato con una actitud tan prepotente y soberbia? ¿Tal vez estaba convencida de poder doblegar fácilmente a los trabajadores?

-A partir de 2004 la Cervecería impulsó una especie de campaña de organización de los trabajadores por grupos de trabajo. De una u otra forma la empresa creyó que esa situación iba a debilitar al Sindicato en los reclamos de sus derechos. Otro factor fue que en la empresa hay una nueva generación de trabajadores sin experiencias y sin conocimientos organizativos, pero el descontento era masivo en todas las plantas y esto fue uno de los elementos que motivaron la reacción de los trabajadores. Además, hay que recordar la importancia del trabajo de concienciación y explicación de las problemáticas existentes por parte del STIBYS. La empresa se equivocó con nosotros, y que yo sepa, ningún trabajador le hizo caso, simplemente se tomaron las fábricas, permanecieron tres días adentro, y estamos hablando de aproximadamente 2.300 trabajadores en todo el país.

 

-¿Qué importancia tuvo el respaldo a nivel nacional e internacional?

-El STIBYS es conocido a nivel nacional e internacional por el consecuente trabajo que desarrolla, y en este caso estábamos protestando contra una empresa reconocida por su actitud antisindical y por pisotear los derechos de los trabajadores. Estos dos elementos hicieron que muchas organizaciones se movilizaran para respaldarnos. La SAB-Miller le teme a las denuncias internacionales, como le teme a que el mismo Sindicato haga la denuncia. Un elemento muy concreto de ello es que en las negociaciones presentamos un acta en la que denunciamos todo su sistema de trabajo, y es por eso que no quiere firmarla, porque le teme a que se denuncien sus actitudes y se afecte su imagen. El apoyo que recibimos fue el principal bastión que nos permitió estar ahora en estas negociaciones.

 

-¿Qué actitud está tomando la empresa en estos primeros días de negociaciones?

-Aceptó la instalación de la Comisión para que se resolvieran las problemáticas de Ventas, pero hay que ver cómo sigue el proceso en los próximos días. En el Código del Trabajo hay un procedimiento para ejecutar una huelga que pasa por la plática directa, mediación y conciliación. El descontento era tal que los trabajadores fueron a la huelga sin utilizar ese recurso y, efectivamente, la huelga fue ilegal. Sin embargo, también la empresa cometió ilegalidades al querer despedir a la gente sin ir antes al Ministerio del Trabajo para solicitar que se declarara la ilegalidad de la huelga. Ahora estamos entrando en una etapa de mediación, y si no hay acuerdo vamos a ir a conciliación. Si persiste esta situación vamos nuevamente a una huelga, esta vez legal. Que no se equivoque la empresa, porque terminó una etapa de la lucha, pero estamos listos para continuarla si fuese necesario.

 

 

En San Pedro Sula, Giorgio Trucchi

Rel-UITA

17 de febrero de 2009

 

 

 

Fotos: Giorgio Trucchi

 

cobertura periodística

 

 

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