Conflicto en
SABMiller
Acuerdos de última hora evitaron la huelga
Orgullo
y alegría en un STIBYS fortalecido |
A última hora de ayer,
jueves 10, y mientras las plantas de Cervecería
Hondureña (SABMiller) ya estaban tomadas por los
trabajadores desde las 18 horas, la empresa y el
Sindicato de Trabajadores de la Industria de las Bebidas
y Similares (STIBYS) firmaron un acuerdo que contempla
prácticamente la totalidad de los reclamos obreros,
evitando así la huelga que hubiese comenzado hoy.
Los trabajadores y trabajadoras del STIBYS,
acompañados por otros sindicatos que solidariamente
realizaban una vigilia ante las plantas de
SABMiller,
liberaron ayer su alegría festejando hasta la medianoche
y en plena calle el acuerdo alcanzado con la empresa.
“Fue una celebración muy emotiva y llena de contenido”,
comentó a Sirel Carlos Reyes, presidente
del STIBYS.
“Podemos decir que en esencia, en las cuestiones de fondo
-informó Reyes-, hemos obtenido casi la totalidad
de los puntos que reclamábamos. Con esto nos referimos a
que en el Convenio se reconoce el derecho a la
estabilidad laboral, se establece la obligación de que
toda tarea permanente sea realizada por operarios
estables con contrato de trabajo indefinido. Estos eran
puntos esenciales porque, como sabemos, la nueva
modalidad capitalista de destruir los sindicatos es
evitando la afiliación mediante la precarización del
empleo”, agregó.
Al fin de las rondas de negociaciones convocadas por el
Ministerio de Trabajo,
SABMiller
se comprometió a respetar las cláusulas del Convenio
anterior firmado en 2003 y que venía ignorando de manera
constante. En el aspecto salarial, los incrementos serán
anuales y se establecieron mecanismos concretos de
cálculo.
La empresa aceptó todos los términos del Convenio Colectivo
que regirá por un período de tres años y que será
presentado el domingo 13 ante el Congreso de Delegados,
el que deberá considerarlo para su aprobación o rechazo.
No obstante, se prevé que el resultado de la negociación
será considerado satisfactorio por el conjunto de los
delegados de todas las plantas de
SABMiller.
En ese caso, el lunes 14 el STIBYS estampará
formalmente su firma en el texto del Convenio que regirá
las relaciones laborales de 2 mil trabajadores.
“Nos sentimos llenos de orgullo, además, porque en la mayoría
de las plantas hay ahora un personal bastante nuevo que
no tenía prácticamente ninguna experiencia en estas
luchas -comentó Reyes-, pero tomaron conciencia
de lo que nos estábamos jugando y participaron a pleno
en todas las actividades. Lo que hemos conseguido es
gracias a ellos, y a pesar de que la empresa efectuó una
maniobra tras otra para frenar este proceso de lucha.
Cuando finalizó el período de conciliación, inclusive
llegaron a presentar un escrito ante el Ministerio de
Trabajo solicitando la nulidad de la conciliación”.
Fracasaron en ese propósito. Y aún en estas últimas semanas
de diciembre, cuando ya estaba aprobada la huelga, la
empresa movilizó una importante cantidad de dinero para
darles créditos a numerosos clientes para que pudieran
sobrellevar la huelga. También se fueron almacenando
grandes cantidades de productos en bodegas, muchos de
los cuales se arruinaron.
“Una de las experiencias clave que sacamos en esta lucha
-expresó Carlos Reyes- es que a partir de las
diversas uniones aduaneras que se formalizaron en
Centroamérica y que implican la libertad de
circulación de bienes, anticipamos que la empresa podía
intentar traer bebidas de otras plantas de la región,
como por ejemplo de El Salvador, donde tiene una
fábrica y no hay sindicato. Para evitarlo, presentamos
varios escritos en diversas oficinas gubernamentales en
los que fundamentamos que, en nuestro contexto, ése
hecho no debe ser considerado un mero acto de comercio
sino un intento de quebrar una huelga legal, lo que
equivale a desconocer este fundamental derecho”.
En la evaluación de Reyes, “Todo este proceso ha sido
muy enriquecedor y formativo desde el punto de vista de
la lucha de clases, ha permitido dar experiencia y
fogueo a los nuevos afiliados -que son la mayoría- y el
sindicalismo sale fortalecido porque hemos logrado que
el derecho colectivo al trabajo y a la negociación, la
sindicalización, el derecho a huelga se reaviven y
consoliden en este país”.
En relación con la solidaridad recibida, Carlos Reyes
manifestó que “No sólo hemos recibido mucho apoyo
interno, de otros sindicatos hondureños, sino también
mucha solidaridad internacional, fundamentalmente de la
UITA que tuvo un papel muy importante al estar
dando a conocer nuestra lucha internacionalmente. Hemos
recibido numerosas expresiones de solidaridad, e
inclusive el propio gobierno recibió numerosos
pronunciamientos solidarios de muchas organizaciones del
mundo, especialmente
la
carta enviada al Presidente de la República por la
Rel-UITA a través de su secretario regional,
Gerardo Iglesias, y la
nota
remitida por el secretario general de la UITA,
Ron Oswald, a la sede central de
SABMiller en Londres.
Es en casos como estos cuando la solidaridad internacional se
hace visible, se hace práctica y es efectiva porque uno
no se siente solo. Es en estas situaciones, cuando se
enfrentan a transnacionales agresivas, uno siente que
esa solidaridad lo llena de vida, le da más valor y se
adquiere mayor seguridad sobre lo que se está haciendo.
Así que agradecemos mucho la solidaridad internacional y
saludamos a todas las organizaciones fraternas de la
UITA que expresaron su apoyo”.
Como lo escribiera Enildo Iglesias
desde esta misma página, muchos percibieron que la
lucha del STIBYS es la lucha de todos, por los
antecedentes nefastos de
SABMiller,
pero también por el historial ejemplar del STIBYS,
sin duda uno de los sindicatos con mayor trayectoria y
experiencia de lucha de Centroamérica. Esa lucha,
claro, no termina con este saldo actual; ahora habrá que
asegurar día a día las conquistas alcanzadas con
sacrificio. No obstante, esta gran victoria del
STIBYS podrá ser el preámbulo para el surgimiento de
otras organizaciones obreras en las plantas de
SABMiller
en Latinoamérica.