En medio del
júbilo por el histórico acuerdo alcanzado en los días pasados con la
Cervecería Hondureña (SABMiller),
la Comisión Negociadora dio a conocer a los 80 delegados provenientes de todo el
país el contenido de la negociación de la cláusula 65, siendo ésta la última que
faltaba para llegar a la firma del Contrato Colectivo.
Julio Flores,
presidente de la seccional II y miembro de la comisión que llevó adelante la
negociación, hizo un resumen de todo lo que se había abordado en el Congreso de
diciembre pasado y que quedó plasmado en el nuevo Contrato Colectivo firmado con
la empresa ayer, lunes 14.
“Podemos
decir que una de las grandes batallas que libramos en estos días fue contra la
precarización del trabajo, y uno de los mayores logros fue que todas las tareas
permanentes van a ser realizadas por trabajadores permanentes. Otro punto
alcanzado –continuó Flores– es que el nuevo Contrato Colectivo se va a
extender a todos los centros de distribución del país y se va a aplicar al nuevo
personal que va a ingresar en el futuro y que esté afiliado al sindicato”.
“Por eso hemos
luchado y llegado hasta las últimas consecuencias, porque nuestro
Contrato es el escudo que nos protege frente a las pretensiones de
la empresa” |
Otros puntos
del Convenio de 2003 que fueron revigorizados son los relativos al respeto del
horario de trabajo, del derecho al descanso durante las jornadas laborales, de
los días feriados y del día de descanso semanal para todos los operarios. Se
garantizaron todos los derechos laborales para los trabajadores que salen
afectados físicamente a causa del trabajo y la facultad de pedir adelantos de
salarios.
Con respecto
al ultimo acuerdo alcanzado a pocas horas del inicio de la huelga general,
Flores dijo que “esta cláusula no se refiere sólo al salario, sino que
regula puestos de trabajo y categorías. Lo que la empresa hacía era contratar
trabajadores al mes para irlos sacando del sindicato e involucrarlos en formas
de solidarismo. Con el acuerdo logramos que volviera a colocarlos por hora.
Logramos también que a los trabajadores de las rastras se les pagara las
comisiones como a los demás trabajadores, que se les incrementara el salario y
que los aumentos salariales de todos los trabajadores no fuesen inferiores al
Contrato anterior. Pero lo más importante –concluyó Flores– es que no es
suficiente haber logrado estos resultados y un nuevo Contrato Colectivo si no
tenemos una base que conozca sus derechos y los reclame. Tenemos que
estudiarlos, conocerlos y defenderlos todos los días, y no permitir que en esta
empresa se cometan más violaciones al Contrato Colectivo y a la dignidad de los
trabajadores. Por eso hemos luchado y hemos llegado hasta las últimas
consecuencias, porque nuestro contrato es el escudo que nos protege frente a las
pretensiones de la empresa”.
Después de la
exposición se pasó a la votación, los delegados aprobaron por unanimidad el
acuerdo con la empresa y dieron mandato a la Comisión Negociadora para que
firmara el nuevo Contrato Colectivo.
El Congreso
del STIBYS reconoció también la importancia que tuvo la solidaridad
nacional e internacional en este proceso de lucha. Se mencionaron todas las
organizaciones que apoyaron de alguna forma este proceso, y se dio lectura a los
diferentes mensajes de solidaridad enviados por las diversas organizaciones y a
las cartas que se mandaron a las instituciones, para que actuaran pronto en
búsqueda de una solución pacífica al conflicto.
Finalmente se
pidió a este enviado del Departamento de Comunicaciones de la Rel-UITA
que brindara una declaración informando sobre el trabajo de apoyo solidario que
esta organización aportó a lo largo de todo el proceso de negociación.
A
pocas horas de la huelga
En el XX
Congreso Extraordinario hubo espacio también para todos los presidentes de los
Comité de Huelga de las diferentes seccionales y subsecciona-les
del STIBYS, contaran cómo se desarrolló la preparación de la huelga y
cuáles fueron las reacciones al momento de alcanzar el acuerdo.
Para
Freddy Gómez, presidente del Comité de Huelga en Tegucigalpa, “En los
días anteriores ya teníamos organizada toda la logística para la huelga. El plan
era que todos entráramos a las 7 de la mañana y regresáramos con los camiones no
antes de las 5 de la tarde para evitar que los volvieran a sacar con el
producto. Saliendo del trabajo nos posicionamos frente a la entrada principal de
la Cervecería, dispuestos a quedarnos hasta las 12 de la noche para
comenzar la huelga. El momento más difícil fue cuando vimos que comenzaban a
sacar los camiones. La gente, sobre todo la que tenía poco tiempo en el
sindicato, estaba desesperada y no fue fácil detenerla y hacerle comprender que
se trataba de una maniobra de la empresa para provocarnos y generar una reacción
violenta. Sabíamos que teníamos que esperar hasta las 12. A las 22:30 –continuó
Gómez– me llamaron para avisarme que ya se había alcanzado un acuerdo. La
gente comenzó a festejar, a quemar llantas, a poner música y decidimos esperar
la llegada de la Comisión porque –dijimos– aquí es donde luchamos y es aquí que
vamos a celebrar. Fue indudablemente una victoria de todos”.
“Cuando llegó la
noticia de que se había alcanzado el acuerdo, no tengo temor a
decirlo, lloré de la emoción porque le demostramos a SABMiller que
podemos” |
Aun más
emotiva fue la intervención de Virgilio Leiva, de la seccional de Santa
Bárbara. “Ha sido una jornada de nervios. Les dije a mis compañeros que
saliéramos y regresáramos temprano para estar listos frente al portón de la
empresa. Nos dispusimos en las afueras de la empresa listos para lo que
ocurriera, y cuando llegó la noticia de que se había alcanzado el acuerdo, no
tengo temor a decirlo, lloré de la emoción porque le demostramos a la empresa
SABMiller
que podemos y ahora estamos más fuertes que nunca”.
Después de
cuatro intensas horas de trabajo, la actividad terminó con la intervención de
Carlos Reyes, presidente del STIBYS. “En el pasado –recordó-, cuando
íbamos a la negociación de un Contrato Colectivo siempre habían personas que
abandonaban y se iban. Esta vez, a pesar de que había gente con poca
experiencia, todos se quedaron hasta el final. La experiencia que se ha vivido
en esta Comisión Negociadora ha sido enorme. Allí no sólo se ha conocido de la
ley, sino también de política, se ha teorizado, se ha peleado, se han definido
tácticas y estrategias y los resultados nos dan la razón. La que se equivocó fue
la empresa”, concluyó.
La firma del Contrato Colectivo
Después de
casi 17 meses de larga espera, ayer, lunes 14, se firmó el nuevo Contrato
Colectivo. El evento se realizó en un hotel de San Pedro Sula con la presencia
de todos los delegados nacionales del STIBYS, de los negociadores de
ambas partes y de los representantes de la Cervecería Hondureña.
Estuvieron presentes también el presidente del Consejo Hondureño de la Empresa
Privada (COHEP), Oscar Galeano, la ministra del Trabajo saliente,
Ricci Moncada y la entrante, Mayra Mejía.
En medio de
la evidente incomodidad por parte de los representantes de la Cervecería
Hondureña (SABMiller),
las diferentes intervenciones de los presentes fueron repetidamente acompañadas
por las consignas de los delegados del STIBYS, quienes demostraron una
vez más su firme intención de permanecer vigilantes para que el Contrato se
cumpla, dejando en claro, además, que lo que se estaba firmando no era un
“cheque en blanco” para la empresa, sino un acuerdo que va a medir las reales
intenciones de una empresa que, en el pasado, ha violado más de una vez lo
acordado en las negociaciones.
Es importante
consignar también la lectura por parte de Carlos Reyes de un documento
titulado “